Sao Paulo. La policía dispersó a golpes y con gases lacrimógenos a huelguistas que han paralizado el metro de Sao Paulo, donde Brasil celebra este viernes su último amistoso frente a Serbia antes del inicio del Mundial en apenas seis días.
La huelga parcial e ilimitada del metro afecta desde el jueves a millones de personas y ha provocado caos en el tránsito y embotellamientos récord para las horas de la mañana, colocando bajo presión a las autoridades en esta ciudad que acogerá el 12 de junio el partido inaugural del Mundial.
El metro es uno de los principales medios para llegar al estadio mundialista Arena Corinthians. Es utilizado por 4.5 millones de personas diariamente.
“A las 7 am la estación Ana Rosa estaba cerrada y muchos usuarios querían ingresar. Se formó un tumulto con los huelguistas y los usuarios y la policía tuvo que intervenir” y lanzar gases, dijo un portavoz de la policía de Sao Paulo a la Afp.
La televisión Globo mostró imágenes de huelguistas tomados de los brazos formando un escudo humano, que se negaban a dispersarse hasta que fueron apaleados por policías.
Grupos de huelguistas van recorriendo diferentes estaciones de metro de la ciudad e impiden trabajar a los trabajadores que no se han sumado a la paralización, según la televisión Globo.
“Hubo un tumulto, yo corrí. Ahora aquí no tengo ni tiempo de comer con tanta gente que pregunta cosas”, dijo a la Afp Rosana Pereira, que trabaja en un pequeño centro de información de autobuses dentro de la estación Ana Rosa.
Fuera de la estación donde se produjeron los enfrentamientos, Vanesa Pereira hace una fila interminable para poder tomar un bus.
“Hoy me demoré dos horas en un viaje que normalmente no toma más de 40 minutos. Y ahora no sé cuánto más me voy a demorar aquí”, dijo resignada.
Tres de las cinco líneas del metro de esta megalópolis de 20 millones de habitantes operan solo parcialmente desde el jueves.
La huelga ilimitada en reclamo de mejores salarios ha provocado embotellamientos récord para las horas de la mañana en ambos días –de 251 kilómetros de largo este viernes, el mayor en lo que va del año–, agravados además por la lluvia intensa que cae sobre Sao Paulo.
Por otro lado, el sindicato Força Sindical, uno de los mayores de Brasil, convocó a una marcha que desembocará el viernes ante el Banco Central en Sao Paulo, para oponerse a la política económica del gobierno “que privilegia el capital financiero” y protestar por el alza de la inflación.
