Ayer domingo se cumplió un año del inicio de este régimen de sello priísta, un año caracterizado por un proceso de desmantelamiento del país, que el equipo de Gobierno federal, encabezado en lo visible por Enrique Peña Nieto, y operado por un equipo de extracción salinista, han venido implementando en un verdadero proceso de rapiña, sumado a una manifiesta incapacidad de gobierno, donde la economía, la seguridad pública, la seguridad social, y en general todo el país, están al borde de la anarquía y sin avances visibles en algún renglón, esos son los verdaderos saldos del primer año de Enrique Peña Nieto al frente del gobierno.
Uno de los rubros más sensibles es el de la economía, donde al inicio del año las perspectivas de crecimiento se ubicaban en 3.5 por ciento, bajando poco tiempo después Videgaray el secretario de Hacienda a 3.1 por ciento, posteriormente a sólo 1.8, llegando el mes pasado hasta en 1.3 por ciento en la declaración más optimista de este organismo, esto representa un gran estancamiento de la economía, que sólo crecerá un tercio de lo que lo hizo en 2012, muy lejos de 3.9 por ciento del año pasado y más lejos aún del promedio de 4.3 por ciento en que creció la economía durante los últimos tres años del gobierno de Felipe Calderón, lo que enfrentado en las perspectivas inflacionarias para este año, de cerca de 4 por ciento, lo que nos muestra una triste realidad: la economía no sólo dejo de crecer, sino que decreció, decayendo más de -2.0 por ciento. Cuando estábamos peor, estábamos mejor que ahora.
Todo ello está acompañado con una caída sostenida del PIB a lo largo de todo el año respecto al pasado en los mismos periodos de tiempo, lo que viene afectando a todo el aparato productivo del país, provocando que las grandes empresas por primera vez en mucho tiempo vieran reducidas sus utilidades, y si esto sucedió con las grandes, las medianas, pequeñas y microempresas han sufrido de lleno el impacto, miles han cerrado, con el consiguiente impacto en el empleo, la justificación gubernamental ha sido que en todo el mundo se han hecho ajustes a la baja en las expectativas de crecimiento y México no es la excepción, además que: “la economía mexicana estuvo sujeta a choques transitorios provenientes del sector externo, como una desaceleración en la demanda externa iniciada desde 2012, sobre todo del mercado de EU”, según justificó Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda.
La seguridad corre una suerte parecida, se tiene registrados casi el doble de homicidios que durante el mismo periodo del primer año de Calderón Hinojosa, cuando declaró su guerra contra el crimen organizado, los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) apuntan a que en diciembre de 2012 se iniciaron mil 696 averiguaciones por muertes violentas, en tanto que de enero a octubre del presente año suman 15 mil 350 expedientes, lo que rebasa lo reportado de diciembre de 2006 a octubre de 2007, justo en el primer año del gobierno del panista Felipe Calderón, cuando se perpetraron 9 mil 551 homicidios dolosos, los datos del SNSP también mencionan mil 546 querellas que se han interpuesto durante la presente administración por secuestro, lo que sólo es una punta de iceberg.
Además, los reportes que hace públicos Gobierno federal por averiguaciones iniciadas por extorsión consignan que entre diciembre pasado y octubre de este año suman 7 mil 270, y durante el mismo periodo se tramitaron en todo el país 173 mil 657 averiguaciones por robo de vehículo con y sin violencia, una verdadera contradicción con el decir y el hacer de Peña Nieto, quien en marzo pasado pidió un año para que los mexicanos comenzaran a percibir una reducción de la violencia ligada a las bandas del crimen organizado, y si de percepciones se trata, la aprobación a Peña Nieto cayó ocho puntos entre los ciudadanos y 27 puntos entre líderes de opinión, para ubicarse entre 44 y 40 puntos, respectivamente, según encuestas del grupo Reforma, donde por primera vez en el sexenio la desaprobación social superó a la aprobación y las calificaciones que le dieron ciudadanos y líderes son reprobatorias, con 5.5 y 5.2, reprobando especialmente el combate al crimen organizado y los nuevos impuestos, viendo negativamente la mayoría de los ciudadanos y líderes el gravamen a los refrescos y la homologación del IVA en la frontera, entre otros.
Sólo con estos dos importantes renglones, además de otros en las mismas condiciones, podemos percibir que la situación de nuestro país es grave, y puede empeorar aún más, esto ya lo veíamos venir y estábamos alertando desde antes que tomara posesión Peña Nieto; por nuestra parte, en Zacatecas estamos realizando un importante esfuerzo para aportar soluciones, trabajando desde ya en la conformación de Movimiento Ciudadano en Zacatecas, poniendo nuestro esfuerzo para lograr una nueva era, generar una nueva etapa de esfuerzo político que seguramente dará frutos con gobiernos más responsables, realistas y con sentido social, que enfrente las problemáticas que la sociedad reclama cada vez más, ante un Gobierno del Estado y federal de élite y para élites, que sólo está favoreciendo a un pequeño grupo del poder político y económico.
Movimiento Ciudadano ya es segunda fuerza en estados como Jalisco, tiene alcaldías tan importantes como la de Acapulco, corazón económico del Estado de Guerrero, entre otras, y en Zacatecas está en vías de convertirse en factor de desarrollo y superación ante los nulos resultados de estos gobiernos priístas; Movimiento Ciudadano es la opción y la vía de lucha para los ciudadanos conscientes y responsables que ven la realidad del país y de sus gobierno y quieren algo mejor, por lo que no bajaremos la guardia hasta ver un mejor país, un mejor México y un mejor Zacatecas. ■
