Ciudad de México. El recorte del gasto en inversión que realiza el gobierno federal, una de las consecuencias de la disminución del gasto público, puede tener graves consecuencias sobre el potencial de crecimiento de la economía.
La advertencia fue puesta sobre la mesa en la más reciente reunión que sostuvo la junta de gobierno del Banco de México (BdeM), encabezada por el gobernador Agustín Carstens. En ella se mencionó que el efecto en el crecimiento de las reformas estructurales promovidas por la administración del presidente Enrique Peña Nieto «parece ser más acotado» de lo previsto.
La mayoría de los integrantes de la junta de gobierno del banco central coincidieron en que la economía mexicana está en un proceso de desaceleración, que se ha vuelto más marcado hacia el tercer trimestre del año.
«El dinamismo de la demanda agregada (consumo e inversión) ha sido afectado por la incertidumbre sobre la relación bilateral con Estados Unidos, los esfuerzos de fortalecimiento de las finanzas públicas (disminución del gasto para reducir el déficit fiscal y la deuda, respecto del tamaño de la economía) y la composición del ajuste del gasto», se lee en la minuta que da cuenta de la reunión realizada hace dos semanas, en la que la junta de gobierno del banco central decidió mantener en 7 por ciento la tasa de referencia.
El documento, publicado hoy, menciona que otra de las razones por las que se haya frenado el consumo y la inversión tiene que ver con «las acciones de política monetaria que ha tomado el banco central», que elevó la tasa de interés de referencia de 3 a 7 por ciento entre diciembre de 2015 y mediados de este año.
Uno de los temas presentes en la discusión fue el efecto que tiene y tendrá en el crecimiento de la economía la contracción del gasto en inversión por parte del gobierno federal -que ha sido uno de los renglones castigados por los recortes del gasto público.
«La inversión pública, que usualmente se caracteriza por efectuar proyectos con elevada rentabilidad social y que son en gran medida complementarios a la inversión privada, ha venido mostrando una fuerte caída en los últimos años”, comentó en esa reunión uno de los integrantes de la junta de gobierno del banco central, según recoge la minuta, en la que por política de comunicación no se identifica a los miembros del órgano colegiado por su nombre.
Con base en los datos de las cuentas nacionales y con cifras ajustadas para hacer comparables los periodos, la inversión pública ha caído en más de 45 por ciento desde su pico en el primer trimestre de 2009 al segundo trimestre de 2017, expuso.
«Los efectos de esta caída sobre el potencial de crecimiento de la economía podrían ser muy graves. El efecto de las reformas estructurales sobre el crecimiento parece haber sido más acotado que lo previsto en el momento de su implementación. Si bien se espera que algunas de ellas pudieran impactar positivamente a la actividad económica en los siguientes años, es poco probable que ello pudiera elevar significativamente el potencial de crecimiento de la economía», documenta la minuta.
