La sensación de soledad es una situación que puede convertirse en momentánea y que no es forzosamente mala, ya que es posible transformarla en su espacio de reflexión para conocernos a fondo, y encontrar nuestra propia identidad.
Derivado del artículo de la semana pasada, varias personas me preguntaron qué es lo adecuado para enfrentar la soledad, o qué tipo de libros se pueden leer o actividades realizar para ayudarse a enfrentar mejor los sentimientos de soledad. Más allá de recomendar libros, ya que la gran diversidad existente y los gustos en tipos de lectura son enormes; más allá de recomendar actividades que también son diversas, lo realmente importante es en principio, poder empacar el pasado. Dejar de pasar gran parte del tiempo recordando cosas, evitar volver a vivir una y otra vez el pasado, imaginando lo que se pudo hacer, no permitir que el “hubiera” haga presencia y buscar sentirse sin ningún peso y libre para vivir la vida. Enfocarse mentalmente.
Cuando la soledad es resultado de separación, lo más indicado para la recuperación es tomar consciencia de lo que ocurrió y de lo que se está sintiendo, pensar qué fue el problema real antes de tratar de buscar en refugio en otra persona volviendo a cometer el mismo error que, a largo plazo, genera mucha confusión e inseguridad. Separarse no es nada fácil y serenidad no es una tarea sencilla, principalmente para quien no está acostumbrado a reflexionar y analizar sus propias emociones y sentimientos. El reto es evitar buscar culpables y sí soluciones.
Salidas equivocadas mientras se está en soledad es recurrir al uso del alcohol, drogas, comida en exceso o dejando de alimentarse, encerrándose en casa, la negación para librarse de todo dolor. Ese tipo de salidas no permiten reflexionar sobre los sentimientos y la realidad, sólo mantendrá el sufrimiento y aplazará la paz mental, además el hecho de que te aferres a la negación no significa que los demás no noten la realidad. Evita buscar refugio en las redes sociales o la computadora, ya que son falsas ideas mentales para no sentirse solo, pero al final sólo lo incrementan.
Sacar provecho del sentimiento de soledad es posible. Permitir la introspección, la reflexión sobre los hechos y, principalmente, un mayor encuentro con el verdadero yo. Vivir solo no significa necesariamente sentirse solo. Una manera de superar la soledad es pensar cuántas veces has dejado de hacer algo que querías porque al ex no le gustaba o por falta de tiempo. Después de una separación es común que haya una disponibilidad de tiempo que parece asustar y hacerte sentir inmovilizado, pero pasado el período de adaptación se pueden descubrir las innumerables cosas que se pueden hacer, cosas que podrán poco a poco devolverte el placer de vivir. Los momentos de tristeza estarán presentes pero el reto es vivirlos y dejarlos pasar para disfrutar de las nuevas cosas como: aprender a estar solo contigo mismo; leer libros; escuchar música; ir al cine; mantener encendida la luz del conocimiento (estudiar algo, un curso, diplomado, una carrera, etc.); aprender a hacer cosas que no requieran necesariamente gastar dinero; búscate una mascota; aprende que tú solo la puedes pasar bien, que nadie te puede dar el amor que sólo tú mismo te puedes brindar; haz algún deporte; intégrate a un grupo de oración, deportivo, social o filantrópico (conoce nuevas personas); organiza un paseo con amigos o familiares; busca personas que te escuchen pero sobre todo busca personas a quien escuchar, aprende a escuchar y a escucharte; etc. Recuerda que lo más importante sobre todo es fortalecer tu autoestima. Sentirse solo es debido a que no se tiene una adecuada autoestima. Un último recurso para quienes consideren que la soledad ha pasado de los límites de lo normal, es recurrir a un psicólogo o psiquiatra a fin de que ayude a un beneficio de reencuentro con uno mismo.
Hay que ponerse metas, cambiar el estilo de vida, cambia tu manera de vivir, no esperes que los demás lo hagan, aprende a dar en vez de pedir, disfruta la vida, pero siempre bajo las expectativas puestas en ti, no en otros. Aprende a ser solidario, lo más importante para combatir la soledad, si tú ya has conocido la soledad en algún momento de tu vida y has aprendido a superarla, trata de ser empático y solidario con las personas cuando tienen una mala racha. Verás que cuando encuentres satisfactorio el ayudar a otros, estarás mucho menos solo y también ayudas con tu granito de arena a construir un mundo mejor. Acepta la realidad, entiende que todo pasa por algo bueno en tu vida, y el único error será no actuar. Comienza ahora mismo. Gracias por su tiempo para esta lectura, nos vemos el próximo miércoles.
