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domingo, 5 mayo, 2024
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Bordando ideas: del electorado indignado a las próximas elecciones (tercera parte)

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Por: RICARDO BERMEO •

Las elecciones al parlamento europeo, han marcado una diferencia, al parecer  decisiva, en dos países del sur de Europa,  España, especialmente con Podemos -junto a Izquierda Unida, IU-, (y  Grecia, con SYRIZA), respuesta electoral con el que la población castiga al bipartidismo hegemónico -Partido popular, y PSOE-,  responsabilizándolos de una gestión de la crisis,  a nivel local y también europeo,  para beneficiar -aún más- a las elites -locales, europeas y globales-,  consolidadas por el neoliberalismo –y su financiarización-  en detrimento de sectores cada vez más amplios de la población.

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Pero, esos resultados, se enfrentan a dificultades y desafíos inmensos… ¿Cómo podrían lograr, los sectores políticamente más lúcidos,  nutrir ese  amplio y fundamental  movimiento  de radicalización democrática –tan plural y diverso- expresado en el nuevo ciclo de luchas?  ¿Cómo mantener ese “empuje” (intenciones, iniciativas) , sin burocratizarse, traduciéndolo en una nueva  forma de hacer política, que consiga convencer razonablemente, a una creciente mayoría social, sin bloquear las expectativas despertadas? ¿Cuáles podrían ser los tipos de articulación -sostenible- entre  las protestas/propuestas defendidas –lanzadas- por las movilizaciones  -continuas – realizadas en  las calles, con las necesariamente masivas votaciones, y con la formación de gobiernos municipales?  Un partido/movimiento, o un  movimiento/partido,  donde la ciudadanía  indignada, consiga sostener las tendencias hacia la ruptura democrática, contra el ancien régimen, pasando social y políticamente  de los resultados positivos logrados en las elecciones al parlamento europeo, hacia los nuevos triunfos en las próximas contiendas electorales de carácter municipal (en España).

No se trata de que Podemos sea “el” modelo, ni la única fuerza incidiendo en la transformación de la historia española en curso. Son notables sus resultados. Gracias a una combinación virtuosa de diversos elementos, una democracia en la base, al activar los círculos ciudadanos en una parte amplia del territorio, con formas de organización y liderazgo ágiles, un programa, que incluye un proceso constituyente, y un discurso político, inspirados teóricamente en La razón populista de Ernesto Laclau, derivado también del conocimiento directo de  las experiencias latinoamericanas, un manejo -muy inteligente- de los medios de comunicación. Lograron ofrecer así, un significante lo suficientemente vacío, para convertirse, mediante una cadena de equivalencias, en articuladores del descontento social,   conectando con el 15M, más allá de la división izquierda/derecha, y  apuntando –tendencialmente- a conformar una nueva mayoría política.

Las condiciones contextuales que les permitieron el espectacular avance –con tan solo cuatro meses de existencia-  en las elecciones al parlamento europeo, no serán ya las mismas, para las elecciones municipales, en mayo de 2015.  Se volverá más compleja la contienda electoral,  por un lado, siguen surgiendo nuevas iniciativas políticas ciudadanas, se cruza con el referéndum por la independencia de Cataluña, (y pronto, del país vasco), por otro, la campaña negra contra esas nuevas alternativas será cada vez más virulenta, otro factor fundamental, estaría ligado a los escenarios derivados de la evolución de crisis europea y global-  para mencionar solo algunos factores: todo dependerá de la fronesis,  de los actores y las poblaciones concernidas, y de su capacidad para anticipar/aprovechar el kairos abierto en el actual horizonte histórico español -europeo y mundial-.

Se trata de un laboratorio político democrático  de extraordinaria riqueza, que nos interpela también a nosotros. Ante los diversos –difíciles-  problemas existentes y los que inevitablemente surgirán a la hora de intentar  articular la necesaria  confluencia entre los  diversos  movimientos (y partidos), con la ciudadanía, para la creación de candidaturas populares,  activando así el proyecto democrático.

El objetivo de llegar  a las instituciones, es cambiar  la actual hoja de ruta, combinando una fase “destituyente”, que  critica -y deslegitima- la gestión antidemocrática (neoliberal) –socialmente lesiva, cruel e inhumana, de la crisis sistémica. Ligándola, siempre, a  una fase “instituyente”  para gobernar en cada uno de los municipios, donde se logren crear  esos movimientos-partido. Lo que implica, dada la profundidad  de los cambios que sería necesario realizar, instituir como forma de articulación de las diversas escalas, ese proceso constituyente,  propuesto –ya- por diversas fuerzas políticas, incluyendo a Podemos.

En esas luchas,  está emergiendo  un sujeto político -reflexivo y deliberante-, forjado en ese hacer haciéndose, que pasa por  la  “autodefensa”  de sus conquistas -y derechos- sociales y políticos –hoy- gravemente  conculcados, al que se incorporan   -encarnándolo- todas las personas/organizaciones/movimientos que en virtud de  los procesos identificatorios activados, se reconocen, y apropian, con más o menos lucidez/responsabilidad, de la tarea de crear nuevas significaciones –representaciones, afectos, e instituciones-  cuidando así, la plantita frágil y vivaz, del nuevo imaginario político democrático participativo/autonómico (con su nuevo orden de sentido y sus significaciones/instituciones concomitantes).

¿Cómo relanzar nuestra tejedora de proyectos, para materializar, las más arquitectónicas creaciones humanas, nacidas de la mezcla genésica  entre el  poder constituyente y  la soberanía popular? Reinventando  la política,  la “felicidad pública”, la vida digna…los modos en que podemos vivir juntos. ■

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