El estado de Zacatecas tiene muchos problemas en su desarrollo: el campo no produce lo que consumimos, no hay arranque de la industria y la producción de manufacturas, la educación en todos sus niveles tiene déficit de calidad abrumadores, la reproducción laboral es menor a la creación de riqueza, lo que significa que se está fugando la riqueza del estado; en fin: desigualdad, pobreza y bienestar lejos de lo deseable. Un factor esencial para construir el diseño y la aplicación de soluciones sociales es el conocimiento, pieza clave para encauzar a la entidad en el rumbo del desarrollo humano. Y esto se logra vinculando a la institución que se encarga de organizar la política pública y la que tiene bajo su responsabilidad la investigación y la formación del capital humano necesario para las tareas del desarrollo. Por ello, en esta casa editorial creemos que es muy importante la decisión de que Gobierno estatal y la UAZ convengan formalmente para lograr los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU en Zacatecas: “reducir las brechas de la desigualdad, eliminar la pobreza extrema, acabar con el hambre, conseguir la verdadera calidad educativa, asegurar la sostenibilidad hídrica, implementar nuevas formas de energía, hacer una economía de la innovación, conseguir para todos el derecho efectivo a la ciudad, cambiar los patrones de consumo no saludables, planear un desarrollo con la mirada puesta en los riesgos del cambio climático, el cuidado estricto del medio ambiente, lograr formas de procuración de justicia optimas e invitar a todos los actores a participar de estos esfuerzos”. Las instituciones se comprometen a cambiar internamente para hacer posibles estos objetivos. La UAZ cambiará su política de investigación y su mapa de oferta educativa, y Godezac incluirá a los académicos en sus iniciativas y programas.
Sin embargo, esto es aun mera intención. Aun no hay nada concreto. La declaración es importante y un avance. Pero es como haber avanzado a la orilla del río, falta meterse al agua. ¿Qué proyectos concretos se llevarán a cabo? Porque un convenio ‘marco’ es pura (buena) intención. ¿Dónde veremos la colaboración conjunta de Universidad-Godezac que impacte en el nivel de vida de los zacatecanos? Para que los académicos salgan del aula y el cubículo y se enfrenten con la realidad del estado falta un salto que no vemos con claridad. Y el gobierno, tendrá que innovar sus formas de conducción y superar el burocratismo tradicional. Es decir, reconocemos que la intención es de buena factura, pero falta ver lo efectivo: las acciones de colaboración concreta orientada a lograr los 17 objetivos arriba señalados. Nos tememos que para eso falta todavía un trecho. Sincronizar agendas será difícil. Pero hacemos votos para que este convenio marco no quede en la firma de intenciones, sino conduzca a resultados efectivos.
