■ La empresaria “ha sabido acercarse a la gente que decide y que toma decisiones”: Rodríguez
■ Hay una pérdida de calidad en la oferta cultural del estado: ex director de la Red de Festivales
“La opinión pública, la opinión de los creadores, al parecer no interesa mucho porque estamos viendo refritos y refritos que además están costando sumas estratosféricas”, dijo Vicente Rodríguez, ex director de la Red Estatal de Festivales del Instituto Zacatecano de Cultura, acerca de la vuelta a Zacatecas de Producciones Dora Guzmán.
Situó su recontratación, ahora para la apertura del Festival Barroco de Guadalupe, como una “reincidencia” que falta a la moral pública y la ética profesional, tanto de la prestadora de servicios como de las instituciones contratantes.
Esto, luego de recordar que el Espectáculo Macro-Multimedia Centenario: La Toma de Zacatecas. La victoria de un ejército del pueblo, que le vendió a Gobierno del Estado para su presentación el pasado mes de junio, costó al erario público alrededor de medio millón de dólares (4.6 millones de pesos) con una duración de 30 minutos, y por una presentación.
La explicación que puede ofrecer desde su experiencia del porqué después de dado el escándalo que protagonizó tanto la empresa como la administración gubernamental por estos hechos, que implicó además la denuncia de mal trato laboral y pago de salarios excesivamente bajos a los actores y extras zacatecanos, sigue siendo Producciones Dora Guzmán idónea para su contratación en el estado, es que la empresaria queretana “ha sabido acercarse a la gente que decide y a la gente que toma decisiones, y poder negociar y ponerse de acuerdo”.
Esto, señaló, independientemente de objetivos artísticos y culturales, “es decir, sabemos que los objetivos son netamente financieros”. En este sentido, Vicente Rodríguez señala que los espectáculos que propone Producciones Dora Guzmán en términos de concepto escénico, son siempre similares, “es el mismo lenguaje, lo único que varia un poco, que además es un poco, es el tema…que es muy similar a lo que hizo en Plaza de Armas”, dijo sobre la propuesta que expuso el 30 de septiembre en el Museo de Guadalupe denominada Versos, tintas y acordes de la Batalla de Zacatecas.
Agregó, es una característica de los proveedores de espectáculos la búsqueda por lograr negociaciones y acuerdos ventajosos con las instituciones culturales. Además cuestionó que se trate con empresas intermediarias y no directamente con los artistas, hechos que también causa sobreprecios y discrecionalidad a la hora de las negociaciones.
“¿Cómo están esos acuerdos y en qué consisten?, pues son cosas que desconocemos, que precisamente están obligados a darlas a conocer” las instituciones públicas.
El asunto de la contratación en junio de Producciones Dora Guzmán, que si bien no se ha demostrado como ilícito, sí entró en la discusión de la moral pública y la ética institucional en términos del gasto que puede hacer el gobierno de un estado pobre, lo ubicó como “desproporcionado”, pues dijo, “ningún otro país del mundo invierte esa cantidad de dinero, a no ser que sea una inauguración de Juegos Olímpicos o algo por el estilo”.
La comparación vuelve a hacerse evidente, toda vez que la próxima emisión del Festival Internacional de Teatro de Calle, cuyo programa fue dado a conocer este 30 de septiembre, costará a los zacatecanos, con la participación de ocho compañías locales, seis nacionales y cinco extranjeras, estas últimas europeas, poco más de 5 millones de pesos. Siendo que todos los espectáculos se presentarán por lo menos en dos ocasiones, se informó.
Rodríguez Cervantes cuestionó la calidad de los espectáculos que se están trayendo a Zacatecas, y expuso el asunto como una pérdida en la calidad de una oferta cultural que había logrado posicionar al estado internacionalmente y que “nos costó mucho trabajo darle el prestigio que tenía. Por las características de la programación…ya está por los suelos”.
Agregó, es una “lástima que el único eje de desarrollo turístico para Zacatecas”, donde sitúa su oferta cultural, se menosprecie.
Las industrias creativas en el país proporcionan a México 3 por ciento del PIB y conjuntamente con el turismo, generan alrededor de 8 por ciento del Producto Interno Bruto, expuso, lo que ubica los rubros en conjunto por encima de las industrias maquiladora, automotriz y de la construcción.
“¿Entonces, si es una industria, por qué no se le fomenta como tal y se invierte en crear infraestructura cultural, en desarrollar talento creativo, en mejorar los productos artísticos locales y así se pueda generar una industria que se desarrolle a buen nivel?… es decir nos estamos suicidando”.
En el contexto en que se encuentra Zacatecas, agregó, “no podemos darnos ese lujo de despreciar a nuestros creadores, de desperdiciar los recursos y sobre todo traer espectáculos mediocres, baratos que se compran como caros”.
