La peor de las democracias es mil veces
preferible a la mejor de las dictaduras.
Ruy Barbosa
Una dictadura es un gobierno o una situación social donde una persona hace todas las reglas y toma todas las decisiones sin la participación de ninguna otra persona. La dictadura implica el poder absoluto recaído sobre una persona que toma el control del pueblo y las instituciones . La historia así nos lo demuestra y antecede este tipo de gobiernos; gobiernos donde no hay espacio, entrada, opinión u oposición, sin antes obtener el permiso del dictador. Hoy, América Latina escribe un nuevo capítulo en sus páginas de historia. En medio de una guerra entre el Capitalismo y el Socialismo, entre la ultra derecha y la extrema izquierda, este pasado 23 de Marzo, la República Bolivariana de Venezuela, decidió terminar la relación que llego a tener con el régimen socialista inculcado por un hombre que alguna vez fue venerado, el comandante Hugo Chávez Frías. Golpista que en el año de 1992 intento derrocar al entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez, con la firme intención de terminar el yugo imperialista de EUA. Tras su intento fallido, Hugo Chavez se determinó gobernar a su país para demostrar que la dependencia internacional no era necesaria para el bien de su país.
En un mundo que está en constante cambio en su mapa geopolítico, este pasado miércoles 23 de Enero, Venezuela nuevamente revive su espíritu revolucionario y se levanta del yugo y la opresión de un mal gobierno, esta vez, en contra de Nicolás Maduro. Mítica y simbólica fecha que recuerda a los ciudadanos de aquel país, como en aquel año de 1958, y en la misma fecha, fue con un golpe de estado por el medio el cual se puso fin a otra dictadura, la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, quien se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial. Tras la muerte de Hugo Chavez, NICOLAS Maduro asumió la presidencia como encargado, como hoy lo hace Juan Gaidó, quien se propuso a perpetuar la lucha ideológica que impuso durante 15 años.
Esta vez las causas que llevaron a todo un pueblo a desconocer un nuevo mandato de Maduro, fue un modelo de gobierno socialista que solo fomento y provoco una grave crisis social, económica y política, con un aumento de la delincuencia, la inflación, la pobreza y el hambre. El pasado 10 de enero, Maduro tomó protesta para un segundo mandato en la Presidencia para el periodo 2019-2025, luego de unas elecciones en las que la mayoría de la oposición decidió no participar tras acusar y demostrar la falta de transparencia y equidad. A pesar que diversos países y organismos internacionales descalificaron la elección en la que Maduro triunfó con el 67.7 por ciento de los votos, una nutrida y férrea oposición desconoció el proceso llamando a Maduro un “usurpador” del poder.
Ante esta crisis política y social, el mundo puso sus ojos en Venezuela. Con un mundo cada vez más conectado, los videos de como el desabasto de alimentos, el cierre de empresas transnacionales, la inflación descabellada de la moneda, el hambre y la miseria, la OEA decidió intervenir y recomendar el gobierno de Maduro atender las causas sociales y humanitarias que tenían a Venezuela sumida en una evidente dictadura. Pero el obstinado y arrojado mandatario hizo caso omiso, alegando que en su país había prosperidad y bienestar en sus conciudadanos. Dirigidos por el presidente de la asamblea constituyente el líder opositor, Juan Guido, una avasallante marcha por las calles de Caracas cimbró la ciudad con la consigna Fuera Maduro.
Pero Maduro tenía bajo control y sus pies al Tribunal Supremo de Justicia, declaró a la Asamblea Nacional en desacato en 2016 y determinó que todas sus leyes eran nulas. La medida del Tribunal se dio luego de que en las elecciones de diciembre de 2015 la oposición venezolana ganara una amplia mayoría en el Parlamento por primera vez en 17 años desde que Hugo Chavez iniciara la famosa ‘revolución bolivariana’. Con un tribunal controlado solo así fue como pudo Nicolás Maduro jurar el pasado 10 de Enero para un segundo mandato de gobierno.
Para Finalizar:
Con una foto para la historia de México, en Palacio Nacional el presidente AMLO recibió al dictador Nicolás Maduro, demostrando la amistad estrecha que los unen. A pesar de que millones de mexicanos, venezolanos, medios y organizaciones recomendaron no recibir a tan infame tirano, el nuevo gobierno abrió de par en par a quien mantiene ante los ojos del mundo de rodillas y sumido en la miseria a su propio pueblo bajo un régimen socialista y dictador. Es un secreto a voces que el presidente Obrador comulga con la ideología socialista pero sobre todo con las esencias del movimiento revolucionario castrista. Con la política de no intervencionismo que identifica a nuestro país con el mundo, el nuevo gobierno ante la crisis del golpe de Estado que se está dando en la tierra del libertador Bolívar y ante la declaración de la mayoría de los países miembros de la OEA de desconocer el gobierno de Maduro y reconocer el de hoy encargado del país Juan Guido; el gobierno de AMLO mantendrá la penosa postura de ser comparsa de un enemigo de la libertad y el progreso. ■
