- NÓMADA*
Dice la tradición bíblica que Judas Iscariote fue uno de los 12 discípulos de Jesucristo, apóstol desafortunado que cargaría con el peso histórico de ser un traidor: ya estaba escrito su destino y no tuvo elección. Judas condujo a los soldados del imperio romano al lugar donde se ocultaba Jesús, lo señala con un beso en la mejilla y éste es finalmente apresado. La historia también cuenta que en un arrebato de arrepentimiento, el discípulo se ahorcó y a partir de este hecho tan dramático nace la tradición tan diversa y colorida de colgar, quemar y explotar muñecos de cartón conocidos como judas, chamucos, mamertos, chagüis, diablos, monos, tragabalas o chilanos, según la región o la inventiva popular.
El nacimiento de los judas en México está ligado a las conmemoraciones de la Semana Santa, acto religioso que nos recuerda la pasión y muerte de Jesucristo. La época de La Colonia fue un periodo propicio para evangelizar y los frailes franciscanos lo aprovecharon al incorporar incluso actos profanos del gusto popular. El teatro, la danza, la música y aun la misma fiesta fueron herramientas para catequizar. Se dice que los ninots o monigotes de las fallas de Valencia fueron otro recurso más para la simbolización del mal. Así el apóstol que traicionó a Jesucristo pasa a convertirse en el muñeco pirotécnico de los carpinteros españoles; lo que es muy probable dado que las fiestas valencianas se realizaban el 19 de marzo, fecha muy cercana a la conmemoración de la Semana Santa mexicana.
El historiador José de Jesús Núñez y Domínguez, argumenta que los judas llegan a México por la costa veracruzana; dice que los muñecos aparecen primeramente en las Antillas americanas, Cuba y el barlovento veracruzano. En estos tiempos el judas se elabora con paja y zacate seco y es quemado de manera similar en todos estos lugares. Al poco tiempo se empezaron a hacer judas a cuyo esqueleto de carrizo forrado con cartón se le agregaba un cableado externo con cohetes de bomba y mecha: estos se hicieron rápidamente populares en la capital mexicana.
La tradición de quemar judas llega indudablemente en el periodo virreinal a nuestro país; se implanta por parte de los misioneros religiosos y al poco tiempo se la apropia el pueblo para hacer fiesta y sátira social. Los grupos en el poder se percatan de las posibilidades críticas de los muñecos de cartón pero ni las prohibiciones ni sanciones más severas acabaron con la tradición que contrariamente se haría cada vez más popular en muchas ciudades de la Nueva España.
En el municipio de Jerez la tradición de quemar judas es muy antigua y don Jesús Acuña, originario de este lugar nos ilustra en torno a ella:
Los judas en la actualidad son confeccionados por los coheteros que existen y tienen sus talleres fuera de la mancha urbana. Estas figuras las construyen con un armazón de carrizo, luego le dan la forma de la figura que se pretende, forrándole con papel periódico o papel de china, luego lo pintan del color requerido confeccionando la máscara le ponen alrededor de quince a veinte cohetes que lo hacen girar y tres o cuatro que truenen y los destruyen, desde luego antes de ser arrastrado por las sogas de los charros que al lazarlos demuestran su habilidad con las sogas, su precio oscila entre los 500 y 700 pesos y su confección dura todo un día, esta tradición ha perdurado durante más de tres siglos y constituyó el mejor atractivo de nuestra feria.■
*Nómada: espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo de Zacatecas
*Nómada es un espacio de difusión de las fiestas y tradiciones de Zacatecas del museo Etzcuincle
