■ Autores de La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto presentan su libro en Foros de Libertad
■ Los comunicadores se están refugiando “en revolucionarse a sí mismos”, asevera
“De eso se trata y deberían de tratarse las democracias, de que los medios de comunicación, los periodistas, sean o tratemos en alguna medida o en algún momento, de ser un contrapeso del poder. Ser los ojos de la gente y ayudarle a tener un mejor gobierno”, dice Daniel Lizárraga, jefe del equipo de Investigaciones de Aristegui Noticias.
Pero el periodismo no sólo en México sino en el mundo, se encuentra en una crisis a la que lo ha llevado el modelo de negocio, la manera tradicional de financiamiento de los medios de comunicación basada en la venta de publicidad ya sea oficial, comercial o ambas, apunta.
Ante las crisis económicas que enfrentan estos medios tradicionales, sus dueños están salvando al negocio pero “sacrificando al periodismo”.
Ayer por la noche en Los Foros de Libertad de La Jornada Zacatecas tuvo su presentación La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto (Grijalbo, 2015), libro en que se amplía la investigación que realizara el equipo conformado por Rafael Cabrera, Irving Huerta, Sebastián Barragán, encabezado por el propio Lizárraga, que costó justo, la salida de MVS Noticias del proyecto informativo dirigido por Carmen Aristegui.
Este despido puso sobre la mesa la confrontación entre los intereses comerciales de los medios de comunicación y los derechos a la información y la libertad de expresión, mismo que no pudo resolverse en México por la vía legal y se encuentra en este momento litigándose en instancias internacionales, concretamente ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Pero la censura está siendo salvada en otros países con “ejemplos muy rescatables”, apunta Daniel Lizárraga en entrevista previa a esta presentación y que ofreció acompañado de Irving Huerta.
Los periodistas, dijo, se están refugiando “en revolucionarse a sí mismos” convirtiéndose en microempresarios que buscan esquemas de financiamiento diferentes, “donde lo importante sea el periodismo y vivir dignamente”.
Ejemplificó esta tendencia internacional con los casos de Ciper -Centro de Investigación Periodística- en Chile, que dirige Mónica González; El Faro en El Salvador, y Ojo Público en Perú. En Rusia existe otro medio de comunicación con este perfil, Medusa, dijo.
Afirma Daniel Lizárraga no saber si esta tendencia proseguirá, “ninguno de nosotros lo sabemos”, pero sí sostiene que la revolución estará en los reporteros y no en los medios, porque estos “no van a cambiar”.
En una reciente reunión internacional celebrada por periodistas de investigación en Noruega, se debatió este tema y también la necesidad de que los medios de comunicación rindan cuentas en términos de transparencia, pero no hubo una conclusión.
“Pareciera ser que las salida son ese tipo de medios”, pero aún no se expresa en ello un panorama claro, dijo.
El debate de cómo lograr mejores medios debe plantearlo la sociedad, dijo y trajo a colación el caso de la radio y concretamente la experiencia vivida por los periodistas del equipo dirigido por Aristegui, que “refleja lo que puede hacer un concesionario”.
Acota, “ellos son los dueños de los fierros pero no del espacio donde se transmite. Esto me parece que tiene que ser una batalla donde no nada más estén los medios sino la gente luchando por su derecho al acceso a la información”.
Esa es entonces una lucha de la ciudadanía pero los periodistas tienen otra. El darse cuenta que no les llevará a ningún lado seguir “peleando desde dentro del propio sistema tradicional, porque pase lo que pase no va a cambiar”.
El gran debate para los periodistas que buscan hacer un trabajo que construya ciudadanía, “es qué vamos a hacer nosotros para formar otro tipo de medios que no tengan nada que ver con la publicidad. Ése es el punto”, dijo.
Entre las aristas propuestas de este periodismo que busca recuperar la credibilidad expuso como parte fundamental su vocación de mirar hacia la gente y no hacia el poder.
“Parecer ser que la clave está en volver la cara hacia la gente, identificarnos con ellos y que la gente se identifique con los periodistas, no necesariamente con los medios”.
Ayer en la presentación de La Casa Blanca de Peña Nieto estuvieron para ofrecer elementos de cómo se realizó esta investigación periodística y sus efectos, también los periodistas Irving Huerta y Sebastián Barragán.
Con esta ocasión, y luego de que se expusiera que la plataforma Méxicoleaks buscará integrar además de los medios nacionales Aristegui Noticias, Proceso y Animal Político, entre otros, a medios establecidos en los estados de la República, el director de La Jornada Zacatecas, Raymundo Cárdenas Vargas, solicitó a Lizárraga hacer llegar la solicitud de este periódico para incorporarse a la iniciativa.
