UNO: Zacatecas, tierra de problemas de tránsito.
DOS: Temen en Fresnillo regreso de comerciantes invasores de aceras.
TRES: Interpol da la razón a Napoleón Gómez Urrutia.
UNO: “Quien a burros favorece… coces merece”
Al parecer, sólo en el estado de Zacatecas hay taxistas conduciendo mientras escuchan música por audífonos.
Ni quién lo impida.
Sólo en el estado de Zacatecas abundan automovilistas que conducen con el cuello torcido y la oreja pegada a un teléfono celular.
Ni quién lo impida.
Sólo en el estado de Zacatecas cualquiera puede abandonar un vehículo sin llantas en calles céntricas.
Ni quién lo impida.
Sólo en el estado de Zacatecas cualquiera puede estacionarse en doble fila, sobre todo frente a un hospital o comercio.
Ni quién lo impida.
Sólo en el estado de Zacatecas cualquier tendero puede poner exhibidores de periódicos o espectaculares no en la acera, sino en el pedazo de calle frente a su local.
Ni quién lo impida.
El estado de Zacatecas se ve lleno de infracciones a las más elementales leyes de tránsito vehicular.
Es evidente que alguien no está haciendo su trabajo.
DOS: “Perro huevero, aunque le quemen el hocico”
Durante décadas, los vendedores de fruta de Fresnillo que se ubican en la calle Reforma obstruyen las aceras con tenderetes que son ampliaciones de sus locales.
Desde tiempos en que era presidente municipal Pepe Bonilla, refieren.
Ni priístas ni petistas han podido meter orden ante esta evidente anomalía.
Y a principios de diciembre la administración de Benjamín Medrano los quitó para iniciar los trabajos de remodelación de la calle.
Este lunes se abrió a la circulación la nueva calle Reforma.
Se ve magnífica, sobre todo por la ausencia de vendedores y sus odiosos tenderetes.
La pregunta es: ¿Permitirá el gobierno municipal que regresen los invasores?
TRES: “Por el hilo se saca el ovillo”
Los partidarios del dirigente sindical Napoleón Gómez Urrutia saltan de puro júbilo.
Y es que, en un hecho insólito, la Interpol rechazó la solicitud de la PGR de México para que se emitiera “ficha roja” contra Napito.
El razonamiento es que, en el caso de Gómez Urrutia, hay una persecución política en su contra.
Ahora terminan de engallarse los sindicalizados que durante estos años han defendido a su dirigente.
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