Entendemos que el anuncio de que enviará una iniciativa de ley para la revocación del mandato del gobernador por parte de Alejandro Tello en su toma de protesta, es el acto correspondiente al lema de campaña que rezaba: “si no cumplo, me voy”. Por el acento en el ‘cumplir’ como motivo de revocación, sugiere los aspectos señalados en esa ley deberán estar enlazados al cumplimiento de compromisos de campaña traducidos en metas en el Plan de Desarrollo. Es decir, si la revocación tiene como fuente de inspiración el lema que arriba señalamos, pues la ley propuesta deberá señalar dimensiones objetivas y medibles sobre las cuales pueda basarse una exposición de motivos que otorgue fundamento a una solicitud de revocación, y dé inicio a un procedimiento de consulta o votación universal para quitarle (o no) el puesto de gobernador. Así las cosas, deberán establecerse indicadores de las metas propuestas, para ver en qué momento se puede solicitar la revocación. Si se comprometió a generar 40 mil empleos de calidad en el quinquenio, ¿significa que si no cumple con 20 mil a la mitad del periodo habrá motivos para solicitar su revocación? Y en el caso de seguridad, ¿cuáles metas serán las definitorias? ¿Y en educación? ¿Y en combate a la corrupción? ¿En todos los rubros del desarrollo estatal o sólo en algunos? ¿Quién hará las mediciones y cómo?
Como podemos observar, no es una cosa fácil definir y acordar los motivos (objetivos e indicadores) para fundar una solicitud de revocación. Pero si se lograra, sentaría un antecedente muy interesante para el resto del país. Zacatecas innovaría en el tema y se convertiría en modelo a seguir. Pero de no ser así, pues no pasaría de ser una ley de salva. Si proponen una ley que quede en la generalidad o ambigüedad suficiente para que la mayoría del Congreso legislativo defina en votación algo que sea objeto de apreciación, entonces será un ejercicio demagógico. En esa iniciativa no pueden dejarse los motivos de revocación a la apreciación, si se quiere que sea efectiva debe basarse en dimensiones del desempeño del gobernador que sean medibles. Como lo podemos observar, debemos esperar a que se realice la acción prometida ante la 62 Legislatura. Lo cierto es que si se toma el camino de los resultados de la acción de gobierno como criterio para la revocación, será un estímulo especial en la calidad del trabajo de los funcionarios y sus equipos, y de la ciudadanía en la vigilancia de los procesos. Porque sin duda, con una ciudadanía vigilante sobre metas precisas y un gobierno trabajando sobre esas mismas metas, tendremos un gobierno exitoso. Porque de algo estamos seguros: todos los zacatecanos deseamos tener un gobierno exitoso, porque eso significa mejor nivel y calidad de vida de la población de la entidad. Y lo contrario: el gobierno fracasado significa seguir como ahora nos encontramos.
