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viernes, 17 mayo, 2024
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Colegio Seminario de Zacatecas

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez •

Desde finales del siglo XVI los habitantes de Zacatecas se caracterizaron por una fuerte identidad que se depuró en el siglo XVII. Debido a las crisis que se experimentaron, sintieron la necesidad de hacer más fuerte y parmente su espíritu provincialista de características muy especiales. Sobre los intereses personales, contemplaron el progreso de la ciudad y el bienestar de todos sus habitantes, tuvieron la visión para comprender que el mejor medio para lograrlo era a través de la educación, pero no la tradicional (Monástica) que sólo contemplaba la formación de jóvenes que garantizaran el dominio y los intereses del Estado y la Iglesia, sino una que propiciara el beneficio colectivo.

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Con esta idea el Ayuntamiento de Zacatecas se propuso establecer un Colegio Seminario en la ciudad, contando con el apoyo de mineros, comerciantes, religiosos y pueblo en general, pero sin lo fundamental para su funcionamiento, recursos económicos. Ante el eminente fracaso del proyecto, tomó relevancia la figura del Padre Francisco José Pérez Aragón, quien cedió su cuantiosa fortuna para hacerlo realidad. 

El 5 de abril de 1754, firmó el documento de Renuncia de Bienes, en el que expresaba: “Hago renuncia, suelta y dejación a beneficio del Colegio Seminario, que para la educación de niños se trata de fundar en dicha Ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas, y a mayor abundancia, a tan piadoso destino, otorgó cesión, traspaso, etc… para que sea firme, váda y subsistente, sin que en manera, ni con pretexto alguno se pueda variar, destruir, ni alterar, ni menos lo que así llevo renunciado, aplicarse a otros fines ni efectos si no sea precisamente a beneficio, en pro y utilidad del tal Colegio Seminario…”, “…Y cuando acontezca que por cualquier causa o razón que haya, no se verifique la mencionada fundación del Colegio Seminario para educación de niños en dicha ciudad de Zacatecas, habrá de hacerse y quiero que se haga entonces, etc…”

El establecimiento del centro educativo se logró gracias a la participación de la población en general, representado en el acuerdo tomado por el Cabildo el 13 de septiembre de 1754, en el que se establecía informar al Rey las ventajas que traería a la región y lugares vecinos, el establecimiento de un Seminario por el Corregidor Joaquín de Castro y los Alcaldes Miguel González Escobedo y José Rodayega Dozal. Conocedores de lo tardado y engorroso de los trámites, establecieron contacto con el P. Ignacio R. Calderón, Superior de la Compañía de Jesús en Zacatecas, quien vio con agrado el proyecto y ofreció lo necesario para atender las cátedras que se establecerían. 

Resuelto el problema de los maestros, se confió al P. Orrio la construcción del edificio en el que funcionaria el Seminario Colegio, pero prefirió adquirir el edificio que fuera casa habitación del Conde de San Mateo de Valparaíso, situado en el barrio del Pedregoso, sobre la calle del Colegio – hoy Fernando Villalpando en el Centro Histórico–, la compra se realizó a nombre del H. Ayuntamiento de Zacatecas, el edificio fue adquirido el 17 de julio de 1754, procediendo inmediatamente a las reparaciones y adaptaciones necesarias para cumplir con su nuevo destino. A fin de hacer realidad el ambicioso proyecto, el P. Orrio logró convencer a los zacatecanos para que aportaran recursos a la obra, entre otros a Javier Ramos y Esteban Elías González. 

El H. Ayuntamiento de Zacatecas también contó con el respaldo de la Audiencia de Guadalajara que a través de su presidente, José de Basarte y Lorenzana, prescribió el permiso para que, en tanto se recibía la licencia real, se aceptaran alumnos “sin formalidad de manto ni beca”, para que recibieran los conocimientos que serían impartidos por los maestros jesuitas.

En abril de 1759 se solicitó la licencia al Rey, éste a su vez pidió más información, que le fue proporcionada por el P. Francisco de Salas y Pineda a nombre del Cabildo de Zacatecas, por ser la persona más enterada de la situación en que se encontraba el Colegio, la información es enviada el 18 de agosto de 1766. Los trámites fueron suspendidos por la expulsión de los jesuitas, ya que uno de los puntos contenidos en la solicitud de licencia era que las cátedras serían impartidas por religiosos. Así mismo se suspendieron los cursos que habían iniciado provisionalmente.

Con esto se cierra un capítulo de los esfuerzos realizados por la Ciudad de Zacatecas para contar con un establecimiento de educación superior independiente, o al menos autónomo de la iglesia, que le permitiera orientar los estudios hacia objetivos particulares como mantener la identidad zacatecana, progreso y bienestar de sus habitantes.

El Ayuntamiento de Zacatecas, apoyado por la Audiencia de Guadalajara, continuó las gestiones para lograr la licencia real, indispensable para que los alumnos del Colegio tuvieran acceso a la Real y Pontificia Universidad de México. El Fiscal de la Real Hacienda de la Audiencia de México, Ramón de Posada, además de dar una opinión favorable al proyecto, propuso que en el Plan de Estudios se incorporaran las cátedras de Dibujo y Matemáticas, lo consideraba conducente en la instrucción de los jóvenes de un mineral en que hacía falta más saber calcular y medir, que perder el tiempo en inútiles disputas teológicas.

La sugerencia del Fiscal Real, presentada en 1783, encontró un fuerte rechazo en la metrópolis, argumentándose que con el proyecto del establecimiento del Real Colegio de Minería en la Ciudad de México, difícilmente se conseguirían maestros que quisieran desplazarse a Zacatecas para atender las cátedras propuestas. 

El 17 de diciembre de 1784, la Junta Superior de Aplicación acordó la formalización del Colegio Seminario de Zacatecas, bajo las siguientes condiciones:

  • Que llevara el nombre de Real Colegio de San Luis Gonzaga y quedara bajo el patronato del Rey.
  • Que su Rector fuera eclesiástico secular.
  • Se regiría por los reglamentos o “constituciones” de los Colegios de San Pedro y San Pablo y el de San Ildefonso de la ciudad de México.
  • Recibiría alumnos pensionados y de merced.
  • La administración quedaría a cargo del Ayuntamiento, el que recibiría los fondos y pertenencias del Colegio.

Las consideraciones para tomar la decisión fueron:

  • La favorable opinión de todas las personas e instituciones que fueron consultadas, sobre la conveniencia o inconveniencia de su fundación legal.
  • El hecho de que su establecimiento había iniciado en 1759, bajo la dirección de los jesuitas.
  • La voluntad del Rey para restablecer los Colegios fundados bajo la dirección de los jesuitas.
  • Contar con edificio propio, y
  • Disponer de los fondos necesarios para su mantenimiento.

Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:

http://lumat.uaz.edu.mx/; 

https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; 

https://twitter.com/LumatUaz.

1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT.

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