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viernes, 26 abril, 2024
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Elba Esther y AMLO; ¿entrarán en simbiosis? (segunda de dos partes)

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Por: RAMIRO ESPINO DE LARA •

Me da pena aprender los nombres
de los pueblos mexicanos que nunca
aprendí en la escuela, y que hoy me sé
solo cuando en ellos ocurre una tremenda
injusticia
Fernando del Paso, en La Jornada, Rayuela
15 de nov. 2018

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Me queda claro que a Andrés Manuel López Obrador le interesa poder….. poder con los problemas tan severos que vive nuestra sociedad, me queda claro también que está buscando la mejor manera de enfrentar estos desafíos, va hacia la pluralidad y conciliación, hacia la consulta y a escuchar las injusticias que por años han estado presentes; en cambio, a la Mtra. Elba Esther le interesa el poder, solo desea encumbrarse para satisfacer sus instintos y necesidades que obsesivamente ha establecido a lo largo de más de dos décadas, quiere el poder para manipular a los que se dejen, a cambio de ello, les da privilegios y así los mantiene bajo control. No es cierto que a la citada maestra le interesa la educación de la niñez y la juventud, es imperativa, tanto, que hizo correr a quien se quedó en su lugar cuando fue liberada.

La Maestra tiene un discurso que va desde la ilusión hasta la ironía, es falaz en su manera de conducirse y determinante en los planteamientos que hace, realmente es aterradora su actitud, tanto que tiene la habilidad de manipular a sus “colaboradores” cercanos. Argumenta de una manera no sé si cínica o despótica que la despojaron de la dirección del SNTE aunque a ella no le importó despojar los derechos laborales a miles de maestros, recuerdo ese mentado video que fue causa de la renuncia del presidente de esta organización sindical y en el cual enfáticamente dice que no antepondrá sus intereses personales por sobre los derechos de los maestros; ¿no será un interés personal el hecho de que quiere imponerse para ocupar la presidencia del SNTE? Definitivamente su actitud es propia de una persona que está enferma de poder, lo peor, quiere infiltrarse en las filas del nuevo gobierno para caer en la simpatía del todavía presidente electo, mismo que ha manifestado que a la fecha no ha generado ningún compromiso con la maestra.

Creo que Andrés Manuel ha sido prudente en cuanto a no relacionarse todavía con la Mtra. Gordillo –muy por encima de que he afirmado que me pareció coincidente el triunfo de AMLO y la liberación de la maestra-, históricamente ella ha sido polémica y controversial, si se le permite participar en las filas del gobierno lopezobradorista, se nutrirá del sistema como siempre lo ha hecho. Lo que puede suceder es que al interior del SNTE se genere una confrontación entre juanistas y elbistas, si esto es así, lo más seguro es que esta lucha frontal la protagonicen solamente las élites magisteriales, motivo suficiente para que dejen organizar a la base magisterial que realmente se interesan por el futuro de la educación, que son los que pueden fortalecer al sistema educativo y, en su momento, darle un nuevo y mejor rumbo.

La maestra, con la intención de ganar simpatía con AMLO, se abandera de la misma causa; derogar la Reforma Educativa, con esto, ejercería presión ante las diferentes instancias para que se le reconozca como una verdadera combatiente, la diferencia es que AMLO lo que pretende hacer con la educación es beneficiar a los maestros en su relación laboral y, por consiguiente, fortalecer al sistema educativo; en cambio, a la maestra solo le interesa beneficiarse. No son estas condiciones para luchar por la educación, solo busca apultronarse en un sistema que por naturaleza debería ser noble y que por desgracia personajes como ella lo han contaminado de muchos años atrás, si le interesara realmente la educación del país, dejaría de lado esos intereses mezquinos en donde solamente ella y sus aliados se verían beneficiados; no encontrarán solución al problema sino que harán problema de la solución.

En sí, se desataría una lucha sin cuartel donde se espera que sean solo las élites sindicales quienes la protagonicen, en cambio, una vez que inicie el nuevo gobierno podría adoptar una postura meramente contemplativa ante este posible fenómeno y, trabajar intensamente con la base magisterial, quienes serán garantes de luchar realmente por la educación y que su bandera sea la pluralidad, y la concertación; entonces sí podríamos hablar de una democracia participativa y no como la que tenemos hoy: una barbarie
democrática. ■

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