La aventura electoral del Grupo Zacatecas en el estado vecino de Aguascalientes concluyó en catástrofe. Lejos de encontrar cobijo para las aspiraciones de Eulogio Monreal Ávila -debido a la división interna a la que empujó su hermano Ricardo-, la candidatura del empresario Francisco Federico Arturo Ávila Anaya cargó con el mismo estigma.
El problema de fondo: ambas candidaturas revivían la presencia del exgobernador Carlos Lozano de la Torre a través del rector de la Universidad Polítécnica de Aguascalientes, o bien, a través del comerciante de tecnología y equipamiento para las corporaciones de seguridad pública y nacional.
Ambos aspirantes mantienen vínculos indisociables con Carlos Lozano. Eulogio fue designado rector de la UAP durante la administración del priísta, y Arturo Ávila participó en la licitación de compra de chalecos antibalas a sobreprecio y con pruebas balísticas alteradas para personal de seguridad de BANSEFI en 2016, de la mano de su socio José Carlos Lozano Rivera Río, hijo del exmandatario.
La desconfianza se reinstaló en el ánimo de los votantes hidrocálidos, quienes mostraron un comportamiento parecido al que llevaron a las urnas un par de años atrás cuando decidieron arrancarle el mando político al Revolucionario Institucional y otorgarle el gobierno al PAN. Su principal motivación era el rechazo a la corrupción que había encarnado Lozano de la Torre durante su sexenio.
Si la selección de candidatos resultó atropellada -pues Eulogio tuvo que ser incluido en la contienda mediante una fe de erratas del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), tan sólo para satisfacer las exigencias de Ricardo- en Morena levantaron una campaña cuesta arriba con la presencia de José Narro Céspedes como “contrapeso” del Grupo Zacatecas.
Teóricamente, Narro Céspedes se encargaría de formar un dique de contención para el Grupo Zacatecas, a través del delegado en funciones de presidente del Comité Estatal de Morena en Aguascalientes, Cuitlahuac Cardona Campos.
Fue el pasado 11 de abril cuando Cardona Campos, pasando por encima del dictamen acordado en el CEN de Morena para el registro de candidaturas en Aguascalientes, se apersonó al Instituto Electoral del Estado para presentar un listado distinto donde se modificaban las candidaturas de los municipios de Jesús María y San Francisco de los Romo.
Once días más tarde, la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó a la dirigencia nacional de Morena fundar, motivar y explicar los resultados del método de selección por encuestas para dar validez al dictamen que presentó originalmente, ya sin los cambios que había promovido Cuitláhuac Cardona.
Una vez emitida la resolución del Tribunal Electoral, a días del inicio de las campañas proselitistas, Ricardo Monreal Ávila y José Narro Céspedes negociaron un cese al fuego. Narro accedería a dar visto bueno a las candidaturas de Ricardo y ambos promoverían un “Encuentro de Unidad” el pasado 6 de mayo en que se le encontró condicionando el voto para impulsar a Arturo Ávila.
La división interna concluyó, pero el tiempo invertido en ella se perdería irremediablemente. Fue de esta manera que la ciudadanía hidrocálida llegaría a la elección con una intención de voto en favor de Morena, pero definida por la panista María Teresa Jiménez Esquivel cuando se inscribía en la boleta el nombre del empresario Arturo Ávila. La elección del candidato había fallado.
Así lo confirmó Narro Céspedes un día después del “Encuentro de Unidad” en conferencia de prensa en Zacatecas, donde aseguró que la diferencia entre Tere Jiménez y Arturo Ávila eran 10 puntos porcentuales. Un número muy distinto al que Ricardo Monreal había dado a conocer en el mítin: 3% entre el primero y segundo lugar.
La catástrofe fue corroborada por la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky el 18 de mayo en Aguascalientes. En una rueda de prensa acompañada por José Narro y Arturo Ávila, la dirigente hizo una invitación extensiva a los partidos menos favorecidos por la intención de voto a sumarse a Morena mediante el voto útil.
La convocatoria abarcaba al PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano para que “permitieran” que la Regeneración Nacional encabezara la elección en los distintos municipios del estado vecino. Un mensaje contrastante con la supuesta caída de Tere Jiménez en las encuestas para alcanzar la reelección en la capital hidrocálida, y que anticipaba la derrota de Morena.
Sin embargo, la numeralia electoral del pasado domingo 1 de junio mostró el desastre que alcanzó el Grupo Zacatecas en Aguascalientes. Por una diferencia de 20 puntos porcentuales el PAN nunca estuvo cerca de contender en condiciones similares con Morena. Los operadores fresnillenses y guadalupenses chocaron con el carácter arrogante y el desconocimiento electoral de Catalina Monreal Pérez, según afirmó a este espacio una fuente cercana al senador Ricardo Monreal durante la campaña proselitista.
Únicamente lograron conquistar el municipio de Asientos, donde la presencia del expriísta José Manuel González Mota a través del candidato Juan Luis Jasso Hernández, dieron al Grupo Zacatecas un espacio para continuar con asignación de obra pública a sus cercanos. ■
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