■ Las féminas ocupan un papel destacable en la sociedad gracias a su trabajo, expone la raquetbolista
■ Podemos conseguir cualquier meta que se proponga; el único límite que tenemos es la barrera social
La mujer mexicana actualmente ha sacado la casta por el deporte mexicano y ocupa un papel destacable en una sociedad; gracias su trabajo y esfuerzo ocupa espacios importantes en el ámbito laboral y deportivo, expuso en entrevista la joven Paola Longoria, campeona mundial de raquetbol.
Considerada entre las 50 mujeres más influyentes en México, según la revista Forbes por dos años consecutivos, para Paola la mujer debe abrirse paso en una sociedad en la que se tiene la idea de que las féminas deben solamente dedicarse a las labores del hogar y obedecer al hombre.
Expuso que es positiva la equidad de género, pues ha permitido que mujeres mexicanas como Paola Espinoza, Soraya Jiménez (Q.E.P.D) y Ana Gabriela Guevara, hayan representado a México en el deporte a nivel mundial.
Se demuestra con ello que la mujer puede lograr cualquier meta que se proponga, ya que el único límite que tiene es la barrera social que estigmatiza a la mujer y que no le permite su sano desarrollo en una sociedad machista, agrega la deportista.
“Para mí las mujeres mexicanas son grandes emprendedoras, y el que se me coloque junto con otras mujeres exitosas y que se me considere como una influencia positiva a ellas me llena de orgullo, porque es como decirles: ‘mira, si yo lo logré, tú también puedes hacerlo’. Ya no se quedan en casa a cocinar, y me motiva que mi carrera inspire a más mujeres”, dice Paola.
A pesar de que no le fue difícil llegar hasta donde ha logrado posicionarse, recomienda a los jóvenes deportistas y a todos aquellos que tienen una meta luchar por sus sueños y ser disciplinados, perseverantes y tenaces.
Para Paola todo ser humano tiene un talento; se debe buscar y trabajar diariamente en las cosas que se disfrutan ya sea el trabajo, el deporte o el arte, siempre y cuando se lleve un proceso, ya que los logros no se dan de un día a otro.
Sin embargo, también influye el apoyo familiar, como ella lo tuvo, lo que se constituye en una pieza clave para compenetrar el éxito con el trabajo y mantener un equilibrio.
Esto fue fundamental para buscar sus sueños, ya que a los 18 años se fue a vivir sola al estado de California, en Estados Unidos, y buscó practicar con los mejores entrenadores de ese país para mejorar sus marcas.
Logró convertiste en campeona del abierto de raquetbol de Estados Unidos, lo cual le abrió muchas puertas, pero en un año de competición no logró obtener triunfos, lo cual la llevó a la frustración.
Incluso, se llegó a preguntar si en verdad quería dedicarse a este deporte, pues no comprendía cómo después de haber obtenido un campeonato tan importante no lograba ganar ni obtener más victorias.
“Pensé en tirar la toalla; fue frustrante, pero tuve el apoyo de mi familia y esa experiencia me ayudó a madurar y a adquirir experiencias porque le perdí el miedo a las jugadoras extranjeras. Así que cuando regresé a México resurgió una nueva Paola”, dice la joven.
Es ingeniera mecánica administradora y concluyó la maestría en ciencias políticas. Menciona que en un futuro se ve ocupando un cargo público, como la presidencia de la Comisión Nacional del Deporte (Conade).
Confiesa que de no haber estudiado ingeniería mecánica ni de haberse dedicado al deporte, hubiera estudiado diseño, ya que es algo que le llama la atención, y ha podido sacar su creatividad diseñando su marca de ropa y su raqueta personalizada.
Para Paola el deporte fue algo que se le dio, pues practicaba en campamentos de verano futbol, natación, basquetbol, entre otros; sin embargo, le atrajo el raquetbol, aunque al principio tenía miedo a los golpes. Anteriormente jugó tenis.
“Es un deporte divertido en el que necesitas velocidad, fuerza y concentración; entreno diario cinco horas y me preparo física y psicológicamente. Al principio tenía miedo; incluso dejaba la puerta abierta y la pelota pegaba en todas las paredes, pero con el tiempo me di cuenta que me atraía y de ahí empecé a entrenar”, señala Longoria.
Su primera entrenadora fue Karina Galina en San Luis Potosí, quien vio el talento de Paola. A los 9 años, y sin saberlo, se convirtió en campeona nacional; después viajó a los Ángeles California y se convirtió en campeona mundial, rompiendo el récord de 8 campeonatos mundiales juveniles.
Comenta que su agenda ha cambiado, pues a pesar de seguir siendo la misma persona su tiempo se ha reducido y tiene que acudir a eventos con patrocinadores, entrenamientos y entrevistas, pero se mantiene unida a su familia.
Considera que a su edad tal vez se ha perdido de fiestas entre amigos, salir de antro o divertirse como todos los muchachos, pero piensa que el sacrificio y la dedicación tienen su recompensa, de manera que perder ese tipo de eventos no ha sido un sacrificio.
Algo que no comprende fue la falta de apoyo de su natal San Luis Potosí, pues nunca tuvo el respaldo de las instituciones encargadas del deporte a pesar de haber ganado olimpiadas nacionales.
Sin embargo, fue invitada a representar al estado de Nuevo León y tuvo el respaldo del ex alcalde de Tijuana, Jorge Ramos, quien es un apasionado de este deporte y quien le patrocinó algunas giras profesionales.
“El raquetbol me ha dado mucho, pues he conocido muchas partes del mundo que nunca hubiera visitar. He sacrificado parte de mi vida personal, pero se me ha retribuido con satisfacciones. Hay que salir a trabajar día con día y algo que ha sido clave en mi éxito ha sido no darme por vencida, pues la perseverancia es fundamental”, concluye.
