El turno para una de las chavas con más potencia en los escenarios; con 27 años a cuestas, estudia economía, es madre, es trabajadora y rockera de coraza. Con el hecho de ser mujer, ya estamos hablando de la problemática que enfrenta el sexo femenino; ahora, estudiar y trabajar al mismo tiempo es otra gran bronca, y más aun, hacer el papel de madre de familia, lo que implica educar, proveer, guiar y dar tiempo de calidad a un ser que apenas comienza a andar los senderos de una vida incierta que el gobierno en turno se ha encargado de proporcionarnos con tanta reforma llamada estructural, que no es sino una manera muy legal de reprimir al pueblo y sumirlo en la miseria con tantos impuestos. Ha logrado subsistir en el circuito estatal gracias al apoyo incondicional de sus padres y amistades para dedicarse a la difícil tarea de cantar en una banda de rock. Le gusta la música en todas sus vertientes, de allí que haya participado con bandas de diversos géneros, no tiene influencias marcadas, canta lo que le gusta. “El black es una propuesta muy buena, tuvo su época, pero creo que ahorita la música ha evolucionado y no hay que cerrarse a otras propuestas, como Aurea Hybride, que es un ejemplo a seguir, es una banda que nunca ha renegado por falta de apoyos y ha crecido porque ha invertido tiempo, dedicación y economía, está donde está porque ha trabajado mucho; es una banda con muy buen nivel, se dedica de lleno a la música”.
Las actividades que realiza cotidianamente no han afectado para nada en su vida familiar, profesional y, menos aun, en su quehacer rocanrolero; a pesar de que está en stand by, no representa mayor problema el tener que llevar a su hijo a los tokines, porque ha habido respeto de la audiencia, se comporta de una manera normal, efusiva pero aceptable; “nunca falta el payaso que quiere echar a perder la fiesta, pero la misma banda lo calma y todo sigue hasta el final”. No debe pasar desapercibido el hecho de que algunas bandas extrañas traten de sobrepasar los límites y actúen con una prepotencia vil que los hace aparecer como muy acá, creyéndose las únicas; sin embargo, no pasa de allí, de ser una pose, porque también hay que tomar en cuenta que hay otras con mayor presencia y trayectoria y se han ganado un lugar a pulso. Hay que hacer conciencia de que cuando eres principiante, tienes que dejar los mejores lugares a las que ya están consolidadas; hay que empezar desde abajo”.
El rock es para ella una forma de expresarse, de hacer sentir lo que se piensa, de allí que surgiera la diversidad de géneros. “La mujer rockera como que le da más fuerza al machismo, porque siempre remarca “Yo soy mujer y canto y toco; si hay equidad, no hay que insistir tanto, sólo que somos músicos, mujeres, rockeras y ya. La intención no es llamar la atención, sino dar nuestro punto de vista de la música; por eso estamos aquí, presentando nuestra propuesta, nunca con la finalidad de hacer menos o más a la mujer”.
“La primera vez que estuve en una agrupación fue a la edad de 17 años, en una banda fugaz, pero fue agradable porque gracias a Víctor, bataco de Ansuz, conocí varias bandas donde había vocalistas mujeres, desde entonces me agradó la idea, y allí fue donde surgió esa inquietud de hacer lo mismo que un hombre podía hacer. Víctor también me ayudó a adquirir la técnica para cantar; él me decía cómo le hiciera y, a práctica y práctica, fui aprendiendo”.
Devols Mortem fue la primera banda donde participó en los escenarios estatales. No estaba muy consolidada; era una banda de covers y no se llegó a trascender más allá de algunos tokines, por lo que tuvo que separarse e ir a probar con otra.
Black Souls Death fue una grata experiencia que duró poco por falta de constancia, y entonces, salieron Pitta, la bajista, y ella, en busca de nuevos horizontes.
“Hartmut era muy interesante porque no teníamos un género definido; era como que una mezcla de todos los integrantes, y lo que resultó fue una amalgama de las influencias de todos. Allí participé componiendo las letras de las rolas, y la música la hacíamos entre todos. Lo que componía eran temas raros; no tenían una línea definida; surgían así, de la nada, incluso historias de un video juego, no sé, por ejemplo, la de Plegaria está basada en el cuento El fantasma de Canterville; era muy variada la temática; al principio, había muchas variantes para encaminarnos hacia senderos diversos como el viking o el folk metal, que fue cuando empezamos a crecer. De repente, nos volvimos apáticos, indiferentes, y musicalmente, nos quedamos en el camino; a lo mejor la confrontación de egos interfirió en el desarrollo de la banda y vino el truene”.
“La posibilidad de reanudar quedó en el aire, nos reunimos, hablamos, pero ya no fue posible continuar”.
“El demo que grabaron quedó enlatado y consta de seis temas. Posiblemente, “Pato”, el guitarro, con su decisión por marcar la pauta, ocasionó que los demás perdiéramos interés por las nuevas composiciones, pero tampoco hicimos algo por aportar y nos estancamos en las mismas piezas”.
Después de esto, sería extraño incorporarme a otra banda, pero sería muy padre. He recibido invitaciones para acoplarme a algunos proyectos, pero no se ha concretado nada. El proyecto en el cual estoy involucrada ahora es grabar una propuesta Trans death muy buena; me encanta. Por lo pronto, en eso estoy atareada; luego lo daremos a conocer.
