Y el futuro ya llegó. El agua se ha convertido en el centro de la atención de gobiernos e iniciativa privada. En Zacatecas los diagnósticos de los principales acuíferos son preocupantes, porque la sobreexplotación los está llevando a la extinción (como el Guadalupe-Bañuelos). Por ello, sin duda se requiere resolver el problema de la suficiencia de agua para las zonas urbanas, la industria y la producción de alimentos. 73 por ciento del agua que se extrae del subsuelo es para uso agrícola, de la que se desperdicia alrededor de 60 por ciento debido a los sistemas de riego rodado. Y el agua destinada al consumo humano representa 20 por ciento de la extracción, de la cual se desperdicia casi 40 (del sistema de Jiapaz) por tantas fugas e irregularidades de reparto. La falta de planeación urbana ha generado que la mancha de la zona metropolitana (no sólo la conurbada) crezca sin fijarse en las áreas de escurrimiento y recarga de acuíferos. Ha sido un verdadero desastre. Y los acuíferos, decíamos, están en focos rojos, el déficit de reposición del líquido es enorme: del agua que se extrae no se repone 40 por ciento. Sobre esta base Gobierno del Estado retoma un proyecto elaborado desde Conagua, en el sentido de construir una mega-presa (47millones de metros cúbicos) con el río Milpillas en Jiménez del Teul. La pregunta es, ¿es la solución al problema arriba descrito? ¿Cuáles son los móviles reales de dicho proyecto?
Primera duda: ¿realmente cuesta 40 millones de pesos la elaboración del proyecto técnico? Es una cifra inaudita para la elaboración de un proyecto. Segunda duda: si el objetivo es recuperar tres de los acuíferos sobre-explotados (Benito Juárez, Bañuelos y Calera), ¿por qué primero no regulan el enorme desperdicio de los sistemas de riego? Además de otras medidas, como optimizar el uso del agua del mejor acuífero del estado, el de Calera: al grupo Modelo se le permite la extracción de 11.6 millones de metros cúbicos al año del agua de mejor calidad, mientras que del mismo acuífero se extraen alrededor de 4 millones para abastecer la zona metropolitana Zacatecas-Guadalupe (Darcy Ttreault); y completan el abasto de agua para uso humano de acuíferos que tienen agua de muy mala calidad como el Bañuelos. Y aquí entra la cuestión más confusa: si el agua de la presa es para uso urbano, y 73 por ciento del gasto de los acuíferos se destina al uso agrícola, ¿cómo piensan proteger a los acuíferos de la sobre-explotación? ¡No se explica!
La idea de la inversión mixta (pública y privada) introduce varias dudas. En la propuesta legislativa sobre aguas en Zacatecas, la fracción del PRI proponen abiertamente la privatización del servicio de agua para uso urbano, y el manejo del acuífero de la presa a la zona destino (160 kilómetros) implica potabilizadores dada la mala calidad del agua transportada. Si empresas privadas se hacen cargo de la potabilización y se privatiza el servicio, el negocio será monumental. Parece ser un proyecto con fuertes móviles económicos: una construcción de 10 mil millones de pesos, y el efecto en la posible venta del agua a la zona metropolitana. Y la duda se fortalece cuando las medidas más importantes para resolver el problema se pasan por alto, como la gestión del riego y la optimización del acuífero de Calera.
