Pasó por la danza, ballet, teclado y le gusta mucho jugar ajedrez, pero Itzel Manjarrez se decidió por el deporte, que le inspiró una musa a través de la televisión: la coronación olímpica de María del Rosario Espinoza.
Era de madrugada y la oriunda de Culiacán organizó una pijamada con sus amigos para ver a su paisana ganar en Pekín 2008.
La conoció en un desfile en Guasave. Itzel era seleccionada juvenil, que cargaba su peto, la maleta y el teclado que le regaló su padre en sus 15 años.
Ahora, en Brasil, comparte el mismo sueño con María: una medalla olímpica.