9.8 C
Zacatecas
martes, 30 abril, 2024
spot_img

Autocebollazo (2)

Más Leídas

- Publicidad -

Por: Jorge Humberto De Haro Duarte •

La aventura teatral continuó y los resultados fueron más que halagadores, es más, las expectativas fueron superadas ampliamente. La aventura teatral fue plena y llena de momentos mágicos en que la realidad se vio transformada en ficción y el público tuvo la oportunidad de participar como parte de las vivencias que se desarrollaron en la escena. Una presentación intimista con tintes dramáticos y existenciales, en el caso del monólogo en un acto “Solo” de Samuel Beckett presentada en la Bóveda 1 del Centro Cultural Ciudadela del Arte y otra llena de jocosidad y desparpajo en la pastorela cómica “Pastores somos y en el camino… ¿por dónde andamos?” de Carlos Aguilar Rodríguez presentada en dos ocasiones en su estreno, en el Centro Estatal de las Artes y en el Centro Cultural Ciudadela del Arte. Ambas funciones con llenos.

- Publicidad -

El final de temporada de “Solo” se vio engalanada por un lleno total y en el que sobre la marcha tuvieron que irse acomodando más sillas dentro de un orden inusitado dado que la pieza transcurría en esos momentos dentro de la obscuridad total; una experiencia inédita para esta pieza con casi nueve años de duración en cartelera y que ha sido presentada en varios estados de la república y en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos durante dos temporadas. Hubo una profunda comunión entre el actor y el público logrando que el escenario se transformara en un espacio de meditación y divagación en torno al fenómeno de la soledad. El silencio fue el principal aliado en la comunicación entre los asistentes y el personaje. La última de las más de ochenta representaciones de esta pieza no pudo tener mejor momento.

En cuanto al otro trabajo, correspondió al final de la ejecución de una aventura denominada Laboratorio Teatral. Este fue un ejercicio de formación individual y colectiva en el que se exploraron algunas de las disciplinas que conforman la actividad escénica durante un período de diez semanas entre ellas el acondicionamiento físico, la dicción, la expresión corporal, el desplazamiento escénico, el análisis de texto y la caracterización del personaje. Además de las tareas estrictamente teatrales, se experimentaron campos como el desarrollo humano a través de ejercicios estructurados de grupo, la euritmia, el canto, la poesía, el psicodrama y otras búsquedas que tienen que ver con los procesos de sanación psicológica y conductual desde el convencimiento individual de cada uno de los participantes cuyas edades oscilaron entre los 7 y 72 años.

El esfuerzo realizado por cada participante permite afirmar que los cambios realizados en cada uno de ellos y el aprendizaje adquirido, servirán para enfrentar sus compromisos presentes y futuros con mayor solvencia y asertividad.

Hubo durante este proceso formativo una amalgama de ideas, apoyos, intervenciones y otros fenómenos de convivencia grupal que le dieron una caracterización especial, fue muy grato experimentar con las posibilidades y ganas de hacer bien las cosas de cada uno de los participantes, se establecieron vínculos de amistad estrecha entre todos los participantes independientemente de las edades, fue muy grato también, observar que cuando los niños se quedaban en el laboratorio teatral, los papás también se incorporaron al mismo y al revés, papás que estando en el taller llevaron a sus hijos para que también se incorporaran, de hecho hubo 4 familias que estuvieron participando en la experiencia de laboratorio teatral y a nadie le incomodó aportar a los trabajos sin restricciones, la herramienta principal del actor, el cuerpo humano.

Al final se realizó una memoria con los comentarios de todos los participantes y se espera que pronto sea publicada como una experiencia tanto teatral como filosófica y científica en los terrenos de la aplicación de proyectos, habilidad en la que la mayoría de los mexicanos nos quedamos cortos puesto que somos muy buenos para argumentar y muy pobres para protagonizar. Este punto será el talón de Aquiles de la próxima administración.

Por lo demás, desde aquí se agradece el apoyo valioso del Ing. Manuel Meza Montalvo, a la Sra. Susana Dora Díaz Dueñas al Sr. Jorge Pintor y Uriel Cruz para la ejecución de este proyecto, subdirector y colaboradores del Centro Cultural Ciudadela del Arte. Especialmente, se agradecen los buenos oficios del maestro Alfonso Vázquez Sosa, Director del IZC y a la Dra. Xóchitl Marentes Esquivel, Directora de Enseñanza e Investigación del IZC para que este ejercicio de investigación se llevara a cabo. La Secretaría de Cultura también fue partícipe en la gestión de este proyecto.

Ahora bien, por qué el autocebollazo, pues por la sencilla razón de que los medios no están interesados en informar y fomentar a través de sus publicaciones, estos ejercicios de desarrollo y crecimiento social. Están más interesados en la nota roja y el amarillismo político y todo lo que huela a morbo que con los esfuerzos que hace la sociedad y las instituciones por sacar al buey de la barranca.
Esperamos darle continuidad al proyecto.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -