■ Obra expone mediante el “periodismo cash” cómo este deporte explota a los jóvenes jugadores
■ Incluye una crónica sobre los dramas de padres intentando lograr que sus hijos alcancen los sueños incompletos
Los niños como objeto de compra-venta en el mercado del futbol soccer es la problemática que el periodista chileno Juan Pablo Meneses narra en su libro titulado Niños Futbolistas. Publicado por primera vez en 2013, la más reciente edición se presentó en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2015.
El libro se está convirtiendo en un clásico, su más reciente edición en México y presentación en la FIL da cuenta de ello. Se trata de un tema, expuso su autor, que no pierde vigencia, por el contrario, vuelve al campo de juego con cada polémica que se presenta en el ámbito de ese deporte.
“Es raro porque recientemente estuve en España presentando un libro nuevo y ahora estoy en México presentando éste de 2013, pero se trata de un libro que siempre me va a acompañar. Cada vez que hay un escándalo en el futbol me llaman. Lo malo es que quiere decir que todavía no hay nadie que se haya medido en el tema, sigo siendo el único, lo bueno es que la gente sigue acompañando a este libro”, expuso Meneses.
El también autor de Hotel España practica en este libro lo que denomina “periodismo cash” por medio del cual recurre a la estrategia de convertirse en el comprador de algún producto a fin de sumergirse en las entrañas de ese mercado en particular.
En Niños futbolistas, el escritor chileno se convirtió en el comprador de quien sería el protagonista del libro. Es decir, hizo el papel de un agente interesado en cazar a un niño talentoso en el manejo del balón a fin de conocer en carne propia el manejo de una red subterránea de este deporte en la que se manejan cantidades desorbitantes de dinero.
Como resultado, Meneses presentó en la FIL una crónica en la que, además de dichas redes, se hacen presentes los dramas de unos padres intentando lograr que sus hijos alcancen los sueños que ellos no consiguieron y por medio de los cuales también buscan que sus pequeños se conviertan en otros futbolistas como Messi y no en traficantes de drogas como Pablo Escobar.
“Lo más complicado era la parte de hablar con el padre, llegar a decirle: en cuánto me vendes a tu hijo. Veía cómo a los padres les empezaba a brillar los ojos. Me pasaban a su casa, me enseñaban las fotos de los premios, de sus hijos como si fueran manuales de lavadoras”, detalló el periodista.
Niños futbolistas narra por igual la historia de Kevin, un niño que tuvo la oportunidad de ser mejor que Messi, así como la historia de un deporte que está dejando de ser eso para convertirse en un negocio. El llamado “postfutbol” en el que ya nadie celebra el talento de los jugadores sino cómo éstos les hacen ganar dinero. Se trata de un negocio, agregó, en el que incluso los niños piensan en ganar dinero para comprar los muebles de la casa o un taxi para sus papás, en resumen, ven al futbol como un trabajo, pero en realidad ellos son los explotados, la esclavitud del siglo 20.
