Durante muchas décadas (quizá se profundizó más desde el Porfiriato), México fue el país de las maravillas para quienes se valían de sus influencias y puestos de poder para amasar grandes fortunas. Durante un largo tiempo mujeres y hombres de “abolengo” pesaban e influían más que las instituciones de este país. Quienes gobernaban, se preocupaban únicamente por sus intereses, saqueaban al país a manos llenas y al pueblo le aplicaban la “Ley de Herodes”.
la élite que gobernaba a México ya sea de manera directa o indirecta, había sido intocable por todos los gobiernos fuesen panistas o priistas, no importaba quién estuviera en el poder, la élite no tenía limites, no pagaba impuestos, no obedecía la ley como el resto de la ciudadanía, era una elite que gozaba de privilegios que nadie más gozaba.
Bajo pretextos absurdos de corte neoliberal, más aparte por el hecho de tener jugosos negocios con el empresariado perteneciente a la élite, los gobiernos condonaban millones de pesos a las grandes empresas en México; este hecho sin duda era en perjuicio de los mexicanos que sí tenían que pagar sus impuestos y que además se veían afectados en distintos ámbitos debido a que el dinero condonado a las empresas hacía mucha falta en rubros como la salud, la educación, seguridad pública etc.
El tema de la condonación millonaria de impuestos era un círculo vicioso donde el “ganar ganar” era el objetivo en común de empresarios y políticos. Las empresas inyectaban fuertes cantidades de dinero en la campaña de algún partido político o bien, en la imagen de algún gobierno (como el caso de televisa) a cambio obtenían millonarios contratos y descaradas condonaciones de impuestos, como si las necesidades de la gente estuvieran muy bien atendidas con lo poco que se destinaba para ello. Solo para poner algunos ejemplos podemos mencionar el caso de Monex Grupo Financiero, quien en tan solo el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto fue beneficiario de una condonación de impuestos de 300 millones de pesos, se imagina ¿Cuántos medicamentos o equipo médico se pudo haber comprado con eso?; pero, para entender tal condonación recordemos también que Grupo Monex estuvo involucrado en la compra del voto por medio de tarjetas que repartió el PRI en la elección del 2012, ya ve como existe una relación de “te ayudo-me ayudas”.
Como el ejemplo anterior podemos poner muchos otros en donde las condonaciones de impuestos y otros beneficios a los grandes empresarios esconden detrás una relación muy estrecha entre el poder político y el económico.
Hoy ese maridaje del que hemos venido hablando entre el gobierno y las grandes empresas cambió de dinámica; quizá los turbios negocios y los intereses inmorales entre el gobierno y los empresarios aun continuaran de no ser por la determinación de la cuarta transformación en separar el poder político del poder económico, es decir al cesar lo que es del cesar y al pueblo lo que es del pueblo.
El poder de la élite había avanzado mucho, los Presidentes y Gobernadores eran marionetas del poder económico; la política y las leyes se aplicaban a “modo”; es por eso que la ideología temeraria de Andrés Manuel López Obrador representa desde hace muchos años una complicación y un estorbo para todos aquellos políticos y empresarios que se han beneficiado de la política para hacer negocios inmorales. Recordemos que la élite económica desde hace ya más de una década intentó sacar de la jugada a AMLO, utilizando como su títere a Vicente Fox quien orquestó el proceso de desafuero; posteriormente, las élites de México hicieron posible el fraude electoral del 2006 para impedir la llegada de Obrador a la Presidencia de la República; y en 2012, se invirtieron millonarias sumas de dinero en la campaña presidencial de ese año para comprar el voto a favor del PRI.
Con una ideología y un discurso claramente retador a las élites, pero defensor al pueblo y a las clases oprimidas, Obrador ganó terreno como única alternativa si lo que se pretendía era cambiar las relaciones del poder y la forma de hacer política. Fue un camino lleno de trabas que ponían quienes no les convenía que las cosas cambiaran, pero se fue conquistando la aceptación de millones de mexicanos que anhelaban un cambio.
A pesar de los intentos por detener a AMLO, su ideología de que se debería separar el poder económico del político no cambió y en 2018 con un apoyo histórico del pueblo llegó a la Presidencia de la República dando comienzo a una nueva etapa en la política de México.
Es imposible no darnos cuenta que actualmente la relación entre el gobierno y grandes empresarios cambió. Ahora vemos a muchos empresarios haciendo berrinches por tener que pagar impuestos como cualquier otro mexicano. Walmart, Soriana, Femsa, Televisa, entre otras eran empresas que no se les tocaba ni con el pétalo de un impuesto; ahora tuvieron que pagar millones de pesos que adeudaban, todo gracias al apoyo que los mexicanos le han dado al hombre que se atrevió a enfrentar a las élites.
