Estas palabras fueron dichas por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a su salida del centro donde expidió su voto el pasado 6 de junio, pero han sido repetidas por prácticamente todos, tanto aquellos que apoyan la 4T como los muchos AMLOFÓBICOS que la cuestionan.
Ambos grupos se han declarado como los triunfadores de la contienda, y el INE, institución que tenemos que insistir nunca fue del todo IMPARCIAL, aparentemente realizó bien su trabajo, aunque aún queda ver los recuentos de los votos y si por alguna extraña razón se cambian algunos resultados bajo la mano siempre parcial de la institución que fue cuestionada por la izquierda – no solo por AMLO – porque claramente afectó mayoritariamente la participación de MORENA y entre muchos casos – que claramente muestran la parcialidad – dos fueron los más notables, sacar de la contienda a los candidatos a gobernador por parte del partido del presidente en Michoacán y en Guerrero, estados que de cualquier forma fueron ganados por el partido guinda.
Pero vayamos por partes, y aunque no quisiera ser yo quien echara a perder la supuesta “fiesta democrática” que recién vivimos los mexicanos, permítanme tan solo recordarles que el término democracia, como es por todos sabido, nos indica el poder del pueblo, por el pueblo, desde el pueblo, en un sistema que claramente tiene muchas lagunas y deja mucho que desear – aunque no existen alternativas mejores – y que en nuestro país al menos – como seguramente en muchos otros – tiene el enorme defecto en la postulación de los candidatos, acto que se realiza por los de arriba y no por quienes tendrían que proponerlos para así poder votarlos, es decir, desde abajo.
Pongamos solo un ejemplo, el sistema norteamericano – que también en este terreno deja mucho que desear – tiene unos partidos políticos con delegados y representantes que deciden las candidaturas en lo que ellos conocen como las primarias.
En teoría los delegados son realmente representantes del pueblo, es decir, de los simpatizantes tanto del Partido Demócrata como del Republicano, y antes de las llamadas primarias se realiza una fuerte labor de convencimiento para buscar en ellas el voto que le dé el abal al candidato determinado para que sea él quien represente al partido en la contienda electoral que en aquellas latitudes, tiene como lo sabemos, muchos defectos.
Aquí nuestros partidos políticos tendrían que realizar un ejercicio de votación directa, ya sea de sus simpatizantes y potenciales electores, o abierta al público en general para que fuera desde abajo la decisión de quienes tendrían que ser los candidatos, pero esto es muchas veces impráctico, pero además divide al electorado de un partido determinado y aunque en el pasado es un ejercicio – que tendría que ser el ideal – que se ha intentado, los resultados no son lo que el sistema esperaría, por lo que se ha optado por la realización de las encuestas, que como todos sabemos son manipulables en favor de uno y en contra de otro, o simplemente son encuestas patito realizadas a la medida del cliente al que se quiere beneficiar con determinada candidatura, o finalmente son encuestas que se cuentan pero no se realizan siendo los de arriba quienes deciden con la técnica refinada del dedazo quién será el candidato determinado.
Y así cuando se llega el momento de las elecciones la realidad es que la ciudadanía no se siente en absoluto representada por los candidatos que se encuentran en la boleta electoral, y a ello se debe el elevado número de votos anulados (7%), cosa de la que poco se habla al menos en el momento, aunque muchos votantes deciden votar por el menos malo, que muchas veces no existe porque todos los candidatos son tan malos los unos como los otros, – sea cual fuere el color que vistan – son claramente oportunistas que están ahí impulsados por algún padrino que desde arriba recomendó al personaje en cuestión a condición de su lealtad incondicional no hacia el pueblo que supuestamente va a votar por él, sino para quien le dio el empujoncito.
A los partidos políticos se les ilumina la voz cuando aseguran que tendrán los mejores candidatos, las mejores candidaturas, que buscarán – como fue el caso de la PROMESA INCUMPLIDA DE MORENA – que un porcentaje mínimo del 30% de las candidaturas serían entregadas a la sociedad civil a personajes sin partido, pero con una trayectoria clara en favor de la sociedad y con una preparación, una honradez a toda prueba, una capacidad de innovación, etc., que claramente no tienen los miembros del partido que finalmente fueron designados desde arriba – insisto – para las candidaturas.
Algunos ejemplos de mi decir: En nuestro entorno las candidaturas a los distritos federales para acceder a San Lázaro, fueron cedidas a personajes monrealistas que poco o nada han hecho realmente por su comunidad o por el Estado de Zacatecas, y de ahí que la mitad – aquella del sur – fuera claramente derrotada y distritos tan importantes como el que tiene como cabeza a Fresnillo, – cuna y supuesto bastión del monrealismo – tuviera una votación dividida de frente a una candidata de la Coalición va por Zacatecas, totalmente impresentable como es el caso de Norma Castorena del Sindicato de Salud, y así, en un descuido lo perdían también.
Por ello la pregunta, ¿porque la necedad?, como diría Juan Gabriel, habiendo FUERA DEL PARTIDO personalidades brillantes por las que sin duda hubiera votado la ciudadanía.
Vamos, es claro que en NUEVO LEÓN la ahora secretaria de Economía, Tatiana Cloutier, hubiera obtenido el triunfo sin problemas, pero no, los neoloneses optaron – no les quedó de otra – por un payaso elitista porque no tenían alternativa, ya que AMLO optó por darle la candidatura a una priísta de toda la vida que en cuanto se descubrió su primera mentira cayó en las simpatías del electorado. Que cosas como estas no les causaran un cosquilleo porque ¿por qué exponer a uno de los estados mas importantes a 6 años de más de lo mismo? (BRONCO ELITISTA RELOADED) en vez de buscar el bien de todos.
En la ciudad de México la guerra entre amigos y compañeros logró el debacle por todos conocido, el antiguo pleito CLAUDIA SHEIMBAUN VS RICARDO MONREAL, volvió a activarse, la Jefa de Gobierno se negó a postular candidatos claramente recomendables, evitó la reelección del Delegado Núñez por el simple hecho de ser monrealista y lo sacó de la jugada para poner a una cuestionada DOLORES PADIERNA y en otro de los bastiones de la izquierda permitió a un personaje impresentable, actual delegado ROMO, que contendiera por la reelección y ambos fueron derrotados, dando paso a la división de dos ciudades de México en un escenario altamente clasista de un oriente chairo y un occidente fifí.
Y claro que ello no fue solo una mala decisión de la jefa de Gobierno a la hora de decidir a los candidatos, también contribuyó la permanente campaña de mentiras y desinformación por parte de los medios masivos de comunicación, y sin lugar a dudas las terribles fallas de comunicación de la mañanera que todos los días realiza AMLO al que en algún momento alguien tendrá que decirle como él lo hizo alguna vez:
¡YA CÁLLATE CHACHALACA!
