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martes, 30 abril, 2024
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¿Es tiempo de nuevas formas de organización ciudadana?

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Por: CÉSAR EDUARDO GUTIÉRREZ ROJAS •

  • El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano. Platón

Merced a los vestigios de los primeros indicios de la actividad humana, la organización social denotó como características básicas la armonía, la supervivencia y unión para conseguir los objetivos comunales. Según Rousseau (1712- 1778), es en esta etapa donde el hombre no conoce maldad, ni existen factores que desencadenen conflictos entre los miembros de la comunidad. El hombre es bueno por naturaleza. Thomas Hobbes (1588- 1679) argumentó lo contrario, presenta al ser humano como un ser egoísta y malo.

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En la actualidad, es bastante fácil percibir síntomas de inconformidad por parte de los diferentes sectores que conforman la sociedad. Este malestar colectivo encuentra fuerza en el sentido de que el ciudadano no se siente avalado, y tampoco representado por los miembros que conforman las asambleas que toman las decisiones públicas. La versión democrática representativa que se maneja, no está siendo respaldada por la sociedad, pues no encuentra vínculo con los partidos políticos.
¿Qué papel ha tenido la organización civil en los años democráticos de la nación mexicana pos revolucionaría?

Ilán Bizberg (historiador y politólogo), investigador del Colegio de México, en su artículo Una democracia vacía. Sociedad Civil, Movimientos Sociales y Democracia, proporciona un panorama de como la organización civil, representada principalmente en sindicatos y en organizaciones campesinas, fueron factor importante para dar respaldo a un gobierno mexicano que necesitaba una política nacional-popular para legitimarse como Estado surgido del acto revolucionario. Los organismos civiles se subordinaron al mandato. En los siguientes sexenios la base de la relación gobierno-sociedad civil fue el corporativismo; donde los sectores sociales, mejor organizados, y con mayor influencia política obtuvieron beneficios.

Con esta estrategia se dejó fuera del ejercicio público a grupos clase media, los que manifestarían su inconformidad en los movimientos de finales de los sesenta y principios de los setenta. En los ochenta, con el cambio de modelo económico, el neoliberalismo, el Estado dejó de lado su relación con los líderes de los sindicatos más prolíferos y con las entidades campesinas más importantes. Entonces se crearon lazos con las clases urbanas que consumirían los productos importados.

El gobierno de Salinas combinó la política del sexenio delamadridista con las políticas populistas antes desarrolladas, lo estructuró en su programa Solidaridad. Es en este proceso donde se crearon comités que vincularon el Estado a los sectores populistas. El autor aclara como los organismos civiles entraron al uso del poder, de la cima a las bases, sin pensar lo contrario. Siendo sólo intercesores del Estado con los sectores populares.

En el mismo artículo, Ilán Bizberg reflexiona sobre las nuevas formas de organización social. Según él, no se organizan para representar a un grupo muy selecto o específico, sino que aboca a un trabajo más social, de tipo filántropo, dando respuesta a necesidades de grupos vulnerables, y dirigidos a áreas como la vigilancia electoral, gasto y políticas públicas.

Bizberg, concluye citando a Alexis de Tocqueville (1805- 1859), al otorgar mayor importancia a toda organización civil, pues éstas constituyen una escuela para la participación pública e impide que el Estado invada los espacios sociales. También menciona que en el caso mexicano contemporáneo, la sociedad civil mexicana ha mostrado incapacidad para conformar organizaciones más autónomas y representativa, dando espacio a pequeños movimientos locales, y estos en su mayoría son defensivos y con miras a volverse subordinados.

Consideramos que la organización civil, para desarrollarse, tiene como escenario las circunstancias que atenten ante un grupo o grupos y el vínculo que se puede generar al pertenecer a una zona de comunión. La movilización que en la actualidad están realizando los trabajadores de la docencia, puede ser una acción que rompa con el ejemplo de los movimientos civiles que tienden a radicalizarse y pasar a la marginación. El caso de los maestros es un movimiento que puede ser incluido dentro de los partidos políticos de oposición, siempre y cuando el famoso Pacto por México lo permita, o también puede ser el acontecimiento que cohesione la inconformidad con los partidos políticos y los representantes ciudadanos (diputados y senadores). El acontecimiento puede ser el inicio de una forma diferente de organización ciudadana, siempre y cuando encuentre la forma de cohesionar los diferentes malestares sociales.

Otra forma de organización ciudadana se puede localizar en las asociaciones estudiantiles, donde el ejercicio político de gestión con el Estado y de diálogo pueden ir creando conciencia ciudadana. Un ejemplo es la Sociedad Estudiantil Zacatecas AC Institución de la región noreste del estado, con sedes en los municipios de Río Grande, Juan Aldama, Francisco. R. Murguía, Miguel Auza y Saín Alto, el cual se formó para crear vínculo, fraternidad y organización estudiantil para conseguir beneficios económicos que permitan seguir estudiando y crear mesas de diálogo público.

¿Qué tanto estamos preparados para nuevos paradigmas de representación y acción ciudadana? De algo estamos seguros, están en la educación. ■

*Estudiante de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ)

[email protected]

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