Santiago. En un día tenso y extraño, con desórdenes continuados desde la noche aunque de menor envergadura, el país está viviendo los 40 años del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, mientras que Sebastián Piñera aprovechó para culpar de los horrores sucedidos al mandatario fallecido.
En forma inexplicable para muchos, la hija de Salvador Allende, la senadora Isabel Allende, le agradeció a Piñera porque la telefoneó en la mañana para hablar sobre el significado de este día y afirmó que sólo tenían discrepancia menores con éste sobre el significado de la fecha.
Hablando para una revista estadunidense, dijo que lo sucedido hace cuatro décadas «fue una parte muy oscura de nuestra historia».
Al ser consultado por la figura de Allende, el presidente afirmó, revelando su verdadero sentir, que «a pesar de que el presidente Allende fue elegido democráticamente, mi opinión es que él empezó por no respetar los principios democráticos básicos. El no tuvo ningún respeto por la ley”. Luego con los mismos argumentos de la dictadura, insistió “ésta fue una situación muy dramática para Chile, porque la gente del país no estaba de acuerdo con transformar a Chile a un modelo de socialismo marxista como el de Cuba», afirmó.
No contento con eso, reiteró la vieja mentira de Augusto Pinochet, desmentida por la realidad: “Comenzaron a establecerse grupos armados», y «muchas personas llegaron desde Cuba y de otros países de América Latina .
La situación se tornó muy controvertida, y muy violenta por ambos lados. No había diálogo». Sobre el golpe propiamente tal, confesó que «la mayoría pensaba que esto sería una situación breve y que la democracia se reanudaría al poco tiempo después. El Ejército actuó no porque se volvieron locos un día. No fue algo repentino, no fue una sorpresa», explicó sobre la equivocación de la derecha.
El escándalo de la fecha corrió por cuenta de las autoridades carcelarias, que permitieron al genocida y torturador Manuel Contreras Sepúlveda, quien sigue ostentando la calidad de general del Ejército y cobrando una millonaria pensión, pudo dar entrevistas surtidas.
Con el más espantoso cinismo, Contreras afirmó que “los detenidos desaparecidos están todos, hay mil en el Cementerio General, en los patios 9, 12, 24, 25, 26,27, 28 y 29, en fosas comunes, que fueron entregados al Servicio Médico Legal”, agregando que “la DINA no lanzó cuerpos al mar”. Ese servicio desmintió categóricamente y de inmediato las supuestas fosas
comunes.
Luego llegó al paroxismo de la sinvergüenzura al decir: “No murió nadie en un centro de detención de la DINA, no me pregunte a mí. La DINA no tenía ni buques ni aviones ni helicópteros. Ninguno fue lanzado al mar, todos fueron llevados al Servicio Médico Legal”, sostuvo.
Consultado sobre los presos políticos ejecutados por uniformados, declaró que “no hay ninguna justificación. Yo no ordené jamás torturar, lo tenía prohibido. Yo no conocí la violación a los derechos humanos. Yo respondo por la DINA”.
Asimismo, se refirió al reconocimiento del Ejército sobre que hubo crímenes de lesa humanidad, confesión realizada por el ex general Juan Emilio Cheyre mientras fue comandante en jefe, asegurando que “Cheyre mejor que no hable. Cheyre fue el destructor del Ejército, fue el traidor a los oficiales”.
Contreras calificó a Cheyre como “cobarde”, diciendo que éste “nunca ha confesado lo que él hizo. Pregúntele a él, no a mí. Hay muchos testigos. Que él le diga qué hizo y que no hizo”.
Además, el criminal se refirió a la detención de Michelle Bachelet y su madre Ángela Jeria, manifestando que esto se llevó a cabo por una orden directa que le dio Augusto Pinochet. Tras detenerlas, aseveró que las llevó a la Academia de Guerra Aérea.
No obstante, negó que la ex presidenta haya sido torturada, afirmando que “no es verdad lo que dice” Michelle Bachelet sobre ello. Asimismo, corroboró lo dicho por su hijo de que admira a Miguel Enríquez, el dirtigente máximo del MIR, porque “murió como un hombre, combatiendo hasta el último momento, defendiendo a su mujer, no como el señor Allende, que lo único que le conocimos fue la espalda, nunca le conocimos la cara”.
La indignación ante tanta estulticia fue generalizada pero se destacó que se necesita exigir responsabilidades por las facilidades que recibió para dar entrevistas.
En tanto, el ministro del Interior, Andrés Chadwick calificó como actos de violencia menores los episodios de la madrugada, que según su primera versión finalizaron con 13 detenidos, aunque más tarde y tras la revisión final se confirmó que el total fue de 68.
Hubo un autobús incendiado al igual que un auto. Junto a ello, detalló que en la Región Metropolitana se levantaron barricadas en 10 comunas y cinco vehículos fueron quemados, de los cuales tres se encontraban en funcionamiento.
El único episodio que el personero calificó como de mayor gravedad fue la colocación de un artefacto explosivo en un bus del Transantiago por parte de dos personas, en la intersección de Avenida Los Leones con calle Coronel en Providencia, dejando daños de menor consideración.
Durante este día, se han producido barricadas y desordenes especialmente frente a Colegios y recintos universitarios.
Rinden homenaje a diputados desaparecidos durante la dictadura
En otro inexplicable episodio, la Cámara de Diputados rindió homenaje a tres diputados desparecidos durante la dictadura: Vicente Atencio del Partido Comuinista, Carlos Lorca del Partido Socialista y Gastón Lobos del Radical.
Pero, se guardo en el tintero a un segundo socialista, Luis Espinoza, quien al momento del golpe estaba desaforado pero que mantenía su cargo parlamentario y a quien se le aplicó la ley de fuga en la ciudad sureña de Puerto Montt.
El comunista Guillermo Teillier al referirse a estos desaparecidos, recordó que Salvador Allende comunicó el 9 de septiembre a los comandantes en jefe que el martes 11 iba a anunciar un plebiscito en el cual se iba a poner su cargo en juego, lo que echa por tierra la mentira de que se iba a la Guerra Civil.
El diputado hizo hincapié en el largo proceso para dar con el paradedo de Atencio, cuyos restos fueron encontrados en 1990. «Ni el poder legislativo, judicial, las FF.AA, ni el Ejecutuivo han tenido la grandeza necesaria para dar respuesta a la demanda de verdad», recalcó.
También habló el socialista Fidel Espinoza, hijo del ejecutado Luis, quien comenzó su intervención haciendo un homenaje a Allende.
Espinoza -quien llevaba colgada una foto de Carlos Lorca- aseveró que en los tres parlamentarios desaparecidos, «están representados también los miles de chilenos que consigna el informe Rettig».
«Me corresponde como jefe de bancada de partido referirme a Carlos Lorca, un jóven dirigente, muy cercano al compañero Salvador Allende, detenido cuando apenas tenía 31 años. Fue un luchador ejemplo de la resistencia», aseveró.
Espinoza dijo que a «40 años despues del golpe aún no sabemos dónde está Gastón ni Carlos. Por eso aunque a muchos que les moleste, cada año que pasa no nos acercamos al olvido».
