En diversas direcciones y dependencias, unas más grandes, otras más pequeñas, han transcurrido años de trabajo intenso, en la dirección jurídica, por ejemplo, los avances logrados hasta ahora, son significativos, ya en su momento los habremos de abordar con calma y con la mayor de las atenciones, otra de las direcciones en la que se refleja el trabajo realizado, aflora de una manera, digámoslo, irregular.
Desde aquellos años en los que don Luis García Espinoza fungía como titular de Tránsito del Estado, “el huracán de Concepción del Oro” se esforzaba por darle otra imagen a esa corporación de los sufridos “agentes de tránsito”, en buena parte lo logró, pero los males, los vicios, las tranzas pues, siguieron vivas, eran como un mal necesario que hasta la fecha permanecen y dañan a quien ose o intente exterminarlas.
Los grupos incrustados en este importante órgano de la estructura responsable de las buenas acciones en materia de vialidad y distribución de concesiones o venta de placas, no se tientan el corazón para enredar a quienes tratan y luchan por salir airosos de las tareas encomendadas por “la superioridad”.
No hay necesidad de recordar o mencionar datos o cifras de funcionarios de sexenios anteriores que provocaron desquiciamientos en la existencia de centrales de taxis, o de organizaciones sindicales que más que nada estaban o fueron creadas para encubrir quienes malamente han llegado a obtener, pasando por alto el trabajo de tantos hombres del volante que esperan esas respuestas de sus dirigentes fallidos.
En la dirección citada hay acusaciones que tarde que tempranos habrán de arrojar datos precisos de quiénes, por qué y cuántas concesiones han salido, no en este sexenio, sino en otros, o en aquellos tiempos en los que hubo una vez un gran rey que llegó a ser presidente municipal, y bueno, hasta logró ocupar una curul en el congreso del estado (no es necesario decir el nombre, es altamente conocido el señor). Ahí hubo turbiedades que mancharon el buen trabajo de aquellos taxistas laboriosos, honestos que se la partían de sol a sol unos y otros más desde el oscurecer hasta ya muy altas horas de la mañana.
Hoy, al interior de la dirección de tránsito, un personaje enfrenta ataques de quienes bajo la penumbra pretenden llevarlo a un callejón sin salida, intentan manchar, no les importa el cómo, el trabajo que ha venido realizando para hacer de la corporación, una institución digna y noble al servicio de las y los zacatecanos.
Se espera en este asunto, la intervención firme, recta y decidida de la autoridad en la materia, para que aquél que es ahora acusado y lo quieren sentar en el banquillo, reciba, como debe de ser el respaldo mayoritario de quienes en esa área trabajan.
Y mientras que unos se acercan o se suben a la mesa que más aplauda, otras tratan de mantenerse lo más alejados posible, porque en caso de incendio, las llamas los alcanzarían y en estos tiempos de fin de año y del inicio de una docena de meses que serán decisivos para la sucesión gubernamental, hay quienes luchan por avanzar sin ser vistos y otros van que trotan y trotan, a salto y salto, en busca ya desde ahora, de todos los apoyos posibles para lograr sus objetivos.
Unos quieren ser gobernantes, otros los hay que buscan con afán ya sea una presidencia municipal o diputación, e imagínese usted que cada tres años, los pleitos por conseguir regidurías son más constantes, y ahí no importa si los rivales son de tal o cual sexo.
¿Qué los partidos rigen este tipo de cosas?, o ¿qué existen órganos colegiados que vigilan que aquellos que quieren ser, lo hagan dentro de los reglamentos establecidos?, tal vez sí, tal vez no. Pero la sociedad en su gran mayoría ha ido a la baje en cuanto a credibilidad en los institutos políticos. Hace unos dos o tres días, en torno a una mesa de café, cuatro campesinos, priístas por cierto, hacían comentarios en torno al trabajo realizado al frente del Partido Revolucionario Institucional por un tal Juan Carlos Lozano Martínez que usted que me lee bien debe conocer.
De lo que de este personaje comentaron, lo habremos de abordar en una próxima entrega, ahora solo habremos de hacer referencia a un punto que los hombres “en comento” abordaron con esa sabiduría propia de los hombres del campo: “¿Quién irá a quedar en el lugar del profesor?, espetó uno de los campiranos. Y el de la derecha le comenta sin tapujos: “pues el profe Pancho, el del Téul, aquél que perdió con el de Nochis la diputación federal”.
En la charla y ya picaos, otro de los amigos interrumpe y dice a media voz: “dicen que ya llegó el ex presidente de Zacatecas, Arnoldo el extreñido. ¿Qué quiere dirigir al tricolor…será? Y el que no había dicho nada entró a la charla del análisis político y suelta la carcajada y dice con cierta fuerza en sus palabras: “Ni Chema ni Chana, sino todo lo contrario”, la dirigencia del primoroso dijo ya con signos de seriedad en el rostro, va a ser para un mentor, pero hay que buscarlo, hay que buscarlo. ■
Con este breve diálogo entre campiranos que quieren a su partido, termino mis comentarios.
Nos leeremos la próxima semana.
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