Lo ridículo es que éstas continuas
reyertas no tengan ningún fundamento,
porque una razón contra otra razón puede
ser una tragedia, pero una sinrazón contra
otra sinrazón es siempre un sainete
Jacinto Benavente
Dramaturgo Español
Desde que se echó a andar la Reforma Educativa peñista (2013), se ha hecho presente el vituperio, la descalificación, el rechazo y la ironía hacia dicha reforma; las posturas de los diferentes sectores y actores del hecho educativo han sido muchas y muy variadas; desde quienes la aceptan y la aplauden hasta quienes la rechazan con manifestaciones incluso radicales; el colmo, nos encontramos con directivos que con alto grado de perversidad atemorizan a los maestros, haciéndoles saber que ahora sí se les sancionará si no cumplen con las normas y reglamentos establecidos en dicha reforma.
Lo cierto es que de siempre el Estado ha mostrado obsesión por educar a la población, no concibo un estado educador sino un estado promotor de la educación dado que, históricamente ha demostrado que no es educador sino instructor y a lo que más ha llegado es a formatear tanto a los educandos así como a los maestros. La imposición de la Reforma Educativa fue la gota que derramó el vaso, con esto, se endurecieron las acciones en contra de los maestros, sometiéndolos a procesos legaloides que solo los conducían a la pérdida de muchos de sus derechos laborales; quienes de siempre mostraron rechazo de una manera contundente a la imposición de la reforma fueron los maestros que se agruparon en torno a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una coordinadora conocida en todo el país pero con una lucha localizada solamente en el sureste.
La CNTE ha declarado que no van a permitir una Reforma Educativa maquillada, aclaran que no desean tener el control de las plazas pues solo piden que se asignen con transparencia, rechazarán una reforma de la reforma en tanto no den a conocer el proyecto pedagógico que dé garantías a la transformación. Hoy, el Presidente de la República lejos de comprometerse a abrogar la reforma, recurre al chantaje declarando que no habrá tal reforma si no se llega a acuerdos con la CENTE, que el modelo educativo que se implementará será el que prevalecía antes del 2013, no desea asumir el compromiso que adquirió en campaña, el de abrogarla una vez que llegara a la presidencia.
Algo que llama poderosamente la atención es la nota que aparece en la Jornada México (11 de abril, 2019. Pág. 15); “En México es más difícil educar que en otros países de América Latina: UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
sta publicación es el resultado del estudio “La política educativa de México, desde una perspectiva regional”, mismo que realizaron el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE); derivado de este estudio, la UNESCO señaló que México enfrenta grandes desafíos, entre ellos, garantizar el derecho a la educación en un contexto de profundas desigualdades estructurales y de gran diversidad cultural, situación que conlleva la dificultad en los aprendizajes de los educandos.
Creo que el magisterio debe luchar por algo más que una reforma educativa toda vez que nuestro país vive una crisis educativa y social, es justo el momento para promover cambios sustanciales mediante la realización de verdaderos debates donde el objetivo principal sea el darle rumbo a la educación mediante el aporte de ideas que deriven en la construcción de proyectos educativos promisorios y legitimados por el magisterio; por ello la aseveración de que un pacto educativo entre partidos y disidentes magisteriales, no son del todo convincentes.
Por lo expuesto hasta aquí, considero innecesario el amago que hace AMLO sobre la intención de cancelar la iniciativa constitucional de la Reforma Educativa, pues prometió al magisterio y la sociedad en general el derogarla, y creo, que fue lo que le dio el triunfo. Por las declaraciones que ha hecho, considera que en la reforma educativa se debe luchar con los sindicatos magisteriales o contra ellos para erradicar los vicios que en el sistema educativo existen…… ¿y la reforma?, considero que una reforma es mucho pero mucho más que luchar en contra de ideologías, de sindicato, de federalizar nóminas y de desaparecer los aviadores. Como siempre, quien hoy día quien le está sirviendo de comparsa al jefe del ejecutivo, es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ya que ahora sí desea que se abrogue la Reforma Educativa; de una manera cínica y oportunista considera urgente que se creé una legislación que garantice los derechos de los trabajadores de la educación –cuando ellos mismos en el periodo peñista urgían al presidente que se aplicara con todo rigor la Reforma Educativa. Tanto fue el descaro del SNTE que el 10 de abril de 2019 se pronuncia públicamente reconociendo el esfuerzo que realiza el ejecutivo federal así como las fracciones parlamentarias para abrogar dicha reforma. Creo que a este sindicato no les queda este papel, se verían más honestos si se manifestaran como oposición.
Para muestra de todo lo que se ha dicho de la reforma, basta un botón; el Secretario de Educación Pública declara que depende de los Diputados el negociar la Reforma Educativa (La Jornada México, 12/abril/19, p. 14), esta declaración es un desafío abierto principalmente a la CNTE ya que a la fecha no ha habido acuerdo alguno sobre la tan anhelada abrogación. ■
