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domingo, 2 junio, 2024
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Comparando la experiencia política española y la nuestra.

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Por: RICARDO BERMEO • admin-zenda • Admin •

Habíamos seguido -y seguimos todavía- con especial atención los acontecimientos políticos españoles, que hemos analizado aquí, en varias ocasiones. Como sabemos por otras muchas lecturas, la izquierda española, especialmente Podemos,  ha entrado en una fase particularmente difícil, de balance, y de relanzamiento programático, visible en la preparación y en los diversos conflictos internos,  de cara el próximo congreso de Vistalegre II.

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El dilema: o bien, la refundación del nuevo partido, con una orientación política de transformación efectiva -no exclusivamente estadocéntrica- por la vía de construcción de contrapoderes; o bien, hundirse en el pantano de las intrigas entre camarillas burocrático-partidistas, limitándose a ocupar su lugar, dentro del Estado, en el recambio -en curso- de las elites políticas.

Un impresionante ciclo político, uno de sus hitos, el movimiento de ocupación de las plazas, que el 15 de mayo del 2011, irrumpiera en Madrid, (de ahí la sigla 15M) para contagiar  después a decenas de ciudades por todo la geografía política española, movilizando a millones de habitantes, y dando un giro al imaginario político  español, que en los años siguientes resultaría determinante, para la continuidad de formas de hacer política, que han desembocado  en la situación actual. Fuerzas bloqueadas por la triple alianza del PP,  Ciudadans, y (abstención de por medio) PSOE. Y, es lo que me importa aquí,  por sus propios errores.

Se trata de una situación marcada por el intento por parte de las elites políticas -viejas y nuevas-  para  terminar con los desbordes plurales y diversos “desde abajo”.  Luego de la victoria del PP, y de los retrocesos del PSOE.  Y del que más nos interesa… Unidos Podemos, que a pesar de sus 5 millones de votos, perdió en esos meses cerca de un millón de votos, y no pudo cumplir con las expectativas políticas que permitían albergar la idea de lograr una incidencia directa en la formación del gobierno,  si lograban derrotar al PSOE.

Ese largo ciclo electoral  se cerró, evitando el acuerdo de PSOE con Unidos Podemos, e impidiendo la repetición de  terceras elecciones previstas; quitando a Pedro Sánchez. El costo político para el PSOE puede ser muy alto.

Lo que realmente importa, es que siguen -aún- abiertas  -o en estado latente- las posibilidades para  una creación política  radical (instituyente), incluso, desbordando al mismo Podemos,  y a las alternativas municipalistas  que han chocado  con límites institucionales muy difíciles de vencer, si no es modificando de raíz las lecturas y los proyectos políticos de la izquierda española, tanto en términos históricos, como en el análisis de coyuntura, y sobre todo, en la definición de las perspectivas estratégicas que requieren dentro de la sociedad española,  para entrar a un  movimiento de autoinstitución permanente -y lúcida- de la sociedad considerada “globalmente”, o, en otras palabras, para prolongar el ciclo político abierto por el 15M, en una dirección efectivamente emancipadora.

Otro elemento que habría que considerar, es la perspectiva de continuidad de la crisis económica, con las políticas de austeridad  -recortes brutales del gasto público, similares en magnitud a los aplicados a Grecia-, que serán impuestos desde la Troika. Para el año que entra (2017) está previsto que el PP implemente esas políticas. Con lo cual -es previsible- se relance el ciclo de protestas, apagadas por la orientación hacía lo exclusivamente electoral/institucional.

Sin embargo, lo que importa, desde fuera y desde lejos,  de la experiencia política española es -a mi juicio-, la reflexión crítica que ha ido elaborándose a  contrapelo, desde los  espacios anteriores o post-15M, que han sido capaces de continuar avanzando lecturas e interpretaciones políticas desde posiciones -y prácticas-  cuya lucidez -y ejemplo- nos permite comprender mejor, también nuestro propio contexto, y los problemas no solo aún no resueltos de los movimientos e iniciativas políticas más significativas en Zacatecas (y en México),

Es de este modo, necesario, recordar que en este preciso sentido, España importa, y mucho. Encontramos, gracias a ellos, otras claves de lectura, que -comparativamente- nos permiten elucidar de un modo más preciso, nuestros propios dilemas y encrucijadas.

Es importante reflexionar, por ejemplo, sobre el empantanamiento y paradójico (anunciado) “fracaso” de Podemos, para construir una alternativa de transformación política efectiva, salvo sí logran salir del hoyo electoralista/estatista/burocrático, y emprender  su refundación de cara a Vistalegre II, a través de un proceso constituyente tejiendo  alianzas entre sujetos políticos radicalmente heterogéneos. Y especialmente, abandonando la estrategia exclusivamente estadocéntrica.

Es evidente que esa tendencia es omnipresente;  también nos ha llevado -entre nosotros- a callejones sin salida,  pagando costos políticos muy altos. Basta reflexionar sobre la situación en política en que nos encontramos.

La invitación -entonces- es a pensar juntos, revisando comparativamente ambas experiencias: las oscilaciones/derivas de aquellas nuevas iniciativas (otras) que aún nos parecen tan prometedoras,  y donde cristalizan nuestras  mejores expectativas/esperanzas.

¿Qué claves tenemos en común? y ¿cómo evitar  su/nuestro definitivo encallamiento? ■

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