■ Quien nada debe nada teme y debería dar la cara: Arturo López de Lara
■ Ya ni siquiera sorprende el comportamiento del auditor Raúl Brito: Morena
A decir del Partido Acción Nacional (PAN) es preocupante que el titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Raúl Brito Berumen, no se haya pronunciado sobre la presunta corrupción en el Congreso de Zacatecas, por la contratación de empresas fachada con las que se facturaron en 2014 y parte de 2015 servicios no comprobados, según documentó la semana pasada La Jornada Zacatecas.
Arturo López de Lara, presidente estatal del blanquiazul, consideró en entrevista que si no ha dado una declaración pública el encargado de fiscalizar el adecuado uso de los recursos públicos de los municipios, el Ejecutivo, órganos autónomos y el propio Poder Legislativo, se presta a “sospechosismo”, pues quien nada debe nada teme y debería dar la cara, de lo contrario se pensaría que esconde algo: “no hay que darle muchas vueltas”.
En la edición del 6 de julio este diario documentó que las empresas Bello Caporetto SA de CV, Consultoría Ipanema SC y Productos y Servicios Comercializados Gaudino SA de CV, facturaron al Congreso de Zacatecas en 2014 y el primer trimestre de 2015 un total de 9 millones 31 mil 528.13 pesos por productos y servicios no comprobados. Desde entonces se buscó al auditor para una entrevista, pero se ha negado por motivos de agenda.
Al respecto, Arturo López de Lara se pronunció porque el auditor “haga su chamba” y actúe en consecuencia, de lo contrario “se me hace muy raro, diría nuestro ex secretario de Gobierno; hay ‘sospechosismo’ de que algo está mal y se esconde algo”.
En concreto sobre la 61 Legislatura, el líder panista opinó que los diputados también deberían aclarar lo sucedido, en el entendido de que el buen juez por su casa empieza y ellos que son quienes revisan las cuentas públicas de los municipios, el Ejecutivo la suya propia, debería dar el ejemplo de transparencia.
El panista recordó que su partido públicamente ya se ha pronunciado porque la ASE revise de manera especial al Ejecutivo, “porque había en el ambiente el hecho de que hay corrupción” y era necesario que el auditor hiciera algo para comprobar uno u otro hecho.
Morena pide sociedad más vigilante
El dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Luis Medina Lizalde, consideró que ya ni siquiera sorprende el comportamiento del auditor Raúl Brito, el cual refirió, procede de las filas del equipo de campaña del senador Alejandro Tello.
En ese tenor, opinó que ningún análisis sobre la corrupción debe omitir el dato de que en Zacatecas no existe una sola instancia de fiscalización ajena a la voluntad política del Ejecutivo, por el contrario, sólo hay una “enorme” burocracia encargada del registro de operaciones que no cumple su función: se trate de contralorías municipales, la Secretaría de la Función Pública y la ASE.
Medina creyó que sólo con la confluencia de los zacatecanos de distintas adscripciones ideológicas en la demanda común de ponerle “un hasta aquí” a la corrupción se podrá hacer algo, de lo contrario no habrá en qué sustentar un cambio de fondo.
Refirió que las denuncias de corrupción “de alto calibre” como las que se han registrado en Zacatecas seguirán siendo cíclicas, se convertirán en escándalos de breve duración, pero sólo se acumularán sin pasar algo.
Para Medina Lizalde la fuerza para exigir una auditoría externa al Poder Legislativo por el tema de las facturas emitidas por gastos no comprobados, no está en el interior del Congreso, porque el número de diputados interesados es minoría.
Si bien aseguró que Morena tiene legisladores libres de cualquier sospecha, no alcanzan una mayoría para actuar desde el interior de la Legislatura y transciendan más allá de lo mediático.
A decir de Medina Lizalde, el tema del Congreso y las empresas fachada debería ser retomado por los colegios profesionales, Organizaciones No Gubernamentales y sectores que tradicionalmente se movilizan, a fin de constituir un movimiento ciudadano que pueda atacar la corrupción.
De lo contrario, insistió en que sólo será un escándalo más, que de tan repetido ni siquiera causa el impacto que debería tener en una sociedad más vigilante, pues la denuncia no tiene los efectos movilizadores que debería haber.
