¡Si muero lejos de ti!

El día de hoy, en el momento en que escribo estas líneas, me permito meditar un poco en lo que significa SER MEXICANO… Difícil de describirlo en palabras que realmente expresen este sentimiento, ello se lo dejamos a los POETAS y un servidor dista mucho de serlo, por lo que intentaré expresar, en mis propias y humildes palabras, algo que tenga un poco del espíritu que me inunda sobre el tema que el día de hoy en que celebramos – aquí no solo conmemoramos – sino que CELEBRAMOS EL GRITO DE DOLORES, donde hace más de 200 años el CURA HIDALGO invitara a sus coterráneos, de la parroquia que dirigía, a buscar la independencia de MÉXICO, aunque existe una enorme controversia al momento de pensar si es lo que realmente se buscaba o al menos lo que HIDALGO buscaba, no una república, eso me queda claro, sin el cortar lazos con la MONARQUÍA PENINSULAR, que permitiera que se iniciara un proceso donde la NUEVA ESPAÑA – como se conocía en ese momento – pudiera caminar a la consolidación de un nuevo autogobierno fuera ese el de una NUEVA MONARQUÍA, o una MONARQUÍA PARLAMENTARIA o bien una REPÚBLICA, pero donde aquellos españoles que así lo decidieran, sobre todo los mestizos o los nacidos en estas las tierras de la MESOAMÉRICA,  pudieran decidir los caminos elegidos por ellos mismos – solo por ellos –  y con ello la construcción de su propio futuro.

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No podemos ignorar – porque fácilmente podríamos equivocarnos – que en esos momentos NO SE CONTEMPLABA realmente a los grupos indígenas que durante 3 siglos habían sido diezmados no solo por las guerras y las enfermedades traídas del otro lado del océano, sino también por el AVASALLAMIENTO a que la “conquista”  en la que no solo habían participado, sino que realmente sin encabezarla la habían hecho una realidad al vencer a quienes entonces ocupaban el valle de México – y algo más – los MEXICAS o AZTECAS, pero que después de lograrlo, fueron enviados como esclavos para trabajar, por ejemplo, en las minas que los españoles descubrían en todo el territorio nacional, y como fue el caso, por poner solo un ejemplo, de los TLAXCALTECAS, que fueron traídos prácticamente encadenados – siendo que ellos habían logrado el triunfo de la mal llamada conquista – a estas tierras zacatecanas para que escarbaran bajo la tierra las riquezas que durante 3 siglos fueron llevadas al REINO DE ESPAÑA, y que siguen devastando nuestras sufridas entrañas solo que ahora el producto de esas riquezas que tendrían que pertenecernos se envían a otros sitios como CANADÁ, LOS ESTADOS UNIDOS e INGLATERRA, solo para exponer algunos de sus destinos.

Cuando hablamos de PATRIOTISMO tenemos, o al menos tengo, que confesar que existen algunos, tal vez muchos, que entienden el SER MEXICANO como algo anterior a la conquista de los españoles – y de sus aliados indígenas no nos olvidemos – porque aunque tendríamos que admitir que el imperio conquistado, el de los AZTECAS, a quienes se conocía como MEXICAS  era solamente uno más de tal vez cientos de culturas esparcidas por todo el territorio de lo que hoy conocemos como la MESOAMÉRICA, sin embargo, estos ejercían influencias, algunas positivas, otras no tanto, sobre las otras culturas que florecían hacia el norte como la CULTURA CHICHIMECA – de la que me siento orgullosamente parte – en el norte, y una cultura donde ellos mismos se originaron, o las CULTURAS TARASCAS en occidente, o las OLMECAS, en el oriente, y tantas más que sería difícil enunciar en este que pretende ser un texto corto. Una cultura que se topaba con la otra gran cultura, la MAYA, en el SURESTE, y en la que también influían porque no eran tan diferentes, baste ver la influencia mexica en CHICHÉN ITZÁ, la joya de la cultura MAYA.

Es decir, existimos muchos que nos sentimos -equivocadamente o no – más cercanos a nuestras raíces precolombinas, que a las que sin duda existen dentro de nosotros, las peninsulares y a través de ellas las anteriores a ellas como la GRECOLATINA, o la ISLÁMICA, sea esto cierto o una falacia tendrán que aceptar que nuestras raíces CULTURALES, en este sentido, tienen que enorgullecernos, y que sin lugar a dudas son las que nos hacen sentir un día como hoy, el día del GRITO, como orgullosamente MEXICANOS.

El ¡VIVA MÉXICO CABRONES! Saldrá esta noche y brotará desde las profundidades de las almas de más de 120 millones de mexicanos, tanto dentro como fuera de estas tierras, porque por alguna razón que no es el momento de entender, el ser mexicano se siente aun más cuando uno por diversas razones esté lejos de este maravilloso país con todos sus bemoles, pero también con todas sus maravillas de entre las que sobresalen la gran mayoría de los mexicanos.

No me olvido cuando a finales de los setenta e inicios de los ochenta, ya terminada mi especialidad de la NEUROCIRUGÍA, tuve la oportunidad de visitar en el extranjero, durante casi dos años, el quehacer de los expertos en mi área en NUEVA YORK primero, después en LONDRES, y finalmente en TORONTO.

Fue sin lugar a duda en LONDRES donde la comunidad estudiantil de origen mexicano me envolvió desde el momento que llegué a esa hermosa ciudad y al QUEEN SQUARE NEUROLOGICAL INSTITUTE a solo dos semanas de haber llegado y cuando logré que una pareja de un VENEZOLANO, casado con una mujer de MONTERREY, aceptaron a rentarme un cuarto en NOTINGHILL GATE, al noreste del enorme HIDE PARK, fui visitado por un grupo de mexicanos que llegaron a ver si algo se me ofrecía, ropa, mobiliario, etc. Y ya tenían para mí un trabajo que yo no había pedido y que después me sirvió enormemente, como recepcionista en un pequeño hotel en el suroeste del gran parque, donde una noche sí, y una no, acudía a sentarme y dormitar en espera de algún cliente al que tendría que registrar, con la única condición de que cuando terminara mi estancia dejara Londres con las manos vacías y sin equipaje, ya que ropa y todo lo que tuviera tendría que quedarse para los mexicanos que fueran llegado a realizar estudios superiores.

Año con año la comunidad mexicana, en compañía de amistades de origen latinoamericano, acudían a la embajada que, en algún lugar privilegiado del centro al este del gran parque, abría sus puertas para el grito la noche del 15 de septiembre, pero ese año al EMBAJADOR se le ocurrió organizar un evento privado al que los mexicanos no éramos invitados, y así un grupo de 50 estudiantes de postgrado estuvimos un rato MENTANDO MADRES en los muros de la embajada solo para después dirigirnos al único restaurante mexicano que existía, entonces LA CUCARACHA, a festejar con el poco tequila que conseguimos entonces NUESTRA FIESTA PATRIA.

Ser mexicano es algo más que nacer en estas tierras, en este momento me vienen a la mente DOS GRANDES MUJERES QUE SON – o fueron – MÁS MEXICANAS QUE EL QUE MÁS, me refiero a LA MARAVILLOSA ELENA PONIATOWSCA, nacida en FRANCIA, y que recibió el PREMIO CERVANTEZ con un HUIPIL del sureste y maravilló al mundo con un gran discurso mexicano; otra grande es CLARO CHAVELA VARGAS, a la que algún periodista increpó el por qué se sentía mexicana si había nacido en COSTA RICA, a lo que ella contestó sin pensarlo dos veces.

¡PORQUE LOS MEXICANOS NACEMOS DONDE NOS DA NUESTRA RECHINGADA GANA!

Estos recuerdos continuarán en una segunda parte la próxima semana.