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domingo, 5 mayo, 2024
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Impuestos, reservas de la biosfera y circo

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Por: ALBERTO VÉLEZ RODRÍGUEZ • ROLANDO ALVARADO •

Una nota en La Jornada del 17/nov/16 lleva por título “Tello Cristerna se ha convertido en defensor de las compañías mineras”. En ella un conjunto variopinto de personas denuncian la oposición del gobernador a que se declaren reserva de la biosfera 2 millones 577 mil hectáreas del estado de Zacatecas. De acuerdo a R. García Zamora esa oposición es un acuerdo con las compañías mineras para que accedan a pagar el impuesto ecológico propuesto por el gobierno del estado. El viernes 24/feb/17 aparece en primera plana de La Jornada Zacatecas un encabezado en el que se cita a Tello Cristerna diciendo que “se la jugó” y que espera reciprocidad del gobierno federal. Según parece se la jugó aprobando las reformas estructurales de Peña Nieto cuando era senador, y ahora espera que la controversia que inició la presidencia de la República contra el impuesto ecológico sea a su favor. Por supuesto que las compañías mineras ya habían manifestado por todos los medios que no estaban de acuerdo con pagar nuevos gravámenes a sus ganancias, y el 12/ene/17 apareció en la prensa (e.g. El Sol de Zacatecas) la declaración de Carlos Pavón, secretario general del Sindicato Nacional Minero, “El Frente”, en contra del impuesto ecológico porque pone en riesgo su fuente de trabajo y debido que los patrones transferirán los costos del impuesto a los trabajadores. En declaraciones a La Jornada Zacatecas del 3/feb/16, Arturo Burnes Ortíz, olvidando que cuando él fue dirigente del SPAUAZ utilizó argumentos similares para justificar su voto de calidad para pasar la edad de jubilación en la UAZ de 25 a 30 años, no dudó en denominar “patético, paradójico y contradictorio” el actuar del sindicato minero sin escatimar el ditirambo hacia el impuesto ecológico de Tello Cristerna. Igual había opinado el diputado de Morena, Luis Medina Lizalde (Imagen 31/ene/17). El actuar del gobernador genera, sin embargo, polémica. Hay quienes apoyan el impuesto ecológico pero no ese actuar (e.g. “La valentía de Tello” Ernesto González Romo La Jornada Zacatecas 26/feb/17) y hay los que identifican la lucha de Tello con la de todos los zacatecanos (e.g. “Justicia para Zacatecas” Marco Vinicio Flores Guerrero La Jornada Zacatecas 24/feb/17). El PT, por su parte, declara que está a favor de que se declare zona protegida el semidesierto norte zacatecano (e.g. Lasnoticiasya.com 21/feb/17) a la vez que externa su apoyo al impuesto ecológico (NTR 7/feb/17). En nota de La Jornada del 24/feb/17 se menciona que Tello Cristerna acepta que bloqueó la declaratoria de reserva de la biosfera del semidesierto zacatecano por dos motivos: 1.- “no está comprobado” que haya una importante riqueza de flora y fauna en la región”, 2.- “la visión del gobernador y de mucha gente es que con la declaratoria se condenaba a Zacatecas al no desarrollo”. En todo esto se alcanzan a distinguir dos luchas diferentes por parte de gobierno del estado. La primera es por las compañías mineras, ya que se concibe que los empleos que generan “desarrollan” Zacatecas, aunque no es claro el significado que tiene para el gobernante ese “desarrollo”. No está de más decir que la pura creación de empleos, por sí misma, no abate la pobreza o el analfabetismo, mientras que sí está demostrado que la industria minera genera daños al medio ambiente. Y tan lo está que la segunda batalla consiste en que las compañías mineras paguen un “impuesto ecológico” que permita resarcir el daño que causan. No queremos aminorar, o enfatizar, el aire de paradoja que hay en toda esta discusión: no se quiere declarar reserva de la biosfera el semidesierto porque el gobernador no está seguro que haya la suficiente riqueza vegetal y animal, pero sí está cierto, porque se lo dijeron las compañías mineras, que hay riqueza mineral. Y también está seguro que causan daño las actividades de extracción, por lo que decide gravarlas. ¿No es claro que la mejor manera de cuidar el medio ambiente es que se impida la extracción? En fin, para no caer en esa “postura maximalista” se puede matizar: ¿no es mejor comenzar por establecer cuánto y cuál es el daño que realizaran las compañías mineras sobre la biosfera y a partir de ahí definir el monto de lo que se les cobrará para resarcirlo? Indudablemente si el daño es irreversible, porque puede serlo, entonces la mejor política es que no se instalen. Pero sobre bases racionales, no discursos y presentimientos. Es, sin embargo, muy claro que la extracción de minerales es un proceso irreversible en el sentido de que altera la biosfera de manera permanente, pero lo relevante aquí es que esa transformación no implique la imposibilidad de que sostenga la vida vegetal o animal debido a la proliferación de metales pesados u otros químicos. Tal es el tema ecológico. El tema económico consiste en establecer el beneficio neto de la actividad de las trasnacionales mineras en los pueblos que invade, y en esto parece ser el caso que ese beneficio es mínimo. Esa evidencia no le queda clara a los gobernantes zacatecanos porque carecen de estrategia de desarrollo, y no aspiran a tener ninguna. Dependen de los flujos de capitales del centro del país y de las compañías trasnacionales. ■

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