■ El acto público tuvo poca afluencia; asistieron más de un centenar de universitarios
■ Pensiones que se sustentan en cuentas individuales y venta de prestaciones, temas medulares
No hubo sorpresas en el último debate previo a la jornada electoral para renovar el Comité Ejecutivo del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Spauaz). La sesión se celebró con poca afluencia, poco más de un centenar de universitarios, quienes acudieron al auditorio Magdaleno Varela Luján, de la Unidad Académica de Derecho.
En orden de participación Tonatiuh Saucedo Anaya (Fuerza Sindical) mantuvo su crítica a la cultura clientelar que desde fuera ha logrado permear dentro de la UAZ y por tanto en su vida sindical y cuestionó que quienes hoy contienden y han formado parte de los grupos que señala transitan en estas usanzas, ahora puedan modificar su actuación.
Alberto Vélez Rodríguez (Sindicalismo Emergente) señaló cuestionamientos a la manera en que han hecho las cosas los personajes a quienes se les han delegado funciones tanto en el sindicato como administrativos en la Máxima Casa de Estudios del estado, e insistió en cuestionar el padrón electoral en que se sustentará la elección.
Por su parte Crescenciano Sánchez Pérez (Movimiento Sindical Independiente) sostuvo su convocatoria a la unidad de los grupos, para conciliar posturas con el objeto de gestionar externamente soluciones que redunden en beneficios laborales, y ubicó la problemática del sindicato y de la UAZ como una corresponsabilidad de todos los universitarios.
Manuel Rivera Escobedo (Renovación Sindical) mantuvo su respaldo a la seguridad laboral de manera insistente en los casos de los técnicos académicos y técnicos profesionales, y propuso opciones, además de las impuestas por las políticas educativas dijo, por la OCDE, para subir en el nivel de categorización del personal académico al interior de la UAZ, agregó como una alternativa a seguir, se realicen discusiones internas en foros, que permitan enfrentarlas mejor.
Lilia Guadalupe Lugo Balderas (Renovación Sindical) reiteró su postura desde la equidad de género y por tanto de la igualdad como un concepto general de democracia, para enfrentar las problemática del sindicalismo universitario al interior de la Máxima Casa de Estudios en el estado, y puso sobre la mesa la responsabilidad de los universitarios ante la sociedad en términos de la productividad y en ello, sus posibilidades de exigencia de mayores recursos ante el Estado.
Los puntos más incisivos que se tocaron, fueron otra vez el tema de las pensiones, aquellas que se sustentan en las cuentas individuales, expresadas como una bomba de tiempo cuando se deje atrás el tiempo del denominado bono demográfico, pero también la modalidad de la venta de prestaciones.
Mediante una pregunta concreta hecha por los asistentes y elegida al azar, cada candidato reveló quienes de entre los miembros de sus planillas se encuentran en esta situación. Los debatientes coincidieron en la necesidad de aclarar los convenios, pero todos, excepto Movimiento Sindical Independiente, cuestionaron la ética de los mismos.
Tonatiuh Saucedo señaló que pudo haberse realizado con los recursos de la Federación destinados para este programa de jubilación una solución más creativa que beneficiara a todos los universitarios y no sólo a unos cuantos, Vélez cuestionó incluso, que pueda venderse algo que es un bien “colectivo” y sugirió que se instale una Comisión de Honor y Justicia que revise estos casos.
Manuel Rivera sugirió se realice un diagnóstico y Guadalupe Lugo expuso al procedimiento como “un juego perverso”, luego expresó que de alguna manera de llegar a encabezar al Spauaz impulsaría que quienes se integraron a esta opción efectivamente salgan de la Universidad.
Sólo Crescenciano Sánchez, en cuya planilla se integra Pedro Martínez Arteaga, beneficiario de esta opción de jubilación, hizo la observación de que en “esta UAZ hay cosas más bochornosas, que se han escondido con el paso del tiempo”.
Expresó su propia curiosidad por conocer los convenios y otros detalles que habrán de enterar a la Secretaría de Hacienda y la propia administración central para ser procesadas tanto en el Consejo Universitario como en el sindicato.
Otra pregunta que dio múltiples respuestas fue la manera en que en el contexto actual defenderían el salario y las prestaciones de los sindicalizados.
Todos los funcionarios deberían renunciar a las prestaciones actuales reservándose estas solo para quienes hacen docencia, investigación y extensión, dijo Tonatiuh Saucedo, también expresó que para tener “cara” ante el Estado para reclamar mayor presupuesto, se debe mejorar el aspecto académico del personal de la UAZ.
Vélez Rodríguez señaló sobre el tema, deben recuperarse opciones como el año sabático, para que tengan los profesores manera de seguirse formando mediante las promociones que ofrece el perfil Promep o el ingreso al Sistema Nacional de Investigadores.
Crescenciano Sánchez optaría por romper el tope salarial, mediante la unidad de los universitarios sindicalizados “como en los años 70”. Y Manuel Rivera propuso adelantar la fecha de emplazamiento a huelga para la revisión salarial a fin de aparejarla, en noviembre, a la de la Universidad Nacional Autónoma de México, para tener mayor presión en esta coyuntura.
Adelantó también su intención, entre otras cosas, de buscar la implementación de un plan escalafonario en base a experiencia y saberes, que sume puntos para subir de nivel. Y en general apegarse al reglamento académico para estas promociones.
Guadalupe Lugo cuestionó primero, lo que los universitarios están haciendo para incrementar la productividad del país y el estado, como una expresión de autocrítica, y que en caso de responderse con buenos resultados ofrecería opción para exigir al Estado mayores recursos para un aumento salarial.
Transversalmente en los temas abordados, surgieron diversas propuestas para afrontar la problemática de la seguridad social, generalizadas en el replanteamiento de la administración de los recursos mediante su ejercicio eficiente, que no implica despidos dijeron, y mantener la nómina en sus números actuales.
