Hace una semana, en este mismo espacio, decíamos que cuando un organismo estatal tiene un déficit de 44 mil millones de pesos y escasas posibilidades de refinanciamiento, sus alternativas se reducen a renovarse o morir. Esta y no otra, es la disyuntiva que enfrenta el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac).
El gobierno de Alejandro Tello Cristerna, comprometido férreamente a su máximo objetivo, que es el bienestar de los zacatecanos y la superación de los problemas que enfrenta el estado, optó por la renovación. Dejar al garete la suerte del Issstezac nunca habría pasado por su mente, por ser totalmente ajeno a su compromiso político y vocación humanista demostrada durante lo que lleva su administración.
Política y vocación exigen congruencia y esta virtud es una obligación para quienes optamos por trabajar en el gobierno de Tello Cristerna para servir a Zacatecas, incluso a costa de aspiraciones personales, las que, en nuestro caso, están enfiladas a servir a la sociedad, cualquiera que sea la trinchera.
La línea por la que se conduce el Issstezac es la sobrevivencia; es decir, la renovación. Por eso nuestra carta de navegación está enmarcada en la Estrategia 180 IS, la cual regirá todas las acciones del Instituto hasta el final del quinquenio. Entregaremos cuentas claras a quien le toque gobernar los siguientes seis años. Continuar la ruta planeada dependerá de quienes reciban la estafeta.
La Estrategia 180 IS abre la oportunidad de entregar un organismo ordenado y capaz de generar vías para el saneamiento de sus finanzas, dando certeza al principal mandato de ley que es pagar a más de 5 mil jubilados y pensionados y a 24 mil derechohabientes del Instituto, para lo que se requieren 80 millones de pesos mensualmente.
Como sanear las finanzas es un tramo al que no se le puede dar la vuelta, instituimos el Sistema Informático SIPRES, para tener control y abonarle a la transparencia de cada derechohabiente, mediante el cual podrá acceder a cuentas individuales. Así cada uno tendrá claridad sobre lo que aporta al Instituto y lo que este les devuelve.
La Estrategia 180 IS establece políticas institucionales básicas que regirán durante los 180 días que le restan a la actual administración gubernamental.
El primer punto es reformar la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado de Zacatecas, punto nodal e imprescindible, porque es parte esencial de la renovación.
Modernización administrativa, con el distintivo de la transparencia y la rendición de cuentas abiertas para cualquier interesado.
Fortaleceremos los ingresos propios para el pago oportuno de la nómina, la venta de terrenos propiedad del Instituto, cobro de adeudos y una severa y constante fiscalización.
Se reactivará el rubro de prestaciones a derechohabientes, reanudación de préstamos, créditos comerciales y devolución de cuotas, beneficios que por largo tiempo han sido postergados.
Necesariamente habrá cierre de las áreas comerciales deficitarias. En este aspecto el Instituto ha tenido y tiene enormes pérdidas. En adelante un Comité de Inversiones vigilará rigurosamente cada peso que entre y salga. Empresa que no reditúe convenientemente, causará baja.
Eficiencia, austeridad, disciplina financiera y rendición de cuentas serán la tónica en cuatro puntos, que, groso modo, así se sintetizan:
Reforma de la Ley del Issstezac y la correspondiente Reglamentación Secundaria, y formalización de convenios de incorporación de los entes cotizantes.
Reestructuración organizacional, basada en un nuevo organigrama, con su Estatuto Orgánico y un programa de reducción de personal.
Diseño e implementación del Sistema Informático (SIPRES), con módulos financieros para funciones generales y servicios en línea; módulos administrativos con expedientes electrónicos para ordenar la movilidad afiliatoria; módulos financieros, sobre nómina de pensionados y jubilados y colocación de préstamos.
Regulación de la reserva, que abarca la regulación, liberación y escrituración de bienes inmuebles, y desincorporación de nuevos inmuebles.
Durante decenios las pensiones se convirtieron en una carga insostenible. Bajo el esquema que intentamos erradicar, por cada 100 pesos que gasta el Issstezac, 78 son para el pago de pensiones. Esperamos superar esta situación y convendrá que el próximo gobierno haga lo mismo.
El inmovilismo de 34 años nos llevó a la decadencia total, con un déficit de 44 mil millones de pesos. Hoy tenemos la firme decisión de resolver de tajo un problema que no nació en este quinquenio, pero cuya solución no postergaremos más. Este podría ser uno de los máximos legados de esta administración y esperamos lograrlo.
*Director general
del Issstezac.
