■ Nota periodística que señala supuestas irregularidades obedece a “momentos políticos”, afirma
■ Nunca alguien me llamó para instruirme y favorecer a alguna empresa, dijo el ex funcionario
Le Roy Barragán Ocampo, ex secretario de Administración del gobierno de Miguel Alonso Reyes, aseguró que el hermano del ex mandatario, Juan Manuel Alonso Reyes, nunca tuvo intervención en licitaciones públicas hechas en el sexenio pasado, ni tampoco él recibió instrucciones para involucrar al familiar del priísta en la toma de decisiones con el fin de favorecerse personalmente.
El pasado 15 de septiembre el periódico El Universal publicó un reportaje firmado por Misael Zavala, en el que a partir de información obtenida por correos electrónicos documentó que el ex gobernador Miguel Alonso entregó contratos millonarios a empresas de diversos sectores como salud, alimentación y obra pública a través de licitaciones irregulares al favorecer empresas que a cambio del contrato pagaban moches a Juan Alonso Reyes, hermano del ex mandatario. Ayer se amplió la información en una nueva nota que da cuenta de más presuntas irregularidades.
En la publicación se menciona a Le Roy Barragán, entonces secretario de Administración y al ex secretario de Salud, Raúl Estrada Day, como personajes que presuntamente ayudaron “a modificar, facilitar y adelantar datos a los familiares del ex gobernador para que tuvieran ventaja sobre sus rivales en las licitaciones”.
Ayer en entrevista, Barragán, ahora diputado local presidente de la mesa directiva de la 62 Legislatura, negó las acusaciones periodísticas en su contra y dijo que en lo que a él le compete es falso, “obviamente que no”, y consideró que la nota obedece a “momentos políticos”. “Los documentos ahí están”. Incluso dijo desconocer la información de los correos electrónicos a los que hace mención El Universal.
El ex funcionario únicamente reiteró que a él nunca alguien le llamó para darle instrucción
de favorecer a alguna empresa en ciertas licitaciones públicas, “si no me llamaba el gobernador, jamás me llamó para decirme quiero que gane éste o aquel, jamás”.
Asimismo, insistió en que en ninguna ocasión Juan Alonso se entrometió, “no hay forma”, pues cada licitación se mandó a la Secretaría de la Función Pública (SFP) para que revisara la transparencia y evitar que fuera dirigida a cierta empresa, dijo que quizás hubo algún señalamiento, pero en su caso se corrigió.
Agregó que la obra pública, él como ex titular de la Secretaría de Administración (SA) no la licitó, sino que eso correspondió a la Secretaría de Infraestructura (Sinfra), mientras que la Secretaría de Salud tiene su propia unidad de licitación al igual que el DIF, el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) y en general los descentralizados.
En tanto, las licitaciones hechas por la SA “se hicieron mediante las reglas de ley en la aplicación de recursos federales”. Se subieron a Compranet y todas las que le correspondieron “están perfectamente bien hechas” ninguna se dio mediante adjudicación directa “no se puede, es recurso sumamente vigilado y nadie se atrevería a hacer una situación de ésas”.
Barragán expuso además que cada año fue auditado y en cada licitación estuvo presente la Secretaría de la Función Pública (SFP) a quien se le mandaron las bases de cada licitación para que las revisaran, mismas que fueron autorizadas y por ende están firmadas por los titulares de la Función Pública y la SA.
