Es indispensable para la humanidad, el poder comunicarse entre personas. A través de la comunicación, sea escrita, verbal o no verbal (señas, sonidos, etc) podemos expresar nuestras opiniones, sentimientos, miedos y demás cosas que nos permiten convivir en armonía con nuestros semejantes. A pesar de que desde los principios de la humanidad hemos encontrado la manera de comunicarnos, parece ser que algunas personas no han alcanzado dominar la técnica de la comunicación y no pueden o no saben cómo expresar sus mensajes o sus intenciones a los demás; esto puede ser entendible en las relaciones sociales, tan complicadas, ya que cada cabeza es un mundo; puede ser entendible en las relaciones de pareja que no siempre se sabe comunicar lo que se siente realmente o lo que se quiere; puede ser entendible que una persona no sepa comunicar un mensaje cuando su formación y su trabajo no requiera dominar esa disciplina; pero, es imperdonable e inadmisible cuando alguien que se considere parte de la vida pública, no sepa, no pueda o no quiera comunicar un mensaje con eficacia; como lo que le pasó a algunos regidores de la capital zacatecana; que según ellos salieron a denunciar atropellos, procesos opacos y corrupción, pero lo único que lograron comunicar fue desesperación, ambición, resentimiento y mucha falta de experiencia política.
El saber hablar en la política, no puede concebirse solo como abrir la boca y emitir palabras que conformen una oración; el saber hablar en la política es saber comunicar con eficacia un mensaje; si se quiere decir que el algo es rojo, se tiene que entender que es rojo, no que es rosa o guindo; quien tenga injerencia en la vida pública de la sociedad debe de tener muy buenas técnicas de comunicación. Antes, la comunicación política podría decirse que era menos complicada; debido al autoritarismo sobre los medios de comunicación, que se traducía en periodistas que no hacían preguntas incomodas; por la ignorancia de la ciudadanía que era la receptora de los mensajes políticos; y por la manera en que se difundía la información, que permitía a los políticos estudiar y preparar con tiempo sus mensajes. La comunicación en la política ha ido cambiando con el paso del tiempo, por lo que las técnicas también. Ahora hay distintas y diversas formas de comunicación, desde las más complejas hasta las más simples, pero todas eficaces.
Actualmente, gracias a las redes sociales, la comunicación política puede ser aparentemente más fácil, los mensajes llegan a más personas en menos tiempo, nos basta sólo un teléfono celular para comunicar un mensaje a nuestros seguidores o a la ciudadanía; actualmente, la mayoría de las ruedas de prensa y entrevistas son transmitidas en vivo por los medios de comunicación, lo que como ya dijimos, facilita su difusión, pero también obliga a una mayor eficacia en la comunicación del mensaje y a una mayor preparación por parte de quien lo emite. Quien se considere una persona perteneciente al mundo de la política, tiene que saber lo que va a decir y lo que le pueden preguntar, más aún, cuando hará alguna acusación, si es el caso tenga por seguro que le pedirán pruebas de lo que habla, recuerde que en estos casos el que acusa está obligado a probar; si no se contempla eso, se lo van a “tragar” los periodistas y la opinión pública. Un político no se puede presentar a una rueda de prensa motivado por el enojo y aconsejado por la ambición; además si quiere tener credibilidad deberá conocer muy bien su postura y no leerla, para ello, mejor que suba el escrito a redes sociales y no haga perder el tiempo a la prensa ni a la audiencia. Otra parte importante de la comunicación en la política es el tono de voz y el lenguaje corporal; si usted va a hacer una acusación hágala con firmeza, que la gente crea lo que dice, que la gente esté dispuesta a seguir escuchando con atención, no intente comunicar su mensaje leyendo titubeantemente y con una voz sin autoridad.
Si un político, además de comunicar su mensaje sin las aptitudes de liderazgo que ello requiere, se desvía del tema, no presenta pruebas de lo que acusa y evade cobardemente las preguntas de los periodistas, su comunicación es fallida; tal y como les pasó a los regidores de Zacatecas, que pudieran tener o no razón de lo que acusan, pero lamentablemente no comunicaron lo que querían y por su lenguaje corporal inseguro, por su falta de seguridad y firmeza en su voz, por no presentar pruebas de lo que decían, y por no poder contestar las preguntas de los periodistas, quedaron ante la opinión pública como chantajistas, situación que solo podrá cambiar si comprueban sus acusaciones.
Por una mala comunicación en un mensaje político hay quienes pierden su credibilidad y su carrera política; y hay otros que no pierden nada, porque nunca tuvieron ni una y otra.
