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sábado, 4 mayo, 2024
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Llama el Papa a la unidad en AL para ayudar a los más necesitados

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Por: Reuters • Dpa •

Quito. El Papa Francisco pidió este martes dejar de lado las diferencias en Latinoamérica a través de la fe para tender una mano a los desfavorecidos, en una misa masiva al aire libre en Ecuador en la que celebró las revoluciones independentistas de la región.

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Cerca de un millón de fieles, algunos peregrinos de varios lugares del país, se congregaron en el Parque Bicentenario de Quito para la misa. Decenas de miles acamparon desafiando el frío, el viento y la lluvia de la noche andina para escuchar el mensaje del Papa argentino en un día declarado feriado.

Francisco, de 78 años, recordó en su homilía el «grito de libertad» cuando la región se independizó hace dos siglos de España y aseguró que sólo fue contundente cuando «dejó de lado los personalismos, el afán de liderazgos únicos».

«Es impensable que brille la unidad si la mundanidad espiritual nos hace estar en guerra entre nosotros, en una búsqueda estéril de poder, prestigio, placer o seguridad económica y esto a costilla de los más pobres, de los más excluidos, de los más indefensos, de los que no pierden su dignidad pese a que se la golpean todos los días», dijo.

El Papa, que se caracteriza por su estilo humilde y cercanía a la gente, exhortó a luchar por la inclusión a todos los niveles a través del diálogo y la colaboración.

«Evangelizar es tan nuevo y apremiante como aquellos deseos de independencia. Tiene el mismo fuego que atrae», señaló, al relacionar la tarea evangelizadora con el parque donde celebró la misa, cuyo nombre refiere a los 200 años del primer grito libertario dado en América.

Francisco aseguró que evangelizar es la entrega que los seres humanos pueden dar a sus semejantes y «darse significa dejar actuar en uno mismo toda la potencia del amor que es espíritu de Dios».

«Eso es evangelizar, esa es nuestra revolución, porque nuestra fe es revolucionaria, ese es nuestro más profundo y constante grito», puntualizó.

El pontífice también dijo que la evangelización puede ser un vehículo de unidad. «Mientras en el mundo reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos queremos insistir en nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de reconstruir puentes, de estrechar lazos y ayudarnos mutuamente a llevar las cargas», indicó.

«Nos ha abierto los corazones con esos mensajes para seguir adelante, sobre todo en el país que nos falta fe, unión y comprensión», dijo Victoria Zambrano, una médica de 38 años, que viajó por tierra desde el norte del país para la misa.

Francisco llegó a Ecuador justo cuando el país sufre protestas contra el gobierno socialista de Rafael Correa. Sus opositores lo acusan de autoritarismo y critican su polémico plan de aumentar impuestos.

El mandatario asegura que busca distribuir mejor la riqueza y que sus reformas sólo afectarían a las clases más acomodadas.

La oposición suspendió las protestas durante la visita del Papa.

Correa asistió a la misa del Papa, quien había hablado el lunes por la tarde en privado con el presidente después de volver de la ciudad costera de Guayaquil, donde celebró una misa ante 800 mil personas.

En la ceremonia, para la que Francisco vistió una casulla con motivos indígenas andinos, algunos representantes de esos pueblos elevaron oraciones en quechua en el escenario bajo el cual descansaban dos inmensos arreglos con miles de rosas.

«Los mensajes del Papa son llamados universales a una vida correcta, igualmente creo que son para el país, que necesita vivir en armonía y con un gobierno que tenga las mejores intenciones para todos, que nos beneficie a todos», dijo Alejandro Landázuri, un estudiante universitario de 22 años.

Francisco se encuentra en Ecuador como parte de una gira de una semana que también lo llevará a Bolivia y Paraguay, tres de los países más pobres de su natal Sudamérica.

«Es alguien que ha cambiado la iglesia, ha cambiado el pensar de los jóvenes, atrae a la juventud. Por eso estamos esperando largas horas», dijo Verónica Calderón, una estudiante de 23 años que estaba acampando con sus compañeros en el parque.

«No le ha dado miedo poner mano dura a los corruptos, a las personas que dañan a la Iglesia», agregó.

El Papa tenía planeado reunirse con académicos y estudiantes universitarios y con la sociedad civil en Quito más tarde hoy.

Su visita, el primer viaje de Francisco después de publicar una histórica encíclica en defensa de los pobres y del planeta, ha atraído a devotos de Colombia, Perú, Chile y México.

Francisco llegará el miércoles a La Paz, donde la atención estará puesta en su salud dada la altitud de la ciudad y a que al Sumo Pontífice le falta parte de un pulmón. Allí visitará a una violenta prisión antes de partir hacia Asunción para reunirse con activistas sociales.

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