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martes, 30 abril, 2024
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La Revocación de mandato el sepulcro de los malos gobernantes y políticos deshonestos

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Por: Jorge Adán Hernández •

En la euforia de las campañas políticas, y con el ánimo que tienen los candidatos de ganar, se promete el cielo y las estrellas; se hacen compromisos a diestra y siniestra; se recitan discursos bonitos; vemos espectaculares con imágenes muy llamativas; escuchamos en todos lados canciones pegadoras que aluden a un candidato o a otro; promesas aquí, promesas allá; todo para tratar de ganarse el voto de la ciudadanía cueste lo que cueste; se prometa lo que se prometa.

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Después de todo el proceso de campañas pues sin duda, haya sido como haya sido, el más votado tiene que ganar la elección y llega a ser presidente o presidenta, gobernador o gobernadora, alcalde, diputado o diputada, en fin. Una vez concluido el relajo de las campañas y promesas, después de la elección pasaran algunos meses para quienes resultaron triunfadores en las urnas asuman sus funciones y empiecen a gobernar; es en este momento cuando la ciudadanía empieza a sentir el deseo de ver cambios y a exigir su derecho de que aquellas promesas de campaña se hagan realidad; pueden pasar los días, o quizá los meses y los cambios prometidos aun no suceden; entonces, la ciudadanía exige con mayor énfasis que sean cumplidos aquellos compromisos que se hicieron en campaña y que muchos fueron hasta firmados en público. Sí bien es cierto, que ya estando en el ejercicio del poder, por cuestiones presupuestales y legales, no todo se puede cumplir, también es cierto que nuestro país está lleno de políticos mentirosos que prometen y luego no cumplen.

Muchos servidores públicos y gobernantes, pierden el apoyo y la aprobación de la ciudadanía conforme su administración va avanzando, incluso algunos, en los primeros meses ya son rechazados por quienes les dieron el respaldo en las elecciones; otros duran con estabilidad y aprobación política un poco más; y otros muy apenas alcanzan a terminar su periodo con un poco de credibilidad; el punto es, que los políticos conforme pasa el tiempo y con resultado de sus acciones y omisiones, se desgastan, se acaban, pierden confianza por parte del pueblo, pierden credibilidad (o quizá lo contrario pero ahora no es el tema).

Es importante recalcar que un gobernante no pierde credibilidad solo con el paso del tiempo, sino como ya lo dijimos, con su actuar. Es lógico que el gobernante que en campaña se la pasó prometiendo hasta lo imposible y a la hora que la ciudadanía exigió ver resultados, no cumplió, éste va perder credibilidad. En México, los personajes de la política que más son repudiados por la sociedad, no solo le han incumplido al pueblo, sino que han sido artífices de vergonzosos actos de corrupción y de crímenes contra el propio pueblo, ahí está Salinas, Fox, Duarte, solo por mencionar algunos ejemplos de la política nacional (aunque en cada Estado y hasta cada municipio el pueblo tiene sus propios ejemplos de políticos y gobernantes repudiados).

De poco sirve que todo un pueblo muestre rechazo a cierto gobernante, si esa situación no lo limita (al gobernante) en sus facultades que está desempeñando; no le quita ni le pone a su investidura; terminará tranquilo su encargo de 3 o 6 años según el cargo en el que esté; sus crímenes quedarán impunes, se irá sin cumplir lo que prometió; si se tiene un poco de vergüenza se ira a alguna finca a descansar o si de plano es un vividor hasta quizá pase a otro cargo público; mientras el reclamo y coraje de la ciudadanía quedará solo en eso.

El antídoto perfecto por excelencia, para que los reclamos de un pueblo no se los pase por el arco del triunfo un mal gobernante, se llama REVOCACIÓN DE MANDATO, el cual, ya está contemplado en la Constitución de nuestro país, sin embargo, falta aprobar las leyes reglamentarias. La revocación de mandato no es otra cosa más que el derecho de un pueblo a quitar de su cargo a un gobernante antes de que este concluya su periodo “normal”. Es quitarle la representación popular que tiene; es despedirlo como gobernante por su incumplimiento, corrupción o incapacidad.

Para los opositores del actual Gobierno de México, un proceso de revocación de mandato les caería como anillo al dedo, para intensificar su campaña de desprestigio al Presidente de la República y buscar el apoyo ciudadano para revocarlo de su investidura; sin embargo, a pesar de que el propio Andrés Manuel López Obrador ha dicho que tiene planeado someter la aprobación de su gobierno a la figura de la revocación de mandato, la oposición ha manifestado rechazo a que este derecho se ejerza por parte de la ciudadanía. ¿A qué le tienen miedo? Sencillo, AMLO contará fácilmente con la aprobación de la ciudadanía y está figura quedaría como precedente para correr del cargo a cualquier gobernante deshonesto.

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