¿Cómo hacer de los medios de comunicación más objetivos? Sin duda una de las claves es el grado de independencia que guarde el medio en cuestión respecto a los poderes públicos y los poderes económicos. Para que sean independientes de los poderes económicos deben tener ingresos suficientes, al menos, para mantener la empresa. Y eso pone a los medios de comunicación en brazos del poder público, porque es este último el que garantiza cierto ingreso permanente con la compra de publicidad y con los contratos de cobertura. Y justo aquí está el quid del tema. La pregunta a resolver es, ¿cómo hacer de los medios de comunicación independientes del poder público, sin dejar de percibir (legítimos) recursos públicos?
Son los contratos de publicidad (y otros del tipo), el motivo para comprometer la independencia de las empresas de la comunicación; porque con el manejo arbitrario de la decisión sobre a quiénes se apoya y con qué monto, es que los funcionarios adquieren poder-sobre los medios. Así que estos se ven obligados a ‘proteger su fuente de financiamiento’, lo cual significa que evitarán la crítica o publicar conjeturas que manchen la imagen de los funcionarios, aunque se tenga la información de que existan irregularidades o malos manejos o algún señalamiento cuestionable. Es decir, se discierne la información publicable, no con el criterio de la verdad o del interés público de la misma, sino de la sujeción. Para conseguir la independencia para que los medios se liberen de ese mecanismo de sujeción, y con ello, lograr que respondan más a la verdad y el interés público en su labor periodística, se debe pensar en cómo hacer para que la asignación de recursos públicos no dependa del arbitrio de los funcionarios en turno.
Un mecanismo posible, es que se tome el camino de lograr reglas de asignación desde la instancia que aprueba el presupuesto en el estado. Con criterios objetivos, medibles y públicos, se puede hacer una distribución de recursos de apoyo a los medios, con la obligación de comprometerse con los intereses del estado de Zacatecas, respetando la pluralidad de líneas editoriales. De esta manera hay oportunidad de que los propios medios de comunicación rindan cuentas a la ciudadanía, expliciten sus criterios de selección de notas y los giros en los enfoques de las mismas. Ahí se mostrará la pluralidad de proyectos editoriales, pero serán explícitas.
En suma, hay propuestas para hacer de los medios de comunicación mejores empresas informativas y que contribuyan a la democracia, y no sólo a respaldar proyectos de políticos ocasionales. Y de manera similar debe hacerse en las principales instituciones del estado que hacen contratos o convenios con los medios, como la universidad, las cámaras empresariales y los sindicatos. Ojalá y la voluntad de la clase políticas les dé para avanzar este rubro esencial de la democracia.
