Los cambios políticos denominados como transición democrática iniciaron con la reforma política iniciada en 1977, con la que las izquierdas mexicanas irrumpieron en los procesos electorales, mediante las fusiones del PCM y del PMT para dar origen al PMS en 1987 y, poco después con la Corriente Democrática del PRI para dar origen al PRD en 1989, después del fraude electoral de un año antes contra Cuauhtémoc Cárdenas S. La confrontación política entre PRD y el gobierno de Carlos Salinas se desenvolvio en un clima de represión y fraudes contra el PRD y de concesiones al PAN tendientes a propiciar un sistema bipartidista entre el PRI y el PAN, cohesionados por el proyecto neoliberal. El único medio de comunicación con una linea editorial progresista era La Jornada, medio que nación en septiembre de 1984 por el compromiso de personas progresistas y comprometidas como José Agustin Ortiz Pinchetti (JAOP) recientemente fallecido, quien no dudó en mostrar su repudio al fraude electoral y a la represión contra el PRD. A partir de entonces siempre acompañó las luchas a democráticas del movimiento principal de las izquierdas mexicanas.
Sin embargo, la exigencia democrática se mostraba de múltiples maneras, en los procesos electorales locales, en diversos movimientos sociales contra la negociación del TLCAN y con la participación de diversas personalidades democráticas que se expresaron en actividades como el seminario de Chapultepec impulsadas por personas independientes como JAOP, que generaron documentos como el publicado el 17 de enero de 1994 denominado “20 compromisos por la democracia”, documento firmado por más de 2500 personas que se sumaron a la lucha por un cambio de régimen político. Esa publicación fue una contribución muy pertinente en el debate nacional en un escenario muy complejo que se agravaba cada día como consecuencia de que el día primero del año irrumpió el EZLN con su levantamiento armado en Chiapas.
Otra expresión muy llamativa de la crispación política de esos tiempos, fue una movilización popular de ciudadanos de Tabasco hacia la ciudad de México encabezada por el ex candidato a Gobernador, Andrés Manuel López Obrador, con la demanda de anulación de la reciente elección por gastos excesivos de campaña de Roberto Madrazo Pintado, lo que era evidente en la documentación paralela del propio equipo de campaña del PRI que llegó a manos de López Obrador y que transportaba en decenas de cajas con el propósito de entregarla a las autoridades electorales. Fue muy relevante el hecho de que varios ciudadanos independientes en esa época, aceptaron revisar la documentación tabasqueña y, con ello, multiplicaron el impácto político del movimiento. Entre los participantes recuerdo a José Agustín Ortiz Pinchetti Santiago Creel Miranda, Miguel Ángel Granados Chapa, Ricardo Pozas Horcasitas, quienes unos meses después fueron reconocidos por todos los partidos designandolos como Consejeros ciudadanos del naciente IFE, con la grande responsabilidad de conducirlo con la independencia otorgada por la reforma electoral negociada por los representantes de los partidos políticos y el secretario de gobernación Jorge Carpizo, a pocas semanas del inicio de la campaña presidencial de 1994, marcada por el asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio.
La relación de JAOP con AMLO y con el movimiento se reforzó en el año 2000 con su nombramiento como secretario general del gobierno de la CdMx, donde mostró un especial interés en construir puentes y consensos con integrantes de todas las fuerzas políticas tanto locales como nacionales.
También trabajó arduamente para que el entonces Distrito Federal avanzara en la autonomía operativa y legal. Más tarde, de 2003 a 2006, como diputado federal, impulsó desde la tribuna de San Lázaro iniciativas para avanzar en la transformación del Distrito Federal hacia una entidad con marco normativo propio.
En 2005 participó activamente en el movimiento masivo generado contra el desafuero del jefe de gobierno para quitarle toda posibilidad de participación en la elección presidencial del año 2006; al final de la jornada electoral jugó un papel relevante en la defensa jurídica frente al fraude electoral orquestado por el INE y el Tribunal Electoral que dio la constancia a Felipe Calderón Hinojosa para el sexenio que concluyó en 2012.
Después del fraude no dejó de participar en la larga marcha de AMLO como presidente legítimo por todo el país para levantar los ánimos, en la construcción del Movimiento de Regeneración Nacional, en la lucha para transformarlo en partido Morena, del cual fue titular de la Secretaría de Valores Morales del primer CEN encabezado por Martí Batres (2012-2015).
Como periodista siguió apoyando a AMLO, hasta que en 2018 ganó la presidencia de la república; en 2019 el Fiscal Alejandro Gertz Manero lo designó como titular de la Fiscalía contra delitos electorales.
