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domingo, 5 mayo, 2024
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A 39 años de distancia del atraco a la Rectoría de la UAZ

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* •

■ El Mirador de Heródoto

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Sin memoria no hay identidad. Los aniversarios constituyen siempre ocasiones en que nos detenemos a escuchar el eco de lo acontecido y sus posibles resonancias en el presente. El 10 de enero de 1977, el grupo armado autodenominado Alianza Universitaria (AU), en contra de la legalidad universitaria tomó por asalto el edificio de Rectoría de la UAZ, dando inicio con ello a la crisis más larga -4 meses- consignada en la historia de la UAZ. Fue el colectivo de Tendencia Democrática quien se ocupó de restituir la legalidad en la UAZ y despejar la vía para el ejercicio de una educación superior pública “Crítica, Científica, Democrática y Popular”, según  los resolutivos del Simposio de Reforma de 1971.

A 39 años de distancia ¿tiene sentido rescatar esos hechos del pasado universitario y divulgarlos? ¿Qué implica recordarlos? ¿Qué implica olvidarlos? ¿Son compatibles los olvidos premeditados y selectivos en la sociedad global del conocimiento y de la información?

Los opositores a la recuperación de la memoria argumentan “ya qué caso tiene”, “para qué remover antagonismos”, “es mejor olvidar el pasado y centrarse en el porvenir“.

En contraste, para los impulsores de las iniciativas de recuperación es importante “el derecho a estar informado sobre el pasado propio” y “conocer para que la historia no se repita”.

En este espacio periodístico se considera que respecto a la recuperación de la memoria, más que debate es una necesidad y un deber. Importa rescatar la memoria de manera objetiva, pero no neutral. Así como ocurre con las personas amnésicas, con el mal de Alzheimer, un colectivo que olvida total o parcialmente, se queda sin trayectoria, sin saber de dónde viene, ni a dónde va. El recuerdo orienta el actuar humano.

Al no ser factible exponer aquí información sobre el conflicto de la UAZ en 1977 considerando sus dimensiones humanas, sociales, legales, políticas, sacando a flote los “porqués” de fondo, lo concerniente a las relaciones de poder, los intereses en juego, las pugnas ideológicas y demás, me permito remitir al lector a  cuando menos a una por corriente de las fuentes bibliográficas del asunto escritas por los protagonistas del movimiento en cuestión.

Desde la visión de TD, está el libro “1977. Autonomía y sociedad en Zacatecas. Una historia recuperada”, escrito por Noé Beltrán, Abel García Guízar, Jesús Manuel Díaz Casas, Juan Francisco Valerio Quintero, Eligio Meza Padilla, Raymundo Cárdenas Hernández, Manuel García Hernández, Gustavo de la Rosa Muruato, Arturo Rivera Trejo, Veremundo Carrillo Trujillo, José Manuel Martín Ornelas, Leticia Torres Villa, Rodolfo García Zamora, Luis Medina Lizalde, Laura Elena Rodríguez Cervantes, José Huerta Peña, René Lara Ramos y José Manuel Ornelas.

La otra cara de Jano, mirando en dirección opuesta, se encuentra en la obra titulada “Mi libro” de la autoría de Rubén Acevedo Sánchez que acoge el pensar y actuar de AU grupo conformado por alumnos, maestros y directivos de las siguientes escuelas de la UAZ: Secundaria (Roberto Ramos Dávila); Medicina (Raúl Estrada Padrés); Leyes (Tarsicio Félix Serrano); Ciencias Químicas (Gustavo Sánchez); Enfermería (Evangelina Oyervides); Comercio y Administración (Fernando Incháuregui); Ingeniería (Miguel Ángel Prezza) y de otros.

Mucho se puede decir de las marchas por las principales calles de la ciudad realizadas por cada grupo en desacuerdo. Las de TD conformada por estudiantes, maestros, obreros y campesinos llamando “oligarcas” y “elitistas” a sus adversarios y exigiendo el regreso de la legalidad a la UAZ; en tanto que las marchas de AU incluían a la clase empresarial y ganadera que gritaban consignas en contra de los “grillos, guerrilleros, comunistoides” de TD. Los diversos medios de comunicación también dieron cuenta de las pugnas entre ambos grupos.

Se hizo necesario buscar árbitros en la Ciudad de México. Y fue así como intervino la Secretaría de Gobernación Federal. Después de 4 meses y muchos debates, se acordó realizar un Referéndum vigilado y sancionado por la Anuies, para precisar la ruta a seguir por la UAZ. Como resultado de la auscultación, AU quedó derrotada, y la UAZ, después de sufrir la crisis más aguda de su historia, continuó su marcha dentro de la vía legal e institucional. Lo anterior demuestra que la UAZ es como un roble, se mantiene firme frente a los embates, se mellan las hachas de los que pretenden derribarla, pero no se mella el tronco.

Hoy en día una nueva amenaza se cierne sobre la educación superior pública en general y en particular sobre la UAZ, se trata de su paulatino estrangulamiento a través de la restricción de financiamiento. ■

 

Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto.

*Cronista de la UAZ.

[email protected]

cró[email protected]

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