■ Arqueólogos deben aprobar la construcción de dos parques solares en esta zona
■ Encuentran vestigios de hace 7 mil años AC de huachichiles sin descartar otros grupos
A partir de la Reforma Energética promulgada en el sexenio anterior, compañías tanto extranjeras como nacionales han presentado proyectos para la construcción de parques eólicos y solares que implican la intervención por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su programa permanente de Protección técnica y legal del patrimonio arqueológico y paleontológico.
Desde julio de 2018 y hasta el próximo 31 de marzo, un grupo de seis arqueólogos coordinados por Baudelina Lydia García Uranga, quien está al frente de este programa en el Centro INAH Zacatecas, se encargan de realizar trabajos de salvamento de patrimonio cultural en dos polígonos ubicados en el semidesierto zacatecano, en que se asentarán los parques solares Tuli y Helios.
Ayer en el contexto de celebración por el 80 aniversario de organismo federal y dentro de la II Cátedra INAH “Federico Sescosse”, fueron presentados los resultados parciales de estos trabajos bajo la denominación “La vida en el semi-desierto: aproximaciones arqueológicas en el municipio de Mazapil, Zacatecas”.
En dos polígonos, respectivamente de 514 y 513 hectáreas, ubicados a la altura del kilómetro 154 de la carretera Zacatecas-Saltillo, los arqueólogos realizaron trabajos de prospección que arrojaron la localización de cuatro sitios en el primer caso, y un sitio en el segundo, donde se encontraron entre otros vestigios, materiales líticos (puntas de flecha, chuchillos, raspadores); lítica tallada (metates y morteros), y cerámica, que abarcan cronológicamente en su más alta antigüedad, referida a una pieza, los 7 mil años Antes de Cristo.
García Uranga explicó que estos trabajos se llevaron a cabo para detectar la presencia de restos materiales de campamentos de los grupos humanos que ocuparon la zona noroeste del que ahora es el estado de Zacatecas, conocidos genéricamente como chichimecas, y sobre la que hasta hace algunos años no se sabía nada.
Precisó que en el caso concreto, la hipótesis que maneja el equipo de trabajo es que se refieren fundamentalmente a huachichiles, sin descartar que hubiera la presencia de otros grupos, ya que estos últimos se juntaron en algún momento con zacatecos y tepehuanes, así como con grupos de Coahuila, en defensa de sus territorios contra el avance de los españoles durante el periodo de Conquista.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia debe realizar, antes de que se autorice la liberación de zonas para el asentamiento de desarrollos extractivos como minas o parques eólicos o fotovoltaicos, trabajos de prospección arqueológica y en su caso, de excavación para el salvamento de vestigios, explicó.
Respecto de lo realizado por los arqueólogos Fabián Flores Lucio, Ana Laura Chacón Rosas, Pamela Itzel Arriaga González, Luis Humberto Nava Martínez, Fátima Ávila Herrera y Edgar Augusto Leal Hernández, quienes hicieron la presentación ayer de los resultados parciales de estos trabajos, la prospección se fue haciendo a manera de liberar en su avance partes de los polígonos a petición de las empresas o empresa que desarrollarán Tuli y Helios, quienes en este momento ya obtuvieron la liberación total de los mismos para poder instalar infraestructura.
También se precisó que son las empresas quienes absorben los costos de estos trabajos en su totalidad, incluidos sueldos de los arqueólogos, viáticos, traslados e incluso equipo (que ocasionalmente donan al organismo).
Carlos Augusto Torres Pérez, delegado del INAH en Zacatecas, presente ayer en el evento, precisó que se liberan las áreas donde ya se tiene conocimiento que no habrá afectación del patrimonio arqueológico.
“Es un tema que es complejo para el Instituto porque detrás de estos proyectos hay muchísimos recursos e intereses”.
Dijo que Baudelina García Uranga recibe continuamente llamadas de empresas “muy fuertes” que “se mueven directamente a oficinas centrales del instituto para tratar de agilizar estos trabajos de liberación”, pero aseguró que el Centro INAH Zacatecas cuenta con el respaldo de las autoridades federales para llevar a cabo los trabajos conforme a la norma, “llevándose el tiempo que se tengan que llevar”.
