■ El trámite no se llevó a cabo con la suficiente transparencia: Crescenciano Sánchez Pérez
■ Es un tema que debe analizarse en un proceso de reestructuración administrativa de la Universidad
La venta de prestaciones de 120 profesores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), implementada durante la administración rectoral de Alfredo Femat Bañuelos, ahora es tema de controversia en el Comité de Huelga del Sindicato de Personal Académico (Spauaz), donde algunos profesores exigieron que no paguen prestaciones a quienes las vendieron, como una propuesta o mecanismo para ahorrar recursos y reencauzarlos a la seguridad social.
Mediante el programa de “Sustitución y venta de prestaciones”, los docentes que ingresaron a laborar a la UAZ antes del 31 de agosto de 1991, con derecho a la jubilación dinámica, podían aceptar 29 por ciento del monto total que recibirían por concepto de salario y prestaciones después de jubilarse, a cambio de finiquitar la relación contractual con la Universidad, de esa manera sólo serían pensionados por el ISSSTE.
Al discutir sobre la nula respuesta de la Rectoría a sus demandas y condiciones para levantar la huelga y el argumento de la falta de recursos para satisfacerlas, en la reunión del Comité de Huelga de ayer, algunos docentes propusieron solicitar a la administración central que no se paguen las prestaciones a quienes las vendieron, lo que generó reacciones a favor y en contra.
Incluso, Pedro Martínez Arteaga, titular de la cartera de Asuntos Laborales del Spauaz, manifestó que los señalamientos contra su persona, por haber sido beneficiario de ese programa, era una provocación.
Otro profesor expuso que él tuvo la oferta de vender sus prestaciones, a cambio de un monto equivalente a 29 por ciento del total que estimaba recibir por concepto de salario y prestaciones después de jubilarse, pero que ello podía hacerlo realizado en el momento que quisiera.
Según dijo a los asistentes, él no está robando a nadie, pues solamente aceptó una propuesta de sustituir el pago de sus prestaciones posjubilatorias por un monto de dinero, y con la libertad de jubilarse cuando quisiera.
A manera de ejemplo, comentó, si a alguien le compran su coche pero el comprador le dice que puede seguir usándolo el tiempo que quiera, entonces el propietario seguramente aceptaría.
Al final, los docentes coincidieron en que ese es un tema que debe analizarse y discutirse en un proceso de reestructuración administrativa de la Universidad, pero después de levantar la huelga y presentarlo en los espacios adecuados para hacerlo, como el Consejo Universitario.
Crescenciano Sánchez Pérez, secretario general del Spauaz, afirmó que desde su punto de vista, el proceso de venta de prestaciones no se llevó a cabo con la suficiente transparencia, ya que “no sé en qué calidad llegó ese dinero de Hacienda hacia la Universidad y cuáles eran las normas para aplicarla”.
Por tanto, indicó la necesidad e importancia de conocer esos convenios y que el Consejo Universitario tome una decisión sobre estos casos y si deben ser parte del proceso de reingeniería administrativa de la UAZ.
El motivo por el cual surgió el tema en el Comité de Huelga, agregó, es por la situación delicada en que se encuentra la Universidad y que obedece “a la crisis por la que estamos pasando que es administrativa y financiera. Está complicado todo, por eso brota este asunto”.
“La sustitución y venta de prestaciones”, según lo ha explicado Femat Bañuelos, se implementó con el objetivo de reducir los pasivos laborales de la UAZ, que hace algunos años llegó a ser de 19 mil millones de pesos.
Para atender ese problema, se aplicaron diversas medidas, entre ellas se aumentó el tiempo de jubilación de 25 a 30 años y se emprendió ese programa, mediante el cual alrededor de 120 docentes recibieron 29 por ciento del monto total que, según se calculó, pudieron haber obtenido por concepto de salario y prestaciones en su jubilación dinámica.
La venta de prestaciones se ofreció únicamente a profesores con derecho a la jubilación dinámica, es decir, cuya pensión era responsabilidad del ISSSTE en 70 por ciento y de la UAZ el 30 por ciento restante.
Con esa medida se pretendió que la Universidad dejara de pagar al jubilado ese monto que le correspondía por concepto de salario y prestaciones, a cambio de una cantidad de dinero que en ese momento otorgó Gobierno Federal específicamente para ello.
En palabras del delegado de jubilados del Spauaz, Martín Ornelas, publicadas en un reportaje de La Jornada Zacatecas el 31 de marzo de 2014, “la trampa está en que los beneficiarios no se han jubilado y dicen que nunca se van a jubilar, además de que varios de ellos ocupan cargos en la burocracia, entre ellos el Rector, el secretario general, el secretario académico y algunos directores”.
Finalmente, el Comité de Huelga del Spauaz acordó que la marcha programada para este lunes, se realizará el martes, para que las delegaciones pudieran reunirse.
Asimismo, después de esa manifestación acudirá una comisión a la casa del gobernador para entregar un documento y solicitar una audiencia.
