En la administración pública hay una máxima que dice: “El que puede lo más, puede lo menos”, y no es que gobernar un estado tan poblado y tan diverso como Veracruz sea sencillo, todo lo contrario. Pero significaría un reto diferente para quien lleva la delantera en cualquier medición rumbo a la elección a la gubernatura de ese hermoso estado; me refiero, desde luego, a la ingeniera Rocío Nahle García.
Podríamos entrar en un debate incierto sobre la autosuficiencia energética no renovable y sus tiempos y sincronía con la industria mundial para ver la viabilidad del proyecto, pero ese un tema que, en lo personal, he abordado en el pasado.
Soy fiel creyente de que México merece su 7ª refinería. Por ello, la sustancia del texto es abordar, de manera muy general, la situación del estado de Veracruz, de acuerdo a las cifras oficiales y las capacidades de quien podría gobernarlo, ya que el reto de la construcción de Dos Bocas, por solo poner un ejemplo de lo que se ha hecho desde la Secretaría de Energía, del Gobierno Federal, en el actual sexenio, fue y es mayúsculo.
Un proyecto de ese calado, bajo la responsabilidad de una persona, puede significarle (como lo es), la cercanía y los aplausos del presidente, o bien, el destierro político adelantado. Entonces ya tenemos parte del perfil de la secretaria, misma que daba visos de conocimiento en el ramo en su responsabilidad como diputada y senadora. Doña Rocío es una mujer de carácter, echada para adelante, cuidadosa; sabe que la forma es fondo y construye y respeta alianzas, lo que la hace una mujer confiable. Compañera de lucha del Presidente, hoy es, tal vez, la mujer con más responsabilidad en el país.
¿Cómo anda Veracruz?
Es un estado importante, podría ser el fiel de la balanza en una elección Presidencial por ser el 4º estado más poblado del país. Ha tenido experiencias duras, de gobiernos sumamente corruptos, que han dejado de hacer acciones, que al día de hoy, a pesar de disminuir la pobreza extrema, aún sigue siendo el sexto estado con mayor pobreza.
Hago un paréntesis y reflexiono: ¿cómo un estado tan rico en óleos, otros recursos naturales y mar, puede ser pobre? Pues obedece a la misma lógica, y tiene la misma respuesta, que el estado de Guerrero, saqueo y corrupción por medio de clanes o caciques locales. Hay una enorme área de oportunidad para quien llegue a gobernar dicho estado porque, como lo dije, se ha dejado mucho de hacer y con la alineación de un buen Plan Estatal de Desarrollo, políticas públicas eficaces, y alianzas y convenios con el Gobierno Federal, y la industria local, se puede rescatar al estado del inmerecido lugar en el que se encuentra. Además, es necesario entrarle de lleno a abatir la desigualdad social que se contradice con lo que cuenta el estado, por ejemplo, hay un elevado índice de carencia de agua potable.
De acuerdo con la información más reciente de CONEVAL, la pobreza en el estado de Veracruz representa el 58.6% del total de su población en 2020, la cual se redujo respecto del 2018, que en ese periodo representaba el 60.2%. Es decir, en los dos últimos años de medición, más de 27 mil veracruzanos dejaron de ser pobres.
A nivel nacional, la entidad se ubica en el sexto lugar con más pobreza y 14.7 puntos porcentuales por encima de la media nacional.
Sin embargo, el CONEVAL reconoce que el estado de Veracruz es la entidad que mostró mayor reducción en la pobreza extrema, al pasar del 16.1%, en 2018, a 13.9%, en 2020. En este sentido, 151 mil 400 habitantes dejaron la pobreza extrema.
A nivel de carencias, se muestran importantes retos de política social, fundamentalmente en el área de salud, ya que la carencia por acceso a los servicios de salud, al igual que el país, subió de 16.7%, en el 2018, al 31.0%, en el 2020.
Por otro lado, se destaca la importante reducción en el acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, ya que ésta representaba el 28.5%, en el 2018, y se redujo al 24.4%, en el 2020. A pesar de su reducción, sigue representando un importante reto en el sentido de que casi 2 millones de veracruzanos padecen de este flagelo. De la misma forma se encuentra la carencia de rezago educativo, ya que éste representa el 27.8% de la población.
Los párrafos anteriores, solo como contexto general, nos hablan de lo fundamental que es una política frontal de abatimiento a la desigualdad en su concepto más amplio por medio de una agresiva estrategia de programas sociales.
En las próximas entregas hablaremos de cómo logrará revertir estos indicadores para hacer de Veracruz un estado con menor desigualdad, mayor progreso y mayor incidencia económica nacional.
*Secretario de Planeación de la Capital.
