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viernes, 17 mayo, 2024
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Los vampiros trasnacionales y la sangre obrera zacatecana

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Por: QUITO DEL REAL •

■ El son del corazón

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La situación laboral en Triumph México, compañía industrial establecida en Zacatecas, no sólo pone en evidencia la parcialidad de los funcionarios del Gobierno del Estado; también muestra cuál es el verdadero objetivo de esa empresa, de varias más que ya se instalan y de otras que hicieron la promesa der venir, después de haber hecho, declararon todas con mucho verbo y circunstancia, un concienzudo análisis de Localización Industrial.

El caso de la empresa Triumph México es igual al de la cervecería Modelo, no es distante de la política social que aplicó la empresa minera del magnate Slim en Salaverna, de la que se suministra en el prolongado conflicto de Goldcorp, ni tampoco extraño al saqueo que se efectúa ante los ojos de todos y desde tiempos remotos, en la Compañía Minera Fresnillo. Lo acontecido se rige con el mismo rasero de explotación humana con que agraciaron las autoridades estatales y federales a varias compañías mineras concesionarias, sobre todo canadienses, que colonizan las regiones de mayor bonanza mineral.

Entonces, ¿cuál es el verdadero objetivo de estas empresas que, con el pretexto más nimio, sacan a relucir su discurso áspero, su espíritu represor y sus métodos medievales? Al declararse compañías modernas y sustentables, adornan sus documentos básicos con lemas acerca de su visión, misión y valores, asunto que a la larga les sirve de papel del baño. Se hicieron cuates y patrocinadores de un grupo de funcionarios y gobernantes para, en sociedad con ellos, hacer una demostración de lo que, represión o intimidación de por medio, les merece la fuerza de trabajo. Han logrado parcialmente que sus trabajadores vivan constantemente en el marasmo, echados para atrás, con la amenaza permanente del desempleo sobre sus espaldas.

Aunque ahora el asunto comienza a caminar de otra manera.

-A todas estas empresas les encanta la lana. Que si no. Las compañías trasnacionales hablan demasiado de su probado blindaje moral, declaran con la mano en el corazón que los trabajadores son la quintaesencia de sus proyectos, que sin ellos las iniciativas empresariales sólo valdrían un cacahuate. Sus funcionarios se toman fotos con los gobernantes y con un comité allegado de trabajadores, compran espacios en la prensa para difundir eventos donde se muestran sociables, inteligentes y sensibles. Puro rollo.

Triumph de México pone nuevamente en la agenda de discusión las tesis climatizadas de los seguidores acríticos de la economía del desarrollo, cuyas estelas teórico-conceptuales nos son embarradas de manera insensata en cuanto foro se presta para ello. Si este es el precio del mentado desarrollo, creo que la visión sale sobrando.

Su entusiasmo, dicen, es justificado porque lo anima un deseo sincero de ver transformado, y por la senda del progreso, al estado de Zacatecas, conducido por una nueva generación de dirigentes políticos. Y muchas puntadas más. Enseguida, aluden con agudeza a las maravillas teóricas extraídas de autores alemanes del desarrollo o hacen comentarios ingeniosos de las tesis cepalinas del momento. Aplausos.

Pero la gente de a pie seguimos sin entender ¿qué carajos vinieron a hacer a Zacatecas esas grandes empresas, a las que les duele que sus trabajadores se organicen en sindicatos (Modelo), busquen aumentos salariales decentes (Triumph), luchen por una vivienda digna o tradicional (Salaverna) o la combinación de todas estas demandas?

Para muchos es obvio que la mentada Localización Industrial, donde salimos teóricamente agraciados, jamás se efectuó. Las empresas se instalan aquí por la perspectiva de abatir brutalmente los salarios y no gastar en obra social; buscan un margen mayor de utilidades extraordinarias. Señores desarrollistas: Zacatecas sigue siendo un espacio preferente para proyectos de explotación absoluta; los nombres rimbombantes con que se alude a estas empresas: aeroespaciales, digitales, etc., no ocultan el hecho de que son negocios que no desarrollarán a los trabajadores de la región, porque el expolio feroz es su naturaleza.

Todas estas compañías, sin excepción, encontraron en los campos industriales zacatecanos un espacio idóneo para explotar, para sobreexplotar a los trabajadores que merodean indefensos, víctimas de sus sindicatos charros (cuando los hay) o golpeados cuando pretenden construir uno. Llegaron para terminar con nuestros mantos freáticos y para dejar en la penuria y escarbadas sus entrañas, con enormes boquetes, a nuestras tierras.

Su vivacidad empresarial es criminal. ¿Localización Industrial? ¿Sustentabilidad? ¿Visión, misión y valores? Esas son palabras huecas para los días de fiesta. Como dijo Frank Zappa: Sólo estamos aquí por el dinero.

-Los últimos tres gobernadores, virreyes de fruslería, además de haber sido ineficaces y letales, han traicionado al pueblo de Zacatecas. Monreal, Amalia y Alonso buscaron, con toda su conciencia, abrir las puertas a la depredación. No fueron exigentes en el respeto de las reglas laborales y ecológicas, porque lo que menos les importa es el destino de la región zacatecana. No existe ninguna justificación para declararse inocentes; su lugar no está, nunca ha estado, en las filas de los trabajadores y el pueblo humilde.

No sólo abonaron su extensa frivolidad e ignorancia en asuntos que, en otras partes del mundo, son temas de acalorado debate y de luchas sin cuartel impulsadas por los pueblos despojados de sus riquezas naturales. En cambio, la obsequiosidad de nuestros virreyes dio garantías, sin precedentes, a los empresarios recién llegados.

La ciudadanía común guarda, hasta la fecha, mucha distancia de los conflictos que viven los trabajadores del parque industrial zacatecano. Los académicos no destacan como activistas fervientes, para poner en claro las secuelas criminales que dejan todos estos proyectos; los partidos políticos y los pocos sindicatos instalados, olvidaron el espíritu solidario. El movimiento estudiantil no existe. Ellos viven sus propios conflictos en la más profunda soledad. Creo que es momento de regresar al rescate de los valores clasistas. Los empeños posmodernos y exquisitos fenecieron vergonzosamente con la crisis.

Sin solidaridad, la nueva generación de trabajadores en lucha, tendrá que hacer su experiencia con sus propias fuerzas y recursos. Tendrán que combatir y analizar conjuntamente cada una de las fases de su confrontación contra los vampiros trasnacionales de Triumph México. ■

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