Por razones obvias, mis comentarios los expreso en pretérito.
Siendo Presidente Ernesto Zedillo, fue en el mes de abril de 1996 cuando por primera vez se implementó el horario de verano en México. La finalidad era aprovechar la luz natural y reducir los gastos energéticos a través de un mejor uso. El cambio de horario se aplicó en todo el territorio nacional, con excepción de los 33 municipios de la franja fronteriza norte, así como de los estados de Quintana Roo y Sonora, por cuestión de intercambio económico y turístico. Comenzaba el primer domingo de abril, y terminaba el último domingo de octubre.
Desde su inicio, la Secretaría de Salud advirtió que, adelantar o retrasar una hora el reloj cada determinado tiempo, puede tener ciertos efectos secundarios en las personas, principalmente en los aspectos biológicos, psicoemocionales y sociales.
Más reciente, el 31 de enero de 2015 en Quintana Roo, fue eliminado el horario de verano con la creación del tiempo del sureste, luego de que la entidad dejó el meridiano 90 grados oeste y pasara al 75 grados oeste. Dicha decisión fue tomada para aprovechar la luz solar del Caribe y que los turistas tuvieran una hora más de luz en la región.
Con respecto a Sonora, desde 1998 quedó confirmado que podía tener sus propios reglamentos horarios debido a su relación con Arizona. Y es que, debido a razones económicas, este estado no participó en el programa de horario de verano. En 2016, los gobiernos de Arizona, Estados Unidos y de aquella entidad, suscribieron un acuerdo para impulsar una mega región que beneficiara el desarrollo de ambas áreas. Dicho acuerdo permite a Sonora tener un horario sin modificaciones. El motivo fue que el Congreso de Arizona se negó a sumarse al cambio de horario por las altas temperaturas del verano de 1998.
“La mega región Sonora-Arizona representa un corredor comercial fundamental para América del Norte, por lo que ambos pretenden, mediante este corredor, impulsar sus industrias”, según indica el acuerdo de entendimiento entre los dos gobiernos estatales.
Al implementarse el horario de verano hubo muchas protestas, la gente no creía que todo era bajo la justificación del ahorro de energía porque no veía reflejado el tal ahorro en los “recibos” del pago de la luz. A la larga esas inconformidades se fueron diluyendo, con el paso de los años todo el mundo acató el cambio. El reloj fue adelantado una hora en abril y retrasado el mismo tiempo en octubre.
Pasado mañana, el último domingo de octubre de 2022, ya no habrá el retraso de una hora en el reloj porque a partir de esa fecha iniciará en México el horario de Dios.
La frase fue utilizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera del pasado 3 de junio del año actual, al referirse a la eliminación del horario de verano, hablar sobre el poco ahorro energético que representa y los daños a la salud que provoca: “este octubre (2022) será el último en que se aplique el horario de invierno que se establece como permanente”.
Hace unos días se aprobó en la Cámara de Diputados, por 445 votos, el horario de Dios, dejando en el pasado el horario de verano en México en la mayoría de los estados de la República.
Posteriormente, durante la madrugada del pasado miércoles, el Pleno de la Cámara de Senadores, por 59 votos de MORENA y sus aliados, 28 en contra y 12 abstenciones de la oposición, discutió y aprobó la minuta de la Ley de Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos y será remitida al Ejecutivo federal para su promulgación. La Ley establece una excepción, toda vez que se implementará un horario estacional únicamente para los estados y municipios comprendidos en la franja fronteriza norte.
Según indica el dictamen: la decisión se justifica en salvaguardar los intereses de los mexicanos, así como los de diversos sectores tanto públicos como privados de las entidades ubicadas en la frontera con Estados Unidos. Además, porque el horario de verano no cumplió con el objetivo de ahorrar electricidad y sí, en cambio, provocó trastornos graves en la salud de los mexicanos, según advirtieron algunos senadores que emitieron su voto a favor.
En años recientes se generó menos beneficios energéticos y económicos debido al cambio de la tecnología en la iluminación y los aparatos que utilizan los hogares del país, según datos oficiales.
También, la Comisión Nacional para el uso Eficiente de la Energía reconoció que las nuevas tecnologías que utilizan las luminarias en las calles y los focos en los hogares, así como las normas mexicanas de eficiencia energética y que son obligatorias para los aparatos, como refrigeradores o pantallas de televisión, han permitido un ahorro 15 veces mayor al que se obtiene con el horario de verano.
Bienvenido el horario de Dios, pues con el de verano, además de lo anterior, la gente se duerme más tarde, las luces permanecen más tiempo encendidas, y con la existencia de diversos aparatos electrónicos, el consumo de energía es constante, sin depender de la luz solar.
