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viernes, 29 marzo, 2024
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■ EL PÉNDULO

Se requiere una burocracia profesional

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

La acción más importante de los poderes del estado es la de asignar presupuesto a las distintas políticas públicas que se derivan de las plataformas electorales y de los planes de desarrollo. Sin embargo ello no es suficiente, se requiere de burocracias competentes y profesionales para implementarlas con mayores probabilidades de éxito. Sin embargo, la profesionalización de sus burocracias continúa siendo una asignatura pendiente del Estado mexicano, que impide la elaboración e implementación eficaz de las políticas públicas, que merma la eficacia de las intervenciones del Estado y que traslada a los ciudadanos las consecuencias de no tomar en serio la importancia de contar con una burocracia competente, eficaz e imparcial.

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En nuestro país, en las esferas federal y estatales, cada vez que arriba un nuevo titular del Poder Ejecutivo, el gobierno construye nuevas estrategias, lanza iniciativas, ofrece grandes planes de infraestructura y promueve reformas ambiciosas, sólo para verlas desmoronarse años después por la ausencia de una burocracia competente, que dé estabilidad y continuidad a las decisiones, que permita el aprendizaje institucional y resguarde las decisiones de intromisiones político-partidistas. Y peor aún, cuando su único mandato es transformar los recursos públicos en patrimonios privados. Los estudiosos de la administración pública han venido construyendo consensos alrededor del problema derivado de que en México seguimos considerando a las campañas políticas como batallas para conquistar y repartir la administración pública como un botín político. En seguida comento algunos de esos consensos:

  1. La rotación de personal afecta el desempeño y la viabilidad de las políticas.

La improvisación recurrente del personal encargado de implementar las políticas públicas es determinante para impedir el logro de sus objetivos. Aunque la arquitectura institucional incorpore las mejores experiencias y contemple la creación de espacios de coordinación intergubernamentales, es incapaz de asegurar y garantizar la pertinencia y eficacia de los acuerdos tomados en ellos, debido, en gran medida, a que las designaciones no garantizan la idoneidad y de los servidores públicos de alto nivel y el personal administrativo y operativo.

  1. La falta de certeza contribuye al mal uso de los espacios de discrecionalidad en la implementación de las políticas.

Un modelo profesional de burocracia favorece su predictibilidad, es decir, que el comportamiento y las decisiones de las burocracias están anclados en modelos de trabajo, rutinas y procesos que generan certeza sobre cuáles deben ser las conductas de los servidores públicos ante determinados mandatos, decisiones o márgenes de discrecionalidad. La improvisación del personal a cargo se traduce en comportamientos y conductas que desvirtúan los objetivos de la política, disminuyen la velocidad de su implementación y propician la proliferación de la corrupción.

  1. La ausencia de información impide conocer los resultados de la implementación y el impacto de las políticas.

Existen muchos ejemplos que muestran cómo la ausencia de una burocracia capaz de generar memoria institucional ha permitido que se tomen decisiones a partir de información incompleta, o peor aún, a partir de anécdotas y no con evidencia e información contundente sobre la materia. La falta de capacidades para elaborar, operar y evaluar las políticas públicas y para generar mecanismos de información y seguimiento sobre los avances de su aplicación, por parte de la burocracia encargada de coordinar los trabajos de implementación, implica que la política se lleve en buena medida a ciegas. Y ello sólo conduce a mermas importantes en los niveles de bienestar.

  1. La profesionalización favorece la especialización y el compromiso del personal con los principios y valores del servicio público.

Garantizar la contratación y permanencia de funcionarios de carrera y personal con amplia trayectoria, genera condiciones propicias para la implementación exitosa de las políticas a su cargo. Permite, por un lado, que el personal tenga la especialización adecuada para llevar a cabo sus tareas y que su voz sea reconocida y escuchada por sus subalternos. Por otro lado, favorece la disposición de los implementadores para mejorar sus procesos mediante la toma de decisiones basadas en evidencia.

Insistir sobre la importancia del servicio profesional de carrera en la administración pública no se debe solo a razones normativas (las virtudes del mérito o la necesidad de imparcialidad) o legales, sino también por los efectos que tiene en la capacidad del Estado para alcanzar sus propósitos: resolver problemas públicos, entregar con eficacia bienes y servicios y conducir adecuadamente las políticas públicas. Las grandes decisiones de diseño institucional sobre el sistema político y, en particular, sobre el acceso al poder (procesos de representación, elecciones, etc.) no resuelven en automático los requerimientos para el ejercicio efectivo del gobierno. Los gobiernos deben convertir sus decisiones en resultados a través de procesos y funcionarios que conviertan dichas decisiones en acciones concretas para mejorar el bienestar general: lo que se conoce como implementación de políticas públicas.

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1 COMENTARIO

  1. Pero para que, para que se gaste mas en la plantilla salarial y no quieran hacer nada.

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