La docente de la Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud (UAMHyCS) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Graciela Guel Alvarado durante la sección “Un cafecito en Medicina”, del programa radiofónico Avance Universitario de la coordinación de Comunicación Social, tuvo como invitado al egresado universitario, el especialista en hematología, Misael Ureño Segura, quien habló sobre los linfomas.
El universitario explicó que los hematólogos, son una rama de la medicina interna y se dedican a estudiar enfermedades de la sangre, las cuales son muy variadas, por ejemplo, señaló, “se atienden pacientes con cierto tipo de cáncer, así como enfermedades benignas que son de la sangre, como anemia, plaquetas, de los ganglios linfáticos, entre otros”.
Misael mencionó que desafortunadamente cada vez es más frecuente está enfermedad, por tal motivo tanto médicos como sociedad en general, se deben familiarizar o por lo menos conocer un poco sobre la enfermedad, para así saber la forma en cuidarnos y cuidar a los demás.
Esta enfermedad se origina en los ganglios linfáticos y se puede presentar a cualquier edad, aunque subrayó que generalmente se tienen personas jóvenes de 20 a 40 años, y un pico máximo entre los 60 y 80 años; “este tipo de cáncer que se genera en los ganglios linfáticos, que son parte de nuestro sistema inmunológico y la célula principal que lo provoca son los linfocitos los cuales vienen de la médula ósea, es decir, la fábrica de la sangre.”.
En ese sentido, comentó que este tipo de cáncer considerado del sistema hematopoyético, es una enfermedad variada que puede presentar diferentes síntomas, como lo es la pérdida de peso inexplicable, “las personas que inician con un linfoma pueden llegar a perder más de 10 kilos en un mes sin explicación alguna, sabemos que existen personas que cuidan mucho su alimentación o dedican muchas horas al ejercicio, sin embargo estas personas que inician con la enfermedad, no están relacionadas con esas actividades, otro síntoma, son las fiebres que al igual que le peso, uno no sabe de donde vienen, así como sudoraciones excesivas por las noches”.
Un dato importante y fundamental, dijo, son los crecimientos de los ganglios que son causados por infecciones inflamatorias, pero también por los linfomas, por tal motivo si se siente una bolita en el cuerpo, es necesaria una revisión para saber si ese ganglio puede ser bueno o malo, pero afirmó, que debe ser un médico el que pueda orientar al detectar algún abultamiento en el cuerpo.
¿Cómo podemos detectar ese abultamiento? El especialista comentó que, al detectar una bolita en el cuerpo, un ganglio, es necesario considerar el tamaño sobre todo si es un ganglio mayor de los dos centímetros, pues ello puede ser una señal de alarma; pero si un ganglio duele, generalmente es por infección y puede que no sea tan alarmante, el cáncer no duele, esto es porque se caracteriza un crecimiento de los ganglios.
En ese contexto, la docente universitaria Graciela Guel, comentó que “la bolita que crece y no duele, por lo que recalcó que es recomendable acudir de inmediato al médico, pues pueden existir ganglios infecciosos que son blanditos y ganglios por linfoma que suelen ser más duros”.
Ante esto, Misael Ureño Segura declaró que existen muchos tipos de linfomas, “son muchas enfermedades en una sola, es decir, algunos linfomas se componen de una forma indolente y otros que evolucionan muy lentamente, y en algunos casos no se da un tratamiento, solo se da un seguimiento muy cercano; y en otro tipo de linfomas, puede llegar a ser muy agresivo y avanzar rápido”.
Asimismo, mencionó que estadísticamente en todo el mundo, el linfoma de Hodgkin es el más frecuente, ya que como linfomas son 10 diferentes; “en Zacatecas, por ejemplo, se tiene una alta permanencia de linfoma, esto por los factores de riesgo como con la exposición a ciertos químicos, agroquímicos, sobre todo los que trabajan en el campo, pero son exposiciones de mucho tiempo, gente que ha trabajado más de 20 años en esas condiciones”.
Detalló que existen otras enfermedades que predisponen a los linfomas, por ejemplo, “la artritis reumatoide, que tienen mayor riesgo de desarrollar un linfoma durante su vida, o también si se tiene lupus o una persona con VIH, es decir, alteraciones del sistema inmunológico y exposiciones a químicos, radiaciones, como a la luz solar”.
Sobre la prevención, el especialista indicó que, aunque los pacientes que llegan no tengan antecedentes, “es necesario un diagnóstico oportuno, sobre todo si se nota algún aumento en el ganglio; no existe alguna medida en específico que se recomiende para prevenir el linfoma, sin embargo, aclaró que una vida saludable, en cuanto a ejercicio y alimentación sí son importantes, ya que la obesidad está relacionada con algún tipo de linfoma”.
El especialista también agregó que el linfoma “es el tercer tipo de cáncer más frecuente después del de mama y próstata, los cuales afectan a las personas jóvenes, y esto es de llamar la atención porque en el estado de Zacatecas, dichas personas jóvenes son productivas y están trabajando y se tendrían que incapacitar, y eso detona importancia para el desarrollo del estado, así como en lo económico entre otros factores”.
Finalmente, Misael Ureño Segura explicó que el tratamiento siempre va dirigido al tipo de linfoma y generalmente son quimioterapias, “estos no se operan ya que vienen de los ganglios, su tratamiento es por medicamentos que se aplican en la vena con el objeto de lograr reducir la enfermedad y eliminar ese crecimiento de los ganglios”.
