“Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive “para” la política o se vive “de” la política”. Dice Max Weber (el político y el científico. Edit. Colofón).
Y agrega: Quien vive “para” la política hace “de ello su vida” en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio “de algo”. En este sentido profundo todo hombre serio que vive para algo vive también de ese algo. La diferencia entre el vivir para y “el vivir de” se sitúa entonces en un nivel mucho más grosero, en el nivel económico. Vive “de” la política como profesión quien trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos; vive “para “la política quien no se haya en este caso.
A la fecha se han inscrito más de diez aspirantes de los diversos partidos políticos como precandidatos a la gubernatura del Estado. Como un ejercicio de orientación política, vale la pena que analicemos: ¿Cuáles de ellos “viven” para la política? y ¿cuáles de ellos viven “de” la política? Este cuestionamiento es importante porque, Usted coincidirá conmigo, en que el principal problema de los políticos, que no de la política es la corrupción y, conclusión lógica, quien vive de la política es más proclive a caer en la tentación. Hacer nuestro el análisis de Max Weber podría ayudar al momento de seleccionar a nuestro candidato.
En la carrera por alcanzar la candidatura, la mayoría desistirá para apoyar a otro, dado que el registro de algunos fue sólo para el efecto de negociar posiciones para sí o para alguien cercano políticamente o de familia, o inclusive por asuntos de dinero (práctica común ya conocida en algunos).
La contienda al interior de los partidos, cobra más fuerza, conforme se acerca el tiempo legal para las definiciones. Hoy los precandidatos con mayores posibilidades se hacen acusaciones recíprocas para desenmascarar los intereses y a los personajes que, suponen, se encuentran patrocinando y apoyando a algunos de los precandidatos registrados:
Rafael Flores Mendoza, precandidato por el PRD, afirma que a Pedro de León “lo enviaron del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Gobierno del Estado y la propia Rosario Robles para que buscara dividir al PRD” (La Jornada 13-I-16), en tanto que para perredistas históricos, de lograr de León la candidatura PRD-PAN, sería el mejor candidato de Miguel Alonso y la mejor protección familiar y grado de impunidad, en caso de alcanzar la gubernatura.
Las fotos hablan, diría mi amigo Pedro Valtierra. Una, que se publica en sección política del miércoles 13 de enero pasado en este medio y que sirve de marco a Rafael Flores para anunciar su registro como precandidato, destaca el grupo cercano de apoyadores de Rafael Flores: Iván de Santiago, Gilberto Zamora, Mario Cervantes y Eleuterio Ramos entre otros. Esta imagen ha hecho decir a militantes de Morena que Flores Mendoza es precisamente el candidato de Amalia García a la gubernatura. Vista así la fotografía y los personajes más prominentes del gobierno anterior, parece ser del todo correcta tal apreciación.
En el caso de Morena con David Monreal, no hay duda sobre la presencia de su hermano Ricardo, quien no lo ha ocultado ni negado. Inclusive ha estado acompañando a David en diversos actos en los municipios.
El día de ayer, apareció en medios la noticia: Alejandro Tello Cristerna es el candidato del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura del Estado.
Así las cosas, el resultado es, la contienda por el poder prácticamente por quienes lo detentan desde hace veinte años: Ricardo Monreal apoyando a su hermano David Monreal; Amalia García con Rafael Flores Mendoza y Miguel Alonso jugándosela con dos candidatos: Su cuñado Pedro de León Mojarro y con su amigo de infancia Alejandro Tello Cristerna. Difícil para Miguel Alonso al momento de repartir los dineros y los apoyos, o ya se decidiría por aquello de ¿“primero mis dientes y luego mis parientes”?
Y, ahora, ¿quién podrá defendernos?
En una sociedad, donde las izquierdas y las derechas se han diluido o extraviado, donde la política se ha convertido en un juego de intereses sobre todo económicos; donde las diferencias entre los protagonistas son superadas por acuerdos de repartición de beneficios y perdón de tropelías como la ocurrida el 29 de diciembre en la Legislatura con el “borrón y cuenta nueva” en las observaciones de la Auditoría Superior, hace a los ciudadanos difícil la decisión electoral.
Dos problemas son prioritarios en la búsqueda de solución: la corrupción y la inseguridad.
¿Qué propuestas tiene cada candidato para cada asunto?
¿Cuál es el margen de confianza que cada candidato te inspira para el cumplimiento considerando su quehacer político? ■
(16-1-16)
