De acuerdo con el nivel de incidencia, la población en Zacatecas es la que padece el mayor riesgo en el país de ser víctima de desaparición forzada, advirtió el académico de la BUAZ, Jairo Antonio López, durante el “Foro Universitario sobre la Problemática de Desaparición de Personas en Zacatecas”, realizado este lunes, en el Foyer del Teatro Calderón.
En la actualidad, el estado figura como el octavo en México con el mayor número de víctimas de desaparición, sin embargo, cuando este fenómeno se visualiza a través de la tasa por cada 100 mil habitantes, esta crisis en Zacatecas se agudiza aún más que en otros estados con una población mayor, como Veracruz o Jalisco.
La gravedad de este fenómeno debe enmarcarse en un contexto de violencia que impera en el estado desde los años 2015 y 2016, es decir, apuntó el académico, no se trata de algo nuevo, sino de una intensificación de muchas violencias que acompañan al fenómeno de la desaparición forzada como lo son los homicidios, feminicidios, secuestros y extorsiones.
Así pues, para entender las desapariciones es necesario vincularlas al contexto de violencia general que vive el estado, pero también a la ineficaz respuesta que han tenido los diferentes gobiernos frente a la materialización de esas violencias, provocando un entorno de impunidad.
De acuerdo con cifras oficiales, con la debida reserva que esto implica, subrayó López, hay por lo menos 3 mil 600 víctimas de desaparición en el estado. Una particularidad que causa alarma entre los académicos es que el 70 por ciento de estas víctimas derivan de hechos ocurridos a partir de 2017. Otro aspecto crucial es la concentración de estos casos, principalmente en los municipios de Fresnillo, Zacatecas, Guadalupe, Río Grande y Jerez.
De igual manera, se ha identificado que las víctimas son, principalmente, jóvenes de entre 15 y 35 años. Y, en el caso de las víctimas mujeres, el fenómeno se concentra entre los 10 y 30 años, es decir, hay más casos de niñas que de niños.
En el Foro, cuya organización estuvo a cargo tanto de la BUAZ como del colectivo Sangre de mi sangre Zacatecas, también participó la académica Cristela Trejo, quien relató su trabajo en el acompañamiento de familias víctimas de esta tragedia, aunque enfocándose, sobre todo, en las infancias.
Destacó que es importante revisar este fenómeno desde tres aspectos que ha identificado en sus años de experiencia: las infancias buscadoras, niñas y niños que han perdido a algún familiar y que acompañan a sus abuelos, tíos, madres, padres y hermanos en la búsqueda de sus seres queridos; las infancias desaparecidas, cifra que hasta 2020 era de 54 niñas y 70 niños, siendo las niñas las que desaparecen a menor edad, entre los 8 y 12 años; y, por último, las infancias que viven la desaparición a través de la realidad que están viviendo, a través de una normalización de este fenómeno.
Por último, tomó la palabra Elizabeth Araiza, del colectivo de Buscadoras de Zacatecas, quien denunció toda la serie de complejidades que ha tenido que solventar su familia por su propia cuenta en la búsqueda de su hermano; desde trámites burocráticos, pasando por la indolencia de autoridades, hasta la falta de empatía de la ciudadanía.
Hemos sufrido malos tratos y falta de información de parte de la autoridad, así como la revictimización de mi hermano y de la propia familia, dijo Araiza, que si porque se visten de una manera u otra, como “cholos”, si tienen ciertas amistades. Hemos tenido que ir contra todo esto, añadió, contra la propia violación de nuestros derechos.
La familia, como miles en México, tuvo que buscar redes de apoyo ciudadano y por su cuenta salir a buscar a su desaparecido. No nos importa no traer equipo especial, botas tácticas, nosotros hemos salido en brigadas, hemos marchado, gritado, rascado la tierra, relató Araiza.
“Queremos ser visibles, que no nos olviden. Existe una línea muy delgada entre ustedes y nosotros, puede ser un momento inapropiado, una amistad. No es normal que la gente desaparezca. Invito a que hagan consciencia y que sean empáticos” exhortó la hermana del joven desaparecido.
