Ya próxima la época navideña, la palabra reusar se puede aplicar en diversos ámbitos:
En el ecológico invita a disminuir el nivel de consumismo, el bien o producto se usa una y otra vez, hasta que ya no es de utilidad, por ejemplo, si compramos el café en frasco, al acabarse el café, el frasco se puede usar como florero, lapicero, alcancía o quizás para guardar harina, azúcar, sal, cereal, etc., podemos pintar, forrar o adornar el envase pero no sufrirá ningún proceso químico para poderlo usarlo. El reusar las cosas ayuda a mermar el impacto negativo sobre la biodiversidad y mejora el bolsillo al fomentar el ahorro.
En esta época, las cajas se pueden usar en la envoltura de los obsequios, las semillas de los pinos con un poco de pintura dorada o plateada quedan bien en los adornos navideños, los libros que ya no leemos se pueden ir a la campaña de “deja un libro en una banca”, la ropa en buen estado pero que ya no usamos se puede donar a alguna causa, el cabello que nos cortaran puede servir para hacer pelucas para niños con cáncer, entre otras opciones. El reuso aminora la huella de carbono generada, dándole un respiro a nuestra Madre Tierra.
Las cáscaras de las mandarinas, cacahuates, naranjas, manzanas, etc., al convertirlas en composta estamos contribuyendo a que la Madre Naturaleza reuse los nutrientes para la generación de los recursos que sustentan nuestra existencia.
Quizás volver a usar los mismos adornos para el arreglo del árbol navideño no sea tan mala idea, o bien hacer unos pero con material de reuso, dándole un toque único a nuestro hogar. Si usted prefiere adquirir un arbolito natural, tenga cuidado en conseguirlo en una zona natural autorizada y que promueva el uso del bosque en forma sustentable.
Otra manera de reusar es mediante los tianguis de trueque, sin dinero de por medio, sólo por el intercambio de bienes, averigüe si cerca de su área existe un tianguis de ese tipo.
En el ámbito espiritual implica las emociones, los valores y las decisiones, ¿cómo reusar las propias emociones? En ocasiones esto es complicado, si aprendimos a que cierto comportamiento o acción nos debe traer como consecuencia el enojo, reusamos ese aprendizaje enojándonos cada vez que se repite ese comportamiento, sin percatarnos que casi nada es igual en dos ocasiones, cambian las circunstancias, el momento, los colores, los olores, etc. Reusar la pasión, la alegría, el asombro, la esperanza, el amor es punto fundamental en nuestro ciclo de vida. Recordemos que lo espiritual refiere a todo aquello que perfecciona o alimenta al espíritu y al alma, cuyo fin último es la transcendencia.
Debemos tener cuidado en reusar los aspectos negativos como la ira, el rencor, el enojo, la envidia, la venganza, etc., si el uso es para dañar a alguien o algo seguramente ese reuso afectará también nuestra propia esencia.
En estos días estamos inversos en una cultura light, dónde se usan las cosas o personas sólo una vez según la conveniencia, seguimos las instrucciones “úsese y tírese”, aligeramos la carga y nuestra responsabilidad. Todos los seres humanos tenemos las mismas necesidades básicas que implican una ética mínima, las cuales no derivan de una religión, una creencia, un hábito, un idioma, de una ubicación geográfica, etc.
Otra cosa que debemos reusar es “nuestra palabra”, en ocasiones la usamos para declarar promesas que no cumpliremos, algunos abuelos ancestrales afirman “cuida tus pensamientos y palabras, lo decretado se cumple, tu palabra protege tu honor”. Reusar nuestro honor para sustentar nuestros decretos. ■
Por la Tierra AC
